PRECOP - KOOKMIN

Jealousy

  Se dice qué:

La atracción sexual es como un rayo de luna, brillante y electrizante, una chispa que enciende el deseo. Es una fuerza primitiva, un juego de sonrisas y una necesidad ardiente de tocar y ser tocado. Es un impulso que nos lleva a querer acercarnos a alguien, a sentir su piel contra la nuestra, a explorar su cuerpo y a compartir momentos de intimidad. La atracción sexual es una llama que arde intensamente pero que puede extinguirse tan rápido como se encendió.

Por otro lado, estar enamorado es como un amanecer, suave y cálido, lleno de luz y color. Es un sentimiento profundo que nace en el corazón y se extiende hasta el alma, un lazo que une a dos personas más allá de la atracción física. Cuando estás enamorado, te importa la otra persona, su felicidad se convierte en tu felicidad y su dolor en tu dolor. Quieres conocer sus pensamientos, sus sueños, sus miedos y sus esperanzas. Quieres estar con él en los buenos y malos momentos, y estás dispuesto a hacer sacrificios. El amor es una llama que arde suavemente pero que puede durar toda la vida.

Es importante recordar que ambos sentimientos pueden coexistir y complementarse. La atracción sexual puede ser el inicio de un amor profundo, y el amor puede alimentar el deseo sexual. Pero también pueden existir por separado, y eso está bien. Cada persona vive y experimenta estos sentimientos a su manera.

En este caso tenemos a Jungkook, quien Definitivamente se guía por el sexo y la atracción. Es un hombre carnal y físico.

Luego está Jimin, qué, a pesar de que también es muy sexual, sus emociones son las que mueven su andar.

Ambos son diferentes pero con una sola cosa en común; los dos se tienen las mismas ganas...

                                ~
  Los días pasaron rápido, Jungkook había prometido ir a final de mes a Corea a ver al rubio y este no podía estar más emocionado. Se mentalizó en no decir o hacer nada imprudente y tratar de disfrutar lo que viniera.

Sin embargo...

Jimin entró a la tienda de conveniencia, para comprar algunos productos de limpieza y en su búsqueda de los artículos chocó con alguien.

— Oh, disculpa, por favor, no te vi — dijo el otro chico, agachándose para recoger el jabón que se le había caído al rubio.

— No te preocupes, yo también iba distraído — cuando ambos se levantaron, solo uno de ellos sonrió.

— Jimin — era el muchacho del trío.

— Su... — trató de recordar el nombre.

— Su-Woon. ¿No me recuerdas?

— Sí, lo siento, solo no quería decir mal el nombre — el estómago se le revolvió.

— Es bueno verte, estoy de paso por aquí.

"Jungkook viene mañana y casualmente él también está en Corea" — pensó, sintiendo celos.

— ¿Y qué haces por estos lados? — preguntó fingiendo amabilidad.

— Vine a hacerme una cirugía, hay algunas cositas en mi nariz que me molestan — sonrió.

"No preguntes, Jimin, no preguntes"

— Tu nariz se ve bien — forzó una sonrisa — ¿Y cómo les terminó de ir? — claro que preguntó.

— Me fuí de su casa antes de que amaneciera, la pasamos bien aunque hubiese sido mejor si te quedabas.

— Seguro no hice falta — tenía tanta rabia...

— Fue difícil para mí porque él estaba enojado cuando te fuiste. Creo que descargó su furia con mi cuerpo — sus mejillas se tornaron rojas y Jimin solo pudo pensar en la jodida follada que seguramente le dió.