25 🍷 La doncella de Silo

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Apartamento de Light y Himeko

El salón de la casa de Light y Himeko era el centro de operaciones del Caso Kira. A ella no le hacía mucha gracia, pero Light decidió que era lo mejor. Además de dedicarse al caso en calidad de policías, también debían hacer el trabajo de L, ya que Light había heredado el nombre, y de Kira, por lo que tenían una gran carga de trabajo. Himeko se encargaba de los casos de L y de cuidar al hijo que tenían, Shin, por lo que ya apenas trabajaba como policía.

En los cinco años que habían pasado desde la muerte de L, no se había avanzado prácticamente en el caso. Aizawa había vuelto, y con el Ide, uno de los policías que había colaborado.

-Seguimos sin pistas, ni del director ni del secuestrador - dijo Aizawa. - Estamos como al principio.

-Y nadie ha vuelto a contactar con nosotros desde entonces - añadió Mogi. - Es muy raro, ¿qué estará pasando?

Himeko entró en la sala con una bandeja de cafés y le sirvió a cada uno el suyo, ya sabía cómo los tomaba. Todos le agradecieron.

-Hija, ven un segundo - pidió su padre. La joven se acercó a él. - ¿Te acuerdas del agente del FBI que te dije que se había presentado como John McEnroe?

-¿Qué agente? - Preguntó Light.

-El otro día vino al despacho del director Kitamura un agente del FBI a pedirnos el cuaderno de muerte - intervino Soichiro. - Y encima se inventa un nombre tan ridículo.

-Se llama en Rally Connors - le presentó Kaito, mostrando la pantalla.

-Himeko, ven a la habitación - pidió Light, levantándose de la silla. - He recordado algo que te tenía que decir.

La pareja salió del salón, yendo al dormitorio.

-¿Le has dicho a tu padre que sospechas de que el FBI ha secuestrado a Kitamura? - Preguntó molesto.

-Se lo comenté - suspiró ella, sabía que a Light se cabrearía porque no era su teoría. - Son nuestras conversaciones padre-hija.

-Quiero que todos se pongan a buscar el paradero de Kitamura o cualquier pista que nos lleve a los secuestradores - contestó Light. - Así que no entretengas a tu padre o al mío con tus tonterías.

-No son tonterías - respondió frunciendo el ceño. - Y menos si ha venido expresamente un agente del FBI desde América para pedir el cuaderno.

-¿No entiendes que no podemos meternos con el FBI? - Preguntó cruzándose de brazos. - De todas formas, Kitamura ya está muerto.

Himeko abrió los ojos sorprendida.

-¿¡Lo has matado!? - Preguntó susurrando.

-No han vuelto a llamar, así que no es el FBI, ¿vale? - Respondió Light. - No tienen tan poca categoría como para abandonar porque se les ha muerto el rehén.

-Light, me da igual quien haya sido, ahora los secuestradores sabrán que no conoces ni su nombre ni su rostro y que por eso has tenido que matar a Takimura, que es un hombre inocente - contestó molesta. - Y sabrán que es alguien que sabe lo del secuestro, es decir, alguien cercano a la policía japonesa.

El chico la miró, dándose cuenta de a qué se refería.

-¿Y tú qué hubieras hecho, listilla? - Preguntó.

- Aunque el director no conociera el cuaderno, sabe que hemos trabajado en el Caso Kira junto a L - dijo Himeko. - Si se ha ido de la lengua, podrían ir a por nosotros. Maldita sea, Light, tenemos un hijo pequeño.

-No os preocupéis, que al pequeñín le cuido yo - bromeó Ryuk, traspasando de la habitación de Shin a la que estaban.

De pronto, oyeron que un teléfono sonaba en el comedor. Himeko suspiró molesta y salió de la habitación. Light fue detrás de ella.

-Es el número del director... - murmuró Soichiro, mirando la pantalla. - ¡Es el secuestrador! ¡Aizawa!

-Sí, lo estoy localizando - respondió el policía.

Light y Himeko se sentaron y se pusieron unos auriculares, al igual que el resto de policías.

-Aquí Yagami - dijo Soichiro, descolgando la llamada.

-Vicedirector, el intercambio del cuaderno queda cancelado, Takimura ha muerto - anunció Mello.

-Hijo de... - murmuró el policía, pero decidió morderse la lengua.

-No se preocupe, ahora queremos hacer otro intercambio - sonrió con malicia. - El cuaderno de muerte por Sayu Yagami.

Soichiró notó un escalofrió al oír aquello, al igual que el resto.

-Sería absurdo pedirle que no avise a la policía, más que nada porque usted es su vicedirector, pero sí quiero que actúe solo - ordenó Mello. - Como vea el menor movimiento por parte de la poli, mataré a su hija. Tal y como he hecho con el director. Le envío una foto del cadáver de Kitamura para que vea que no miento. Mañana le volveré a llamar.

Mello colgó antes de que Soichiro pudiera contestar.

-¡O-Oiga! - Exclamó Soichiro.

Light se quitó los auriculares y suspiró.

"La he cagado pero bien", pensó Light. "Han usado la muerte del director para ir a por Sayu. Himeko lo ha visto venir mucho antes que yo."

Ryuk comenzó a reírse.

-Esto vuelve a ponerse interesante, ¿eh, Light? - Preguntó el Shinigami.

-Pobre director... - murmuró Aizawa.

-¿Pero cómo han podido hacerle eso? - gruñó Matsuda. - Cabrones.

Himeko sollozó y salió de la habitación. Light pensó en ir tras ella, pero le parecía más importante quedarse.

Kaito le puso una mano en el hombro a su compañero mientras él marcaba el teléfono de su mujer.

-Lo siento... - murmuró él.

-Cariño, qué raro que me llames desde el trabajo - comentó Sachiko al descolgar el teléfono.

-¿Ha vuelto Sayu a casa? - Preguntó él.

-¿Cómo? ¿Sayu? Pues ahora que lo dices está tardando mucho... - murmuró la mujer.

Light llamó a su hermana, pero no contestaba al teléfono.

-Sayu... - murmuró Soichiro.

-Papá, ¿te encuentras bien? - Preguntó Light. Él no contestó. - Creo que quien ha matado al director no ha sido el secuestrador, sino Kira.

-¿Cómo? - Preguntaron todos sorprendidos.

-Puede que lo haya hecho para evitar que le dieran el cuaderno al secuestrador - dijo Light. - Kira se considera un paladín de la justicia y no puede permitir que caiga en manos de alguien malvado. Si ha sido él quien ha matado al director, querrá obtener información de algún miembro de la policía. En lo posible, deberíamos actuar sólo nosotros, de lo contrario...

-Kira volverá a matar a su rehén - completó Ukita.

-Exacto - respondió Light.

Ryuk se rió.

Nueva York

Near estaba haciendo una torre con cerillas cuando Rester entró.

-Near, el director de la policía japonesa al que habían secuestrado ha sido asesinado - anunció él.

-¿Quién ha sido? - Preguntó el chico.

-¿Quién? Pues imagino que el secuestrador - respondió Rester.

-Tendría su gracia si hubiera sido Kira - comentó Giovanni.

-Tienes razón, porque con el rehén muerto no pueden intercambiarlo por el cuaderno... - murmuró Near. - Además, si fuera Kira, podríamos estrechar bastante el cerco. 

JUDAS 🍷 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora