PRECOP - KOOKMIN

Morphine

           Narrado por Jungkook

Creo que... Verdaderamente lo extraño.

  Estaba en el octágono, envuelto en el silencio ensordecedor que había esa noche en el gimnasio junto al olor del sudor y el cuero de los guantes. Mi entrenador me dió las últimas instrucciones, pero apenas y pude escucharlo. Su voz parecía estar a muchos metros de distancia.

Hace menos de un mes, estábamos juntos, riendo y compartiendo nuestro tiempo. Ahora, todo lo que tenía eran recuerdos y un sentimiento constate de culpa. No podía evitar preguntarme si él pensará en mí así como yo pienso en él, si extraña sentirme dentro o al menos extraña mi escasa compañía...

Tal vez si hubiese hecho las cosas de forma diferente...

Mi oponente de práctica estaba frente a mí con sus ojos llenos de determinación.

El árbitro dió la señal para comenzar la pelea y mis movimientos fueron automáticos, el resultado de años de experiencia.

  Mi adversario y yo nos miramos, nuestros golpes y patadas eran como una letanía de fuerza y habilidad. Pero mi concentración se desvanecía, mi mente estaba en otro lugar. Estaba en Jimin.

De repente, mi oponente lanzó un golpe rápido y fuerte para el que yo no estaba listo, mi guardia era baja al igual que mi energía.

El golpe aterrizó en mi costado, sentí un dolor agudo y caí al suelo. El entrenador gritó, pero todo lo que pude oír fue un ruido molesto en mis oídos.

— ¿Qué cojones te pasa?

Toqué mi costilla sintiendo un ardor de mil demonios, como si un puñal estuviese clavado entre mis huesos — Jodido imbécil — claro que culpé a mi oponente de práctica por mi desconcentración.

— No estabas aquí. ¿Qué carajos te sucede? — el entrenador no dejaba de hablar mierdas y yo solo quería que se callara.

Intenté ponerme de pie pero el dolor me cortaba el aire.

— Hay que ir a urgencias — dijo Sohan, y yo solo asentí, apretando la mandíbula.

En la empresa teníamos una zona de emergencias. Allí me revisaron y el diagnóstico fue una maldita costilla rota. A pocos días de mi pelea.

   Maldije a lo alto y volví a mi departamento con una incapacitación médica y de muy, muy mal humor. Habían pasado casi veinte días desde la última vez que ví a Jimin y mi carácter era de perros.

Todo me molestaba y mi cabeza ni siquiera se concentraba en buscar chicos con los cuales follar. Solo podía pensar en él y en su rechazo...

               Narrado por Jimin

  Hobi había llegado a mi vida como un ser de luz. Su compañía era siempre grata y hacia que olvidara por un momento todo lo malo que ocurría dentro de mí.

En el poco tiempo que ha pasado, nos hemos vuelto muy buenos amigos. Es considerado, alegre, respetuoso y sabe escuchar. Es algo que, definitivamente necesitaba.

Sin embargo...

Verdaderamente lo extraño...

Alejarme de Jungkook había sido un reto muy difícil. Pensé que poner distancia me ayudaría, cuando lo que ocurrió fue lo contrario.

Odiaba tanto tener sentimientos tan fuertes por él pero al mismo tiempo me aterraba volver a sentirme insuficiente.

¿Qué me hace falta para que me quiera?

¿Qué actitud tengo que tomar?

Me preguntaba cada día y cada noche frente al espejo, viendo mi cuerpo olvidado por sus manos. Añorando cada tacto y pensando en él de la manera más profunda.

Veintiún días pasaron desde la última vez que nos vimos y sinceramente estaba al borde de la locura. En las noticias anunciaban una pelea que tendría pronto, pero de repente todo se llenó de información sobre una lesión grave que había tenido en un entrenamiento y lo sé... Soy un imbécil, débil y tonto. Pero me preocupé por él.

Fue inevitable...

Quería saber si estaba bien o si le dolía mucho. Jungkook a pesar de todo, era un hombre que siempre estaba solo. Por eso me preguntaba si tendría ayuda.

Tomé el teléfono de inmediato para llamarlo pero así de rápido borré el número. Tenía miedo... Me aterraba volver a caer en sus garras porque muy dentro de mí sabía que era un círculo vicioso.

Sin embargo... Algo pasó y una semana después, cuando se suponía que sería su pelea yo estaba nuevamente sobre su cuerpo, cabalgando su enorme falo mientras sus uñas romas se enterraban en mi carne haciéndome sollozar.

Ahora...

Dile a un adicto que la droga le hace mal y dime qué responde.

C va lentamente...