🍷 Prologo

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Soichiro y Kaito se conocían desde hace unos años y, ahora que estaban en el mismo departamento del cuartel, colaboraban mucho más. Las horas en el trabajo nunca eran suficientes, así que siempre acababan en una de sus casas. Sus mujeres, Sachiko y Hana, ya se habían hecho amigas y, cuando oían que empezaban a hablar de trabajo, se desconectaban de la conversación, al igual que sus hijos, Light y Himeko.

En esta ocasión, Himeko estaba en la habitación de Light. Los niños jugaban en el suelo a un puzzle mientras charlaban.

-Ya, a veces yo también me aburro en clase - respondió Light.

-Sería mejor si sólo fuera un día de la semana - contestó encajando una pieza. - Que los profesores me enseñasen lo que vamos a hacer y ya, no tener que repetirlo el resto de días.

-Bueno, puede que cuando crezcamos las clases sean más difíciles y así no sean tan aburridas - murmuró el chico. - No lo sé.

-¿Tú qué quieres ser de mayor, Light? - Preguntó ella. El niño levantó la mirada para verla. - Yo creo que policía o profesora.

-¿Como tus padres? - Contestó.

-Sí - respondió encogiéndose de hombros. - No sé, es que me gusta.

-Yo también quiero ser policía - dijo Light. - Y resolver casos.

-¿¡En serio!? - Exclamó emocionada. - ¡Entonces podríamos trabajar juntos como nuestros padres y ser los mejores detectives del mundo!

Antes de que el chico pudiera contestar, Himeko se abalanzó sobre él y le abrazó llena de felicidad. Light rió y correspondió al abrazo.

-¡Himeko! - La llamó su madre desde la planta de abajo. - ¡Baja, ya nos vamos!

Light miró por la ventana. Se le había pasado tan rápido la tarde que no se había dado cuenta de que ya había anochecido. Himeko y él bajaron las escaleras y fueron hasta la entrada, donde estaban sus padres.

La niña se acercó a sus padres y le dio un beso a cada uno.

-¿Te lo has pasado bien con Light, cariño? - Preguntó su madre.

-Sí, muy bien - sonrió feliz. Se sentó en el suelo y se puso los zapatos de la calle.

-Gracias por cuidar de ella, Light, eres un buen chaval - dijo Kaito. 

-No es nada - respondió el chico, haciendo una pequeña reverencia.

-Estos dos se entienden muy bien - sonrió Soichiro. - Me alegro de que se hayan hecho amigos.

-Además los dos vamos a ser policías, ¿a que sí, Light? - Preguntó Himeko. Él asintió. - Y vamos a ser los mejores y a resolver un montón de casos juntos.

Los adultos rieron, aunque los niños no entendieron muy bien porqué.

-No nos cabe la menor duda - asintió Kaito.

JUDAS 🍷 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora