14 🍷 Rahab

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Casa Yagami

Light fue a abrir la puerta de su casa, pero se dio cuenta de que estaba cerrada con llave. Himeko estaba a su lado, habían quedado en pasar la tarde juntos, aunque fuese para estudiar.

"¿No hay nadie?", pensó confuso.

-¿Qué ocurre? - Preguntó la joven.

-Ah, nada - murmuró él. Sacó las llaves y abrió. 

Los jóvenes se descalzaron en la entrada y subieron las escaleras hacia el cuarto de él.

Ante los ojos de Himeko, Light abrió la puerta con cara de incredulidad. La chica se dio cuenta de que algo estaba ocurriendo, pero prefería que él se lo dijese antes de preguntar otra vez.

-Himeko, no me parece bien que estemos a solas - mintió Light. - Si no están mis padres, deberíamos ir a tu casa, seguro que estará tu madre.

-Sí, tienes razón - asintió ella.

El chico cogió una chaqueta de su armario y le dio la mano a su novia. Antes de cerrar, el chico colocó un trozo de papel entre el marco y la puerta de su habitación.


Hotel Teito

Soichiro, Kaito y L estaban sentados en un sofá, observando a Light y a Himeko mediante las cámaras de seguridad que había en casa de los Yagami.

-No lo entiendo... ¿por qué toma tantas precauciones? - Se preguntó Soichiro, refiriéndose al trozo de papel. - ¿No será que guarda algo en su cuarto que no quiere que veamos?

-Teniendo en cuenta que tiene 17 años, yo no lo veo algo tan raro. En realidad, yo también hago cosas parecidas... - comentó L.

-A mí me alegra que sepan que no pueden quedarse a solas - sonrió Keito. - Parece que les hemos educado bien.

-Eso sí... - murmuró Soichiro.

-¿Son pareja? - Preguntó L.

Los policías se miraron. 

-No, pero es cuestión de tiempo - contestó el padre de Light. 

-O lo son y no nos han dicho nada - rió el padre de Himeko.

-¿Le han contado algo sobre la investigación a sus hijos? - Preguntó el detective.

-Por supuesto que no - contestó Soichiro. - Jamás revelaría información confidencial ni siquiera a mi familia. 

-Lo mismo digo - asintió Keito. - Además, últimamente casi no pasamos por nuestras casas. Y, cuando vamos, estamos tan reventados que nos vamos directos a la cama.

-Sí - suspiró el policía.


Calle

Himeko y Light habían salido de la casa. 

-Oye, ¿a dónde vais Light? - Preguntó Ryuk. - ¿No se supone que ibais a estudiar? Light, deja de pasar de mí o me acabaré cabreando en serio, ¿eh?

Himeko oía al Shinigami y compartía su desconcierto.

Los jóvenes se miraron y él un dedo a sus labios, pidiéndole a ella que se quedara en silencio. Light levantó las solapas de su chaqueta, miró dentro de ella y levantó sus mangas.

"No llevo micros en la ropa", pensó.

-Eh, Light, oye - continuó el Shinigami. - Eh, que estoy aquí.

JUDAS 🍷 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora