21-PETICIÓN

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Celeste

El no poder conciliar el sueño, si no estoy envuelta en sus brazos, dónde mi pequeño cuerpo se pierde por completo.

Decir que no he soñado con que despertáramos así siempre, sería mentir, pero sé qué decirle mis pensamientos sería asustarlo.

Sentir su hombría en mis pompas, me avergonzó un poco, pero el roce era electrizante, viniendo a mi mente qué la noche anterior me vio casi desnuda por completo, y lo que fue peor, es que todo lo que me hizo sentir me gustó.


***

Estoy por terminar la carrera gracias a que con mi esfuerzo me adelantaron un año, lo que este año, en tan sólo unos meses si paso el examen me recibiré. Si William estuviera, para verme graduar.

Llego al buffet, me encaminó a la oficina de Melquiades, toco a la puerta entrando luego que me autorizara su permiso. Al verme se incorporó, saludándome con amabilidad como siempre, le entregué las galletas recién horneadas y no dudo en probarlas de inmediato.


—Sr. Melquiades, quería verlo para comentarle algo muy extraño que está ocurriendo en la mansión, para ser exacta en la habitación del Sr. William.

Una leve tos se apoderó de él, al punto de tener que tomar agua.

—He encatrado los espejuelos y el libro que él estaba por terminar, su puro encendido — el hombre tras el escritorio me escuchaba atento y a veces refunfuñaba entré los dientes — y en la última oportunidad fueron unos golpes en la pared, que nos alertó.


Traté de desviar la cara para que no viera lo incómoda, de solo recordar y estar contándolo, por supuesto emitiría esa parte.


—Los alerto, ¿A quiénes?

Haciendo nudos con el largo de mi vestido color esmeralda.

—A Piero y a mí, no crea qué estamos locos, enserio hemos encontrado todo esto como si el siguiera ocupando la habitación.

—No linda nunca pensaría que lo estas, por lo contrario, el loco es otro — Esto último lo dijo en un susurro.

—¿Quién?


Negó comió otra galleta, dando las gracias y elogiando mi labor de pastelera, que más que eso sólo evadió el tema sin decirme lo que pensaba al respecto.

Luego de aclarar mis dudas educativas ya que él era mi mentor para mi tesis, le di las gracias y salí con la intención de sorprender a Piero.

¿Y si le molesta que venga a importunar a su trabajo?

Paula me anunció y muy amable me permitió el pasó, no pude pensar en lo qué paso entre ella y Piero, pero a veces la inseguridad me gana, y más cuando se de sobra que ha intentado dar ese paso conmigo y yo lo he frenado.

¿Se alejará de mi por evitarlo tanto?

<< ¡Si es así es por qué no me merece!>>

Recite una de las frases que me repite Naira hasta cansarme.


Toqué y con la mano aun suspendida la puerta se abrió, dejándome ver un Piero pulcro, con un traje gris y camisa blanca, la corbata con un perfecto nudo, lo que más me gusta es que con ese color de piel canela todo le queda bien. Por lo menos todo lo que le he visto por ahora.

LA PUREZA DE SU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora