17 🍷 Y vivan en amor

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Semanas después...

Light y Himeko conversaban mientras daban un paseo por el campus.

-No, que va, en realidad no es para tanto, ¿no crees? - Rió Light.

De pronto, el chico se paró y borró su sonrisa.

-¿Qué pasa? - Preguntó Himeko, deteniéndose ella también. Miró hacia donde miraba él, encontrándose con aquel joven de pelo y ojos negros, con camisa de manga larga de color blanco, vaqueros azules y deportivas blancas, sentado en un banco.

-Hola, Light, Himeko - les saludó L. - ¿Qué tal estáis?

El chico suspiró y se acercaron a él.

Light y Himeko habían hablado con sus padres y les habían dicho que no querían formar parte del Caso Kira, pero L seguía insistiéndoles de forma incansable.

-¿Está bien que te muestres en público? - Preguntó la joven. - ¿Crees que es buena idea?

-En realidad, si vosotros no sois Kira, no tiene porqué ser mala idea, ¿no creéis? - Respondió el detective. - Al fin y al cabo, los únicos de fuera que saben que yo soy L, sois vosotros dos. Por eso mismo, si casualmente muero un día de estos, todos los del cuartel sabrán en seguida que alguno de vosotros dos es Kira. O ambos, sigo sin descartar esa teoría.

"Hijo de puta", pensó cabreado.

-L, no vamos a participar en el caso si sospechas que alguno es Kira - respondió Himeko. - Es muy incómodo y molesto.

 -No te noto muy feliz con mi presencia - suspiró el detective. - De todos modos, no venía a insistir para que forméis parte del equipo, que también, si no para hablaros de una teoría que tengo.

-¿Una teoría? - Repitió Light.

-Desde hace un tiempo hay algo que me ronda la cabeza... - murmuró. - Y, observándoos, no hace más que incitarme a pensar que podría ser verdad. Himeko, ¿cuándo comenzasteis a salir Light y tú?

-Principios de enero - contestó la joven. 

-¿Y desde cuando podrías decir que le amas? - Preguntó el detective.

-Desde siempre - respondió Himeko. - Nuestros padres se conocieron cuando nosotros éramos unos niños pequeños. No recuerdo no haber amado a Light.

-Interesante... - murmuró pasándose el pulgar por el labio. - Mi teoría es la siguiente: Light, tú eres Kira. Sabes bien que, dada la cercanía de vuestras familias y vuestro parecido, Himeko y tú acabaríais casándoos. No has dado el paso antes porque no lo has considerado necesario pero, ahora, necesitas la ayuda de Himeko. Por eso, has decidido declararte, para tener así el aliado más fiel que se podía tener.

La joven miró a Light, quien suspiró agotado.

-Ha dado en el clavo, eh - rió Ryuk.

"Lo que más me jode de que haya acertado, es que lo haya dicho delante de Himeko", pensó el chico. "Aunque eso lo puedo arreglar fácil hablando luego con ella."

-A parte de que te equivocas de lleno porque yo no soy Kira, Himeko y yo comenzamos a salir mes y medio después de que Kira comenzase su actividad delictiva - respondió fingiendo estar enfadado. - Además, si yo fuera Kira, se lo hubiera dicho en el segundo uno.

-Interesante... - murmuró levantándose del banco. - Le daré un par de vueltas y os iré contando.


Horas después...

Himeko y Light estaban en la habitación de él, haciendo un trabajo. En la universidad, no habían tenido tiempo para hablar a solas después de lo que había dicho L y, cuando llegaron a casa del chico, se pusieron en seguida con la tarea, ya que era para el día siguiente.

-Light - le llamó ella. El chico estaba descansando un rato, comiéndose una manzana. - ¿L tenía razón? En lo que ha dicho esta mañana.

-En absoluto - respondió serio. - En lo de Kira sí, eso ya lo sabes, pero no es cierto que comenzásemos a salir por mi conveniencia.

-Pero sí que me pediste salir cuando me enteré - murmuró ella.

Light se levantó y se acercó a ella, dándole las dos manos.

-Himeko, sabes que te amo desde siempre - dijo él. - Aún somos jóvenes y por eso no habíamos empezado a salir antes pero, cuando te enteraste de que era Kira, era lo más indicado. No para que me ayudases, si no porque no podíamos seguir ocultando nuestro amor.

La joven notó cómo sus ojos se llenaban de lágrimas al oír hablar a su novio así.

-¿Seguro, Light? - Preguntó emocionada.

-Por supuesto, Himeko - contestó. - No te confesé antes que fuese Kira porque no quería meterte en todo esto, pero nada me hace más feliz que que seas mi compañera.

La chica sonrió y abrazó a Light. El chico acarició su espalda y suspiró, haciendo reír a Ryuk.


Mundo de los Shinigami

Jeleaous observa triste a aquella joven mujer del mundo de los humanos. Estaba perdidamente enamorado de ella, no podía evitar pasar sus días mirándola.

-Hoy es su último día, ¿no es cierto? - Preguntó Rem, acercándose a él.

-¿Pero porqué hoy? - Se preguntó el Shinigami en voz alta. - Si se la ve perfecta... ¿Por qué justamente hoy?

Rem se quedó allí, tenía curiosidad por ver cómo iba a morir.


Noche

Después de cenar, Himeko salió a tirar la basura. Había cenado a solas con su madre, como ya era costumbre. Kaito había vuelto más o menos temprano a casa, pero estaba tan agotado que se fue directo a la cama. Cada día rezaba por que su padre y el de Light dimitieran del Caso Kira y pudieran volver a pasar tiempo con sus familias, pero parecía ser en vano.

La joven abrió el cubo de basura y tiró la bolsa. Suspiró, lo cerró de nuevo y se sacudió las manos.

Al darse la vuelta, se quedó completamente inmóvil, notando un escalofrío recorrer su espalda. Ante ella, tenía a un hombre desconocido, de aspecto demacrado y mucho más alto que ella. 

-¿Q-Quieres salir c-conmigo? - Preguntó él. 

Himeko dio un paso hacia atrás. Si estar a solas en un callejón oscuro con aquel hombre le inspiraba poca confianza, el cuchillo que sostenía en su mano aún menos.

-¡Te quiero más que a nada en el mundo! - Gritó alzándolo. - ¡Quiero estar contigo y protegerte! ¡Para siempre!

-N-No te conozco... - murmuró asustada. - De nada.

El hombre empuñó el cuchillo con las dos manos, apuntándola.

-¡Te mataré! - Exclamó nervioso. - ¡Y luego me quitaré la vida!

-E-Espera - pidió nerviosa. - Vamos a hablar las cosas.

El hombre echó a correr hacia Himeko, quien le esquivó con facilidad. Antes de que saliera corriendo, el hombre cayó al suelo, al igual que el cuchillo. La joven le miró aún más confundida.


Mundo de los Shinigami

Rem le advirtió, pero Jealous hizo caso omiso. Entre sollozos, el Shinigami se convirtió en arena y murió, dejando su cuaderno de muerte.

Rem se agachó y lo recogió. Miró de nuevo hacia el mundo humano, viendo como la esperanza de vida de aquella joven había aumentado.

JUDAS 🍷 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora