29 🍷 El Señor endureció su corazón

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Una semana después...

Después de que Mello obtuviera el cuaderno de muerte, mató a casi todos los miembros de la SPK, dejando vivos a Near, Anthony Rester, Stephen Giovanni y Halle Lidner.

Near llamó a Light para comunicárselo y, además, le informó de la existencia de Mello, de quién era y de lo mucho que sospechaba que él estuviera detrás de todo aquello.

Aizawa y Matsuda viajaron hasta Inglaterra para visitar Wammy's House y preguntar acerca de Mello. Luego fueron a Los Ángeles para reunirse con Light. Ide y Mogi también fueron para allá. Himeko le pidió a Light que ella regresara a Tokio para poder estar con Shin, pero él se negó.

Por otra parte, Sayu volvió a casa con su madre. Decidieron retirarse a una zona más tranquila para que la chica pudiera descansar. El Caso Kira cada vez arruinaba más y más la vida de los Yagami y los Seigi.

Además, Shidoh, un Shinigami, había bajado al mundo humano para recuperar el cuaderno que Ryuk le había robado hacía ya años. El Shinigami le dijo que ya no sabía dónde estaba, era el que Mello había robado.

Habitación de hotel

-Debería subir mi tarifa - se quejó Ryuk.

Himeko seguía pasando el índice por el ratón con la misma monotonía de había ya horas. Ella y el Shinigami estaban revisando listas de mafiosos por si podían encontrar al que era ahora el dueño del cuaderno. Light se lo había encargado. Ninguno de los dos había hecho el trato del ojo del Shinigami, así que tenían que sobornar a Ryuk con manzanas para que lo hiciera.

De pronto, la alarma sonó.

-¡Bien! - Exclamó el Shinigami, quien salió disparado a la cocina. 

Himeko le había dicho que le daría una manzana cada cuarto de hora y el Shinigami le había hecho poner una alarma para que no se les pasara.

-Sabes, si yo tuviera que atrapar a Kira, revisaría en los supermercados de Kanto quien compra grandes cantidades de manzanas - comentó la chica. - Light le dejó en su día a L un mensaje: "¿Lo sabes, L? Los Shinigami solo comen manzanas". Eso indicaría que los Shinigami os alimentáis de manzanas, y está claro que Kira tiene uno.

-Bien visto - opinó Ryuk.

-Venga, sigamos - pidió volviendo al ordenador.

Tras unos segundos, el Shinigami encontró un criminal al que no podía ver la esperanza de vida.

-¿Estás seguro? - Preguntó Himeko.

-Sí - asintió Ryuk. - Además, en la ficha pone que se llama Jack Neylon, pero su verdadero nombre es Kal Snyder.

-¡Genial! - Exclamó ella.

Día Siguiente

Light había utilizado el cuaderno para controlar a Kal Snyder y que le mandase la ubicación de la guarida.

Himeko y Light estaban trabajando en un caso de L cuando llamaron a la puerta. La joven se levantó y abrió.

-Servicio de habitaciones, traemos la cena - informó la pareja que llevaba el carrito con todas aquellas raciones de comida.

-Perfecto, pasen... - murmuró la joven.

Los trabajadores del hotel entraron y dejaron la comida en la mesa.

-Qué aproveche - dijeron a la vez.

-Por cierto, ha llegado una carta para esta habitación - informó uno de ellos, sacándola de su delantal.

-Muchas gracias - respondió Himeko, tomando el sobre. - Buenas noches.

La joven cerró la puerta y le entregó la carta a su marido. Light la abrió impaciente y sacó de dentro una pequeña nota en la que Kal Snydar había escrito: 945 Clydown Ave, Los Ángeles, 90103.

"Lo logré", pensó Light con una sonrisa. "Soy mucho más hábil que esos dos. Nadie se interpondrá en mi camino."

Light cogió una cerilla y quemó la nota en un cenicero. Se sentó en el sofá y sonrió con malicia. Himeko le observó unos segundos y se fue a cenar.

Shidoh se acercó al cenicero y observó aquella nota antes de que se quemara por completo. Ni Light ni Himeko se habían percatado de su presencia.

Guarida

Mello le dio una tableta de chocolate a Shidoh, pero pronto comenzó a arrepentirse porque no paraba de pedir y comer más.

-¡El chocolate está rico! - Exclamó.

-Shidoh, ¿eso que has dicho antes es verdad? - Preguntó Mello. - ¿Que las dos últimas reglas son inventadas?

-Sí, son mentira cochina - confirmó Shidoh. - Algún Shinigami bromista debió de escribirlas ante de darle el cuaderno a un humano.

"La regla de los 13 días se puede comprobar solo con que alguien lo use, pero habría que averiguar si este es el cuaderno que usaba Kira", pensó Mello. "Y, si lo era, ¿sabía que esas normas eran falsas? De ser así, podría haberse aprovechado de ellas. Sobre todo de la de los 13 días para demostrar su inocencia al cabo de ese tiempo."

-Eh, Shidoh ve a patrullar fuera - ordenó el chico.

-¿Eh? - Contestó el Shinigami.

-Nos viene muy bien que los demás no puedan verte - dijo Themis. - Sal ahí fuera y vigila. ¿Entendido?

"¿Qué le pasa a este tío?", se preguntó Shidoh, temblando. "A pesar de ser un humano... da bastante miedito."

El Shinigami se fue, abrazando su chocolate.

Dos días después...

Soichiro había regresado junto a Sayu a Tokio. Light le llamó, haciéndose pasar por Kira, y le bridó a la Policía Japonesa la oportunidad de poder atrapar a los criminales que les habían arrebatado el cuaderno. Kira les enviaría su propio cuaderno y la dirección donde se escondía aquella mafia. Se suponía que el 10 de Noviembre a las 23:59 morirían varios de esos criminales y los policías deberían llevar acabo una operación para recuperar aquel cuaderno.

Soichiro viajó de nuevo a Los Ángeles e informó de lo ocurrido. 

-Si lo que dice Kira es cierto y el día indicado mata a esos mafiosos, será una oportunidad irrepetible - dijo Light. - Es cierto que sus métodos son discutibles, pero el plan es bueno.

-Ya te digo - rió Ryuk.

Todos le miraron sorprendidos, no le habían visto antes. Light y Himeko tuvieron que fingirlo.

-Qué bicho más feo - murmuró la joven.

-Himeko Seigi, podría matarte - le recordó.

-Hija, no le enfades - murmuró su padre.

-Perdone, señor Shinigami - se disculpó haciendo una reverencia.

-Pero si irrumpimos ahí y abrimos fuego y ellos responden... ¿qué hacemos? - Preguntó Ide, volviendo al tema que estaban tratando.

-Ide, piensa, nosotros tenemos ventaja - intervino Matsuda. - Por eso nos está siguiendo este Shinigami. Quiere que hagamos el trato del ojo y así podremos acabar con ellos sin problemas.

-Está bien, yo haré ese trato - dijo Soichiro.

-¿Eh? Ni hablar - respondió Matsuda. - Si alguien debe hacerlo, ese soy yo.

-En primer lugar, todo esto ha ocurrido porque yo entregué el cuaderno - contestó Soichiro. - Desde aquel día, he deseado la muerte y he pensado muchas veces en el suicidio. Lo usaré para matar a esos criminales y, después, al cabo de 13 días, yo moriré.

"Aunque papá use el cuaderno, al cabo de 13 días no morirá y descubrirán que la regla es falsa", pensó Light.

Himeko miró de reojo a su marido, sin ver un ápice de emoción en su rostro.

JUDAS 🍷 Light YagamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora