Homesickness

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  Para Jimin no era fácil rechazar a Jungkook. Sus sentimientos claramente no se habían desvanecido de un día para el otro pero tenía que ser fuerte y darse el valor que merecía.

— Tardaste demasiado, estaba por irte a buscar — dijo Hoseok, cuando el rubio había cerrado la puerta.

El menor suspiró y se sentó en el sofá — ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?

— ¿Qué pasó?

— Él estaba afuera... Cuando salí a tirar la basura.

— Oh, ¿el sujeto del cual me hablaste?

— Ese mismo hijo de puta — tomó un cojín y se lo puso en la cara. El pelinegro se lo quitó.

— Espera, no te mates. Cuéntame lo que pasó para que estés así.

— Nada, a él le encanta descontrolarme. Parece tener un sensor y justo cuando yo estoy tranquilo, aparece a voltear todo. Lo odio.

— Ambos sabemos que no es verdad, sin embargo, ¿qué te dijo?

— Qué me extraña — lo miró con notable angustia.

Hobi lo atrajo a su cuerpo para darle un abrazo — Vaya... Intento buscar palabras de consuelo para darte pero sé que tú también lo extrañas a él. Pero creo que si no está aquí ahora es porque lo rechazaste ¿Verdad?

— Le dije que no tendríamos una pijamada...

Ambos se rieron en medio del abrazo — Eso fue gracioso.

— Es porque una vez un amigo estaba aquí y él lo echó diciendo que no haría pijamada con él.

— Es un tipo sarcástico.

— Nadie le gana... Pero bueno — suspiró — no estás aquí para hablar de él ni oír mis lamentos. Quedamos en que me enseñarías a hacer una cena deliciosa.

— Es verdad — le despeinó el cabello — andando...

                               ~

Mientras abordaba el avión de vuelta a Japón, pensaba en mil maneras en las que pudo haber convencido a Jimin de volver con él y no las utilizó.

"Es como si mis ataques más fuertes no tuvieran efecto cuando estoy cerca de él" pensó.

Estuvo en su departamento al rededor de las ocho de la mañana. Viajar dos horas en avión de un lado al otro era agotador. Soltó el bolso en el mueble y segundos después sonó el timbre.

Con pereza se paró y abrió. Era su manager.

— Todo es un desastre. No debiste irte así ayer de la rueda de prensa. Nuestra empresa está en boca de todos, las acciones han bajado y tus fans están furiosas.

— Pues que se compren un maldito dildo y se lo metan por...

— ¡Jeon! Ya basta. Te debes a tu público.

— Me debo a mi jodido esfuerzo y talento. Amo a mis seguidores pero me caga que quieran controlar absolutamente todo lo que hago e incluso con quién mierda follo.

— El problema no es con quién demonios estés follando, es que firmaste un contrato en el que se te prohíbe hacerlo público. Eres consciente de como se manejan las cosas aquí.

— ¿Entonces qué quieres que haga? ¿Sabes lo humillante que es sentarme frente a docenas de camaras y pedir disculpas por tener algo con alguien?

— Dilo bien, con un hombre.

— Qué me gusten los hombres no me hace menos hombre — lo miró amenazante.

— Nunca dije eso — exhaló — los rumores de citas con ese chico han disminuido mucho gracias a qué está saliendo con otra persona. Tú, ya que no quisiste salir a dar explicaciones, tienes que desviar la atención con algo.

— Y qué sugieres...

— La próxima pelea es en menos de un mes. Lo mejor será sexualizarte.

— ¿Me saco la polla en medio de la pelea y se la meto en la boca a mi oponente o cómo?

El mayor exhaló frustrado — Ya basta con tu sarcasmo... Usarás un vestuario en dónde se marque tu pene bastante bien. Eso hará que la gente hable sobre eso y ya no más sobre que tenías novio.

— ¿Es en serio?

— Una polémica tapa a otra. Y el sexo es lo que más vende lamentablemente.

— Ok, lo pensaré. Ahora necesito que te vayas, no he dormido absolutamente nada.

— ¿Es verdad que viajaste a Seúl?

— Sí.

— ¿A qué?

— A ver a Jimin...

— Joder, Jungkook...

— Pero no pasó nada. Él no quiere saber de mí

— Y espero que así se mantenga... No estás para tirar tu carrera al caño por un culo.

Se fue y Jeon volvió al sofá. Pensando que no era cualquier culo.

Al cerrar los ojos solo podía pensar en la última vez que estuvieron juntos. Lo mojado que estaba, sus gemidos suaves, sus labios hinchados y es que él odiaba los besos pero con Jimin eran una obsesión desbloqueada. Le encantaba chuparlos, le encantaba su sabor.

Tomó su teléfono y creó un nuevo perfil de Instagram para poder ver el del rubio. La última foto que había subido era de él frente al espejo con el cabello rizado y ropa bastante holgada — Es jodidamente lindo — dijo para sí mismo.

Volvió a su perfil principal y abrió el chat, buscando ese pequeño video que le había mandado hace tiempo en dónde le mostraba el culo en primer plano.

Detalló su piel suave, sus grandes y esponjosas nalgas y entrada tan cálida y perfecta. Mordió su labio llevando su mano tatuada a la zona de su deseo y dió varios apretones.

A lo largo de los años, Jungkook se había caracterizado por ser un hombre muy sexual pero el deseo que le despertaba el rubio estaba por encima de cualquier calor que hubiese sentido.

Agarró el control que estaba en la mesa y cerró las cortinas sistematizadas para volver la luz de su sala más tenue. Liberó su falo y escupió sobre su palma para empezar a masajear.

Lo extrañaba tanto... Quería tanto volver a estar dentro de él.

Jimin era el único con quién había tenido relaciones sin condón y eso lo había vuelto más especial. Sentirlo por dentro era irreal, cada anillo apresaba su falo de manera deliciosa y podía sentir cada parte de sus paredes.

— Joder — hizo zoom al vídeo y dió pausa en el segundo dónde se veía su entrada rosada y fruncida y atrapó su labio entre sus dientes con agresividad mientras se la jalaba más rápido y con más fuerza.

Jeon odiaba masturbarse pero tenía tantas ganas acumuladas.

Ganas que con un solo mensaje podría menguar, metiendo el pene en cualquier agujero, pero él solo quería uno. No podía imaginar a otra persona clavándose su polla que no fuera Jimin y tenía que hacer algo...

Tenía que recuperarlo fuese como fuese.

Su orgasmo llegó rápidamente en un gruñido ronco, llenando su puño y parte de la pantalla del móvil con esperma caliente y espeso.

Lo limpió y se dispuso a tomar una ducha para después dormir. Venían días de mucho trabajo y entrenamiento... Mientras tanto, pensaría en como volver a tener al rubio.









Hola

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PRECOP  - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora