Confessions

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   Para Jungkook siempre había sido facil tener sexo y desaparecer. No importaba si el chico le parecía lindo. Una vez obtenía lo que quería, se iba.

Con Jimin todo era diferente, no quería dejarlo pero sabía que tenía que volver a Japón. Su manager estaba a punto de colapsar a causa del estrés y él debía prepararse para su próxima pelea.

El dolor en su costilla era casi inexistente y puede que haya exagerado un poco para tener algunos días de descanso y poder ir a ver al rubio.

  En la madrugada del domingo estaban volviendo al departamento, después de haber tenido intimidad incontables veces.

Mientras Jungkook conducía, Jimin iba dormido en su asiento, totalmente agotado. Verlo así le daba ternura y pensaba en que tal vez, podía llegar a un acuerdo con la empresa para tener algo más formal con él. Sin embargo, ¿él así lo querría?

No habían tenido oportunidad de hablar sobre sus sentimientos y es que tampoco sabía cómo hacerlo.

Jamás había estado en esa posición. Nunca le había dicho a nadie que lo quería y tenía mucho miedo de cómo Jimin fuese a reaccionar.

Al llegar al departamento, estacionó el carro y bajó al pequeño en sus brazos. Sacó la llave de su bolsillo y abrió, llevándolo directamente a la cama. Quitó sus zapatos y le sacó la ropa.

El más bajo estaba inconsciente del cansancio y de todas las rondas de sexo. Y aunque él también lo estaba, le importaba más que Jimin estuviera cómodo.

Tras dejarlo acostado, salió a la sala y revisó los mil mensajes que tenía de su manager histérico.

— Hola — lo llamó.

— Estoy pensando en renunciar...

— Tomaré un vuelo de vuelta hoy en la noche.

— No puedes seguir comportándote así. Es agotador.

— Lo sé... Es solo qué — miró a la habitación del rubio — creo que me he enamorado — confesó con el corazón acelerado y un leve rubor.

— No me jodas, Jungkook ¿Con cuál de las dos cabezas piensas que te enamoraste?

— Sinceramente con ambas... Eso es lo que me tiene distraído. Si tú piensas que es agotador seguirme el ritmo, imagínate para mí estar viajando de un lado al otro y de hacerlo a escondidas. Si todo sigue así, él se cansará de mí y me mandará al demonio.

— Y creo que eso sería lo mejor. Escúchame, Jeon. Cuando un artista masculino, cotizado y deseado por el público, confirma una relación, pierde una cantidad enorme de seguidores. Dejan de verlo como una posibilidad y eso hace que dejen de esforzarse por su artista.

— No soy un maldito cantante. Soy un luchador... Me debo a mi fuerza y agilidad. Los fans que sigan de mi lado lo harán porque de verdad admiran lo que hago y los que no, se irán porque realmente nunca lo fueron.

— ¿Entonces quieres hacerlo público?

— Todavía no he hablado con él pero me gustaría no esconderlo más. Lo llevaré a cenar esta noche y le propondré algo formal.

— ¿Seguro?

— Sí...

— Hablaré con los directivos.

— Aboga por mí.

— No prometo nada — la llamada finalizó.

Jungkook se quedó pensando por algunos minutos y el sol de la mañana entró por las ventanas. Estaba muy cansado, sobretodo mentalmente.

PRECOP  - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora