Broken cup

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   Dos horas y veinte minutos es el tiempo aproximado que se demora un avión en viajar de Seúl a Tokio.

Superar miedos e inseguridades no tiene un tiempo estipulado...

Los impulsos eran los que controlaban las acciones de Jimin últimamente, por eso, ahora se encontraba a punto de tocar la puerta del departamento de Jungkook, sabiendo lo que le esperaba del otro lado.

Levantó la mano y la volvió a bajar, su corazón latía rápido y los nervios se apoderaban de sus pensamientos.

Estuvo a punto de irse de vuelta al hotel en dónde se había quedado hace cuatro horas, meditando si verdaderamente estaba listo, cuando la puerta se abrió y ante sus ojos quedó aquel hombre que había llegado a desestabilizar todo a su alrededor.

— ¿Pensabas irte?

— ¿Cómo supiste que estaba aquí?

— Creo que el vigilante llamó para avisar y también tengo una cámara — señaló al marco de la entrada — justo ahí.

El rubio bajó la mirada y asintió — Bueno... Ya llegué.

— Vamos — ladeó su cabeza.

Dentro, había música puesta, varias botellas y algunas cosas para comer.

— ¿Y tu amigo?

— Debe estar por llegar también, ¿quieres beber algo?

— Sí, por favor — definitivamente lo necesitaba.

Jungkook le entregó un vaso de cristal con "Whisky a la roca" y se sentó a su lado — ¿Estás nervioso?

— Un poco — afirmó antes de beber.

— La pasaremos bien. Solo quiero que sepas que esto es una fantasía, todo se basa en disfrutar el sexo, sin celos ni malos entendidos, ¿vale?
— le apretó el muslo y Jimin asintió.

Algunos minutos después, el timbre sonó y Jeon se levantó a abrir.

— Hola... — se escuchó una vocecita. El mayor se removió para mirar como el otro chico le daba un abrazo al más alto.

Sí, se parecía a él pero lucía seguro de sí mismo, vestía de forma más irreverente y sonreía.

— Oh, tú debes ser Jimin — se acercó, saludando con un beso de mejillas — Jungkook me habló de ti.

Él simplemente asintió y se levantó a tomar otro trago.

— Házle uno a Su-Woon, por fa — pidió el pelinegro, sentado al lado del más bajo mientras conversaban y le preguntaba cómo había estado su viaje.

Jimin golpeó con la lengua su mejilla, preparó los tragos y los sirvió, sentándose junto a ellos en el enorme sofá.

— Cuando me escribiste no lo podía creer. He seguido tus peleas por varios meses y sin duda eres el mejor.

Jeon sonrió — Me halaga mucho.

— Por eso no dudé ni un solo segundo en decirte que sí.

— Es bueno que así haya sido...

El tiempo comenzó a pasar mientras los tres bebían y escuchaban música. Jimin era el más callado, detallando cada gesto del pequeño que parecía ser su hermano pero en versión mejorada y sin traumas.

De un momento a otro, Su-Woon pasó su mano por la entrepierna de Jungkook y dió un apretón — Siempre veía como tu pene se remarcaba en los shorts que usabas para pelear y me preguntaba si sería así de grande como parecía.

PRECOP  - KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora