18 🍷Fe

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Dos días después...

Himeko estaba en su habitación, terminando de hacer unos resúmenes antes de que la cena estuviera lista. Le había contado a Light el incidente con aquel extraño hombre y él le propuso darle un trozo del cuaderno a modo de emergencia, pero ella lo rechazó.

La joven cerró el cuaderno y el libro y suspiró cansada. Antes de que se levantase, notó como algo le tapaba la boca. Iba a gritar del susto, pero fue en vano. Levantó la mirada, viendo a aquel monstruo.

-No grites, Himeko, o asustarás a tu madre - pidió. Segundos antes, la había rozado con un trozo del cuaderno para que pudiera verle. - No voy a hacerte daño, he venido a entregarte un cuaderno.

La joven asintió y Rem le apartó las manos. 

-¿Eres un Shinigami? - Preguntó Himeko, dándose la vuelta para quedar cara a cara. - ¿Como Ryuk?

-Así es - contestó. - Me llamo Rem.

El Shinigami levantó uno de sus largos brazos y le dio aquel cuaderno.

-Esto es para ti - murmuró.

La chica miró el cuaderno, pero no lo tocó.

-Gracias, pero no lo quiero - contestó algo insegura. Sentía que estaba rechazando un obsequio. - ¿Me lo das porque estoy ayudando a Light? 

-No, te lo doy porque te pertenece - respondió Rem. - Un Shinigami murió por ti.

-¿Cómo? - Preguntó sorprendida.

-La única forma de que un Shinigami muera, es que escriba el nombre de un humano para alargar tu esperanza de vida - explicó. - Tú ibas a morir a manos de aquel tipo, pero el Shinigami Jealous te salvó y murió.

-¿P-Por qué a mí? - Preguntó confusa.

-Desde que Ryuk le entregó el cuaderno a ese humano, Jealous te ha estado observando - respondió Rem. - Me contaba lo maravillosa que le resultabas. Cuando ibas a morir, decidió salvarte, sacrificándose a sí mismo.

Himeko miró hacia el suelo y se apoyó en la mesa.

-Lo siento mucho... - murmuró la joven.

-No te sientas culpable, no has hecho nada - contestó Rem. - Pero acepta este cuaderno, era el de Jealous.

Himeko miró al Shinigami y tomó el cuaderno con ambas manos.

-Utilízalo a tu favor - dijo él. - Líbrate de las sospechas de que seas Kira.

La joven se preguntó durante unos segundos si aquel Shinigami también se había enamorado de ella, por muy extraño que le pareciese que uno ya lo hubiera hecho. Decidió no decir nada.

-Muchas gracias, Rem - contestó pensativa. 


Día Siguiente

Después de que Himeko le hubiera contado a Light que ella también tenía un cuaderno de muerte, el chico estuvo pensando un plan para que L dejase de sospechar que eran Kira. Al día siguiente, quedó con su novia y los Shinigami y fueron hasta un bosque.

-Light, ¿qué estamos haciendo aquí? - Preguntó Himeko. Era un día de niebla y aquel sitio daba un poco de miedo.

El joven se detuvo.

-Himeko, saca tu cuaderno, arranca una página y dámelo - ordenó. 

La chica obedeció, lo sacó de su bolso y se lo dio.

-Renuncia a tus derechos de posesión - continuó.

Himeko lo hizo, molestando a Rem por ser tan dócil ante Light. De pronto, la expresión de la joven cambió por completo, parecía completamente desorientada.

-Ahora este cuaderno me pertenece a mí y Himeko ha perdido todos sus recuerdos, ¿no es cierto? - Preguntó Light al Shinigami.

-Así es - asintió serio.

-¿Qué recuerdos? - Preguntó Himeko. - ¿Con quién hablas, Light?

-Perfecto, ahora renuncio a la posesión de este cuaderno - dijo él, alzando el que era originalmente de su novia. - Ahora ese derecho te pertenece a ti, ¿no, Rem? 

-Sí - asintió el Shinigami. - Mira que eres pesado.

-¿Light? - Preguntó la joven. - No entiendo nada, ¿qué estás haciendo?

-Entonces, entrégaselo a Ryuk - pidió Light, ignorando a su novia.

-¿Eh? - Preguntó Ryuk.

-De acuerdo - accedió Rem, dándoselo. - Toma.

El Shinigami lo cogió. Himeko no podía hacer otra cosa más que observarle a él y a los cuadernos que flotaban, parecía que esta interpretando solo una función de teatro. Por un momento, pensó que estaba teniendo una alucinación.

-Bien, ahora él se ha convertido en su nuevo propietario - dijo Light. - Oye Ryuk, vuelve a dejarlo caer aquí, en el mundo humano, ahora mismo.

-¿Eh? No sé... bueno, vale - accedió tirándolo al suelo.

-Himeko, coge el cuaderno que acaba de caer al suelo - pidió él. - Hazlo y entenderás lo que ocurre.

La chica lo dudó unos segundos, pero obedeció. Al cogerlo, recuperó sus recuerdos.

-Bueno, ahora Himeko vuelve a ser su propietaria - dijo Light.

-Pues vaya vuelta más tonta, seguimos igual que antes, ¿no te parece? - Preguntó Ryuk.

-Light, no nos hagas perder el tiempo - gruñó Ren.

-Llegará el momento en que esto será de utilidad - respondió Light, sacando su propio cuaderno de muerte. - Ocurriría lo mismo con el cuaderno que Ryuk dejó caer al mundo humano y yo recogí, ¿cierto?

-Qué tío más pesado - suspiró Rem. - Que sí.

Light le entregó su propio cuaderno a Rem. Ni Himeko ni los Shinigami entendían qué estaba haciendo.

-Rem, solo tienes que seguir mis instrucciones - dijo Light. - Busca a alguien con cierta posición social y una fuerte ambición y dáselo. Si lo haces, te garantizo que Himeko quedará libre de toda sospecha. 

-¿Qué es lo que tienes en mente? - Preguntó. - Dínoslo, Light Yagami.

-No puedo - respondió el joven. - Si lo digo en voz alta, Himeko tratará de impedírmelo.

-¿¡Cómo!? - Preguntó asustada. - Light, no hagas nada que te haga ponerte en peligro.

-Tienes que confiar en mí - pidió abrazándola. - Lo hago por nosotros.

-A mí me da igual lo que ocurra - intervino Rem. - Si le ocurre algo a Himeko, te mataré, Light Yagami.

-¡Rem! - Exclamó la joven. - No le digas eso a Light.

-Una vez que actúe, si pasan los años y seguimos siendo sospechosos, podrás matarme - respondió Light. 

-De acuerdo - gruñó el Shinigami. - Si con esto Himeko deja de ser sospechosa, haré lo que me pides.

El Shinigami desplegó sus alas y desapareció.

Una vez a solas, Light tomó a Himeko por los hombros y la miró a los ojos.

-Himeko, necesito que me hagas caso en todo lo que te diga si quieres que esto salga bien - pidió el chico. - No puedes dejarte guiar por lo que creas que es mejor, tienes que hacerme caso a mí.

-Vale... - murmuró ella.

-No puedo contarte mi plan porque sé que me lo vas a impedir, pero es lo mejor - contestó Light. - Cuando lleguemos a tu casa, renunciarás a tu derecho de posesión del cuaderno.

-P-Pero entonces lo olvidaré todo - respondió Himeko. - No quiero perder los recuerdos que tengo de ti. Olvidaré que eres Kira.

-Será temporal, te lo prometo - dijo el chico. - El amor que sientes por mí nunca se olvidará.

JUDAS 🍷 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora