Sporadic $ex

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¿Estoy listo?

Me miré al espejo y personifiqué a Marcus. Por un momento me metí en el papel y mi mirada cambió... De la maleta saque una pijama de satín en color Borgoña y apliqué perfume solo en puntos específicos. Mi cuerpo estaba totalmente depilado y preparado para entregarlo, así que con un último respiro, salí del baño.

Las luces de la sala ya estaban apagadas, miré la hora en el reloj de la pared: eran más de las dos de la madrugada.

De una de las habitaciones salía luz por el espacio de abajo y algo de música se escuchaba. Tragué saliva y empujé, siendo recibido por los ojos de Jungkook, los cuales me miraron con curiosidad.

Él estaba acostado en la cama, parecía que también se había duchado y esta vez no llevaba camisa así que pude apreciar mejor su perfecto cuerpo y sus alucinantes tatuajes en un brazo. Le bajó un poco el volumen al enorme televisor de al menos ochenta pulgadas y sonrió.

— Linda pijama — dijo mirando mis piernas.

Caminé hasta donde estaba y me senté en la orilla de la cama, levantó la cobija y me invitó a meterme con él — Gracias... Tenía algo de frío — dije temblando. Pero no precisamente por el frío.

Acomodó nuevamente mi cabello hacia atrás y dijo — ¿Qué haría Jhon en mi posición?

Sonreí y bajé la mirada al fino collar que caía de lado en su cuello, levantando una mano para tocarlo.

Él permanecía tranquilo, dejándome explorar — ¿Cómo te sientes?

— Muy raro — respondí.

Otra vez me levantó el rostro por la barbilla — ¿Quieres esto? — preguntó y yo asentí — quiero oírlo...

— Sí... Sí quiero.

— Dime lo que quieres.

Vamos Marcus... Ayúdame.

— Quiero hacerlo, quiero estar contigo.

— ¿Qué te folle?

Jodido infierno.

— S-sí.

Mis dos encuentros sexuales habían sido espontáneos, uno fue en mi casa, surgió de pronto y otro fue con un desconocido, con quién terminé en un hotel barato. Esta vez era algo hablado, de mutuo acuerdo y eso lo hacía aún más difícil.

Giró, quedando encima; entre mis piernas. Jadeé sorprendido — Desde que ví tus fotos no pude hacer otra cosa que imaginar cómo luciría tu lindo rostro, rojo y gimiendo debajo de mí. Tus piernas gruesas a cada lado de mi cadera, recibiendo cada una de mis embestidas — me hablaba ronco y erótico, sentía que iba a morir.

Metió su rostro en mi cuello y dejó besos y lamidas que me hicieron temblar y gemir, callando de inmediato a causa de la vergüenza.

Abrió cada botón de la camisa de mi pijama, dejando libres mis pezones ya duros y con astucia los atrapó, comenzando a darles atención. Estrujaba, chupaba y mordía. Era una sensación tan deliciosa que no sabía cuánto iba a soportar.

Jungkook movía sus caderas contra mi separación, demostrando como cada vez se ponía más duro y el simple hecho de imaginarlo llenando mi interior, me volvía loco.

Descendió hasta mi vientre sin dejar de lamer, sostuvo la cintura del short y lo bajó, ahora sí dejándome desnudo — Que jodida belleza — ¿Era eso verdad? Yo me sentía muy cohibido y él, en cambio parecía disfrutar cada beso que me daba.

Sacó por completo la prenda y yo cubrí mi rostro con las manos cuando las abrió de par en par, lamiéndome allí... En mi zona necesitada. Metía la lengua y la sacaba, sorbía y chupaba. Mientras me mantenía expuesto. No podía soportarlo, iba a gritar de desesperación. Mi espalda se arqueaba cada vez que su lengua entraba y en un momento se detuvo y subió a mi rostro.

PRECOP  - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora