PRECOP - KOOKMIN

Hard Work

  ¿Por qué lo que hace mal se siente tan bien?

...

Jungkook salió del ascensor y buscó la puerta de entrada al gimnasio. La empujó y entró, viendo a lo lejos como el hermoso culo de Jimin brincaba cada vez que sus pies tocaban el piso, mientras corría en la caminadora.

Entrecerró los ojos y puso seguro, dejando su bolso encima de una máquina.

Poco a poco se fue acercando, colocando ambas manos a los lados para subir detrás del más bajo y seguirle el ritmo.

Jimin gritó del susto y apagó la caminadora — Casi me matas — dijo en un hilo de voz. Llevando una mano a su corazón — ¿Qué haces aquí?

Jeon lo sostuvo por la cintura y lo hizo doblar contra la pantalla digital — ¿Pensaste que no vendría? — le acarició las nalgas, apretando a su paso.

— J-jungkook... Por favor.

— ¿Por favor qué? ¿Sabes lo lindo que te ves sudando y con las mejillas así de rojas? Además qué ese short se te ve tan bien — empujó su creciente erección contra él.

— Mmhg — gimió suavemente.

— Lo pensé mucho antes de venir, y llegué a la conclusión de que me encanta como tu culo me aprieta la polla — lo giró, para levantarlo. Haciendo que cruzara las piernas en su cintura, dejando la espalda contra la máquina.

— Seguramente eso le dices a todos los que te coges — seguía molesto pero estaba mas caliente que eso.

Jungkook sonrió — No suelo ser tan predecible.

— ¿A qué viniste?

— A follarte.

— ¿Y si yo no quiero?

El pelinegro lo miró directamente a los ojos — ¿No quieres? — empujó su pelvis — siente lo duro que me pusiste en solo minutos, ¿seguro que no quieres que te lo meta aquí?

Santísimo padre creador del universo, Jimin iba a morir.

— N-no...

— ¿No? — le levantó la camisilla y atacó sus pechos de inmediato. Mordiendo y chupando.

— Oh Dios — gimió jalandole el cabello, deleitado. Por supuesto que quería.

Con otra mano, Jungkook le sacó el pene para masturbarlo, sin dejar de succionarle el pezón.

Le importaba un carajo que estuviese sudado, eso lo hacía más sucio y caliente.

Jimin estaba muy excitado, la punta de su fallo lloraba pre semen por montón. Jeon lo soltó — ¿Entonces no quieres? — se burló.

— Eres un jodido hijo de...

El más alto lo cargó y se lo llevó fuera de la caminadora — Claro que quieres.

— Odio cuando eres tan presumido.

— Te encanta — le sacó la franelilla y dejó besos en su cuello mientras le quitaba el short y los zapatos.

— Espera... No podemos hacer esto aquí... Mmmhg.

— Cerré con seguro.

— Dios...

— Te voy a follar muy duro por mentiroso.

Lo giró, dejándolo de espaldas y con la fina camisilla del rubio le ató las manos — ¿Q-qué haces?

— Silencio — lo llevó hasta una silla de altura que había cerca de la recepción y lo hizo sentar sobre sus rodillas, procediendo a subirla hasta el nivel que quiso.