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           Narrado por Jungkook

La suit que renté era lo suficientemente grande como para dar todas las vueltas que necesitaba, pensando una y otra vez en cómo era posible que Jimin me hubiese echado para estar con otro.

— Cuando dije que me mandara a la mierda después de follar no era de forma literal — dije para mí mismo. Serví un trago más de whisky, ahora sí sintiendo el dolor de mi costilla con más intensidad — maldita sea.

El reloj en mi teléfono marcaba las cuatro de la madrugada y yo era incapaz de quedarme tranquilo. Viajé de nuevo como un imbécil hasta Seúl, con intensión de hacer las cosas bien y escuchar sus puntos sobre nuestra relación y él solo folló conmigo y me botó.

Me pregunto si así se sentía él...

— No me daré por vencido — cerré la botella y me senté en la cama, volviéndome a parar, para caminar de un lado al otro — me lleva el jodido diablo.

Imaginar a Jimin con otro hombre, solo en su casa ya no era tan divertido...

  Terminé por quedarme dormido al amanecer y mi manager me despertó al medio día con una nueva cantaleta y un reclamo por haber vuelto a viajar sin avisarle.

— ¡Estás mando todo a la mierda!

— ¡Estoy lesionado, maldita sea! Déjame aunque sea tener dos días libres.

— ¡Te fuiste a Seúl solo a ver a ese chico! No me quieras ver la cara de estúpido.

— Sí ¿Y qué?

— Espero no salgan más chismes porque te va a ir mal.

— Me importa un carajo — colgué.

En todos los años que llevábamos trabajando juntos nunca habíamos peleado tanto como lo hemos hecho durante estos últimos meses y eso me tenía agotado.

Me levanté de la cama un par de horas después y me dirigí nuevamente al departamento de Jimin. Era sábado, así que esperaba que estuviera en su casa y no con ese idiota...

Por suerte, a penas me bajé del carro de mi chófer, él iba bajando del suyo.

Vestido de oficina se veía muy bien. Ese pantalón negro le ajustaba en las partes exactas y la camisa blanca lo hacía lucir intelectual.

— Te llamaré por si debes venir por mí — le avisé al conductor.

— Entendido, señor.

Ajusté mi pasamontañas y me coloqué los lentes, procediendo a acercarme a él.

— Buenas noches — Joder, me sentía como un acosador.

Jimin me miró y su semblante de sorpresa cambió a uno de alivio. Sonrió y me saludó — Jungkook... No pensaba verte tan pronto otra vez.

— ¿Por qué?

— No lo sé... Solía ser así.

— No pretendo que las cosas sean como antes — dije mientras subíamos al ascensor.

Su mirada era curiosa — Me gusta cuando usas este tipo de gorritos — estiró el brazo y lo tocó. Yo lo sujeté por la muñeca y lo pegué a mi cuerpo.

— ¿La pasaste bien anoche?

Volvió a sonreír — Estuvo bien... Un repartidor me cobró la pizza de una manera poco convencional.

Me cambió el tema, había aprendido mucho. Lo tomé por la cintura y le robé un beso — ¿Tienes tiempo para mí hoy? — no quería dejarle oportunidad al otro idiota de tenerlo.

— ¿Por qué? — la puerta se abrió y él salió primero, dispuesto a abrir la de su departamento.

— Debo regresar pronto a Tokio y me gustaría que hiciéramos algo juntos.

— ¿Cómo qué? — no me miraba, iba dejando cosas por todos lados. El teléfono en la mesa, las llaves en una repisa, el bolso en otro lado.

— Podemos ir a bailar y beber algo.

Volteó para mirarme con los ojos entrecerrados — ¿Es una broma?

— ¿Por qué lo sería?

— Eres un imán de paparazzi's, fanáticos obsesivos y gente con problemas de ira.

Buen punto.

— Por eso estoy ocultando mi cabello y tatuajes hoy. Estuve averiguando y hay algunos lugares bastante exclusivos y privados a los que podemos ir.

Levantó una ceja y tomó una manzana para morderla — No lo sé... No quiero hacer cosas tan comprometedoras.

El pequeño hijo de puta se estaba burlando de mí. Respiré profundamente y sonreí tratando de mantener la compostura y seguirle el juego que había optado por iniciar — ¿Entonces qué quieres hacer?

— Mm... No lo sé.

— Si me dices que te vas a ver con aquel imbécil... — controlate Jungkook.

A él parecía divertirle todo esto y a mí me estaba quemando los cojones.

— Sinceramente dudo que te dejen entrar en un lugar exclusivo usando un pasamontañas y lentes.

— Tengo un contacto. Si me dices que sí, reservaré de inmediato una zona privada para nosotros dos.

— Uy, eso suena como a una cita y ya sabes... Somos casuales.

No podía estarme jodiendo así.

— No te estoy pidiendo que nos casemos... Solo que salgamos a distraernos antes de irme devuelta a Tokio.

Lo pensó — Bien... Llama a tu "contacto" y reserva el dicho espacio. Me ducharé y arreglaré, pero te advierto... Me lleva bastante tiempo el skincare, así que pídelo para dentro de dos horas.

— Vale.

Entró a su habitación y cerró con pasador. Definitivamente se estaba burlando de mí y eso me tenía hiperventilando.

Saqué el teléfono para llamar a mi buen amigo Taehyung y reservar un espacio privado en el Sensextion.










Este tipo de capitulos me divierten mucho jajaja punto y les doy otro cap en un ratito.

Por cierto, de qué parte del globo terráqueo me leen?

PRECOP  - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora