1- TESTAMENTO

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La vida puede demostrarte cada día en manos de personas a las que amamos y, que nos deberían amar por sobre todo y todos, sin dañarnos de manera alguna. Pero con cada golpe nos recuerda que no todos nacimos para ser queridos.

Ser abusada psicológicamente y físicamente por mi tía, recordándome cada día que pasa; que mi madre me abandono, mi padre es un bueno para nada que lo poco que gana es para su vicio, culpándome por dañar su matrimonio. lo que me preguntó es ¿cómo una niña de solo cinco años puede dañar un matrimonio y ser la culpable de que su madre la allá abandonado?

Me duelen las rodillas de estar arrodillada por más de una hora rezando, por tomarme el atrevimiento de sonreír al prometido de mi tía agradeciendo el caramelo que me había regalado, es el único que se le nota un leve interés por lo que sucede con mi insignificante vida.

Como si estuviera viendo lo mismo una y otra vez cierro los ojos sintiendo el caliente del chillo en mi espalda, el sonido ocasionado al tener contacto el metal caliente, previo en las llamas de una vela en mi piel es escalofriante, doloroso. Mi padre ve como mi tía me está torturando y no se inmuta, el nudo en mi garganta dificulta mi respirar, verlo alejarse tomado otro sorbo de la botella de licor en su mano. Sumando las palabras de su hermana donde me advierte

¿por qué está actuando de esta forma tan atroz contra mí?

—Esto es para quemar todo pecado arraigado en tu cuerpo, en tu mente. No tienes permitido hablar con hombres eso es de vagabundas, de mujeres promiscuas. Eres igual a tu madre.



                                                                                      ***

La voz de Melquiades el abogado del sr William me devuelve a la realidad, una realidad donde me veo sola en un mundo que me odia y no tiene nada deparado para mí, más que dolor.

¿acaso debiera estar acostumbrada?

¿puede un ser humano vivir toda una vida en el dolor del llameante sufrir, ver el desprecio de los que te rodean?

Es una respuesta a la que aún no le encuentro respuesta alguna.

Recordando que la soledad ha vuelto a cubrir mi carne, haciéndome sentir su frío hasta calar lo más profundo de mis huesos.

Con la mirada fija en el suelo para no pecar al estar los tres hombres frente a mí. Sintiendo su mirada traspasar la débil coraza que un hombre quiso endurecer sin lograrlo. William O 'Kelly me amo como ese padre que nunca fue el hombre y la mujer que me dieron la vida.

—Es momento de empezar con la lectura del testamento Celeste — negué a las palabras de Melquiades, aferrándome al largo de mi vestido blanco.

—El no volverá, sé que no será igual — hizo una pausa, tal vez buscando las palabras correctas o quizás bajando el nudo de la garganta que le tenía los ojos levemente húmedos — pero sabes que puedes contar conmigo, siempre seré tu hermano mayor ¿sí?

Me atreví alzar la vista encontrándome con los húmedos y negros ojos de Efrat, acuclillado a mi altura. Lo abrace sin poder evitar llorar por la partida del mejor de los hombres. Quedé horrorizada al quedar de frente a la mirada acusatoria, dudativa e iracunda de Piero. La voz de Melquiades anunciando el inicio de la lectura, un silencio colectivo se formó en el despacho que siempre ocupo la única persona que me ha amado en este mundo.

Podía sentir la mirada cargada de Piero, siempre me culpo de la separación de sus padres sin permitirle a William que le aclarara el verdadero motivo de tal acontecimiento, desde ese día me sentí culpable por la lejanía de padre e hijo.

En toda la lectura mantuve la mirada fija en mis piernas, sin atreverme a mirar a algún punto en específico. Lo que menos quería era dar una mala impresión a los hombres allí presentes.

Mis manos tomaron vida propia sosteniendo un retrato del Sr William que reposaba en la mesa a mi lado, adorando su sonrisa genuina, su amor sincero como el padre que siempre pedí en mis oraciones por horas tener.

—Esto es inaceptable!!! — refuto Piero visiblemente rabioso, dando un golpe al escritorio que me sobresalto.

—Piero cálmate esa es la última voluntad de papá, en que te afecta que Celeste siga viviendo en la mansión.

Argumento calmado Efrat, quien siempre me acogió en su familia sin saber en un principio todo lo que embargaba mi vida y el motivo de que su padre tomara la decisión de que viviría en su casa. Lo que su esposa tomo como arma para acusarlo y acusarme de su separación.

Melquiades prosiguió con la lectura. Donde el final me sorprendió como al menor de los O'kelly.

—Ahora también es heredera del buffet y todos los bienes de mi padre y a nuestra madre — señalo a Efrat que negó por su actitud —. Solo le dejo una miserable mensualidad.

—Con la que seguirá dándose los lujos que acostumbra —. Contraatacó Melquiades.

—Yo-yo, renunció a todo, no quiero nada, lo que quiero la vida no me lo devolverá, para ustedes es importante lo material y lo comprendo, su padre lo trabajo con esfuerzo por años y les pertenece y llega, y llega — tartamudeé tomando las fuerzas para proseguir — una aparecida de un día para otro llego a perturbar su mundo, pero a mí, su padre me devolvió las ganas de vivir y de seguir luchando por mis sueños. Ahora se marcha dejando un sin fin de recuerdos hermosos y un vacío que, lo que usted reclama no podrá llenar en mí. Así que renuncio a todo.

La mirada de los hombres sobre mí, me altero al punto de sentir mis manos temblar. Mas por lo penetrante de la mirada de Piero que se sentía como un depredador a punto de atacar a su presa. Era exactamente como me sentía. Una frágil presa ante su depredador.

—No puedes renunciar Celeste, cualquiera de ustedes tres que renuncie a lo dicho en este testamento —Melquiades se froto la cien exhausto — todo lo mencionado pasará a manos de la beneficencia.

Negué, por tener el conocimiento de cuan amor sentía por su empresa, al hablar con orgullo, por todas las generaciones de su familia que vivieron en esa misma casa. Deslice mis dedos por la foto buscando una respuesta que nunca obtendría de su parte.

—Puedo vivir en la casita del jardín — sonreí pensando que sería una buena solución, al ver como Efrat me miraba con ternura al igual que Melquiades. Siempre fue el efecto que causé en las personas, ternura y lástima al tener un poquito de conocimiento de mi padecer —. No les molestare, no saldré, solo para ir a la universidad — proseguí efusiva, sentimientos que se transformó en temor al ver el rostro contraído de Piero. A excepción del Sr William, Piero nunca me miró con lástima aun cuando me veía llorar en brazos de su padre, todo lo contrario, su mirada era tan profunda que podía sentir la traspasar cada capa de mi ser.

Un nuevo e incómodo silencio envolvió el despacho, como defensa llevé la foto a mi pecho susurrando para mi ¡Por qué me dejaste sola en un mundo donde no me hallo!



HOLA, MIS AMORES ESTOY DE NUEVO POR AQUÍ CON UNA NUEVA HISTORIA, LA CUAL ESPERO DE CORAZÓN SEA DE TODO SU AGRADO, ES UNA HISTORIA QUE HE ESCRITO CON EL CORAZÓN Y ARRAIGA UN GRAN SENTIR.

ESPERO LA DISFRUTEN LEYENDO CÓMO YO LA DISFRUTE ESCRIBIENDO.

DÉJENME SABER QUE LES PARECE EN LOS COMENTARIOS Y LES AGRADEZCO QUE LE DEN A LA ESTRELLITA. 

LA PUREZA DE SU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora