Ese hecho, me recordó las veces que discutí con papá por insinuar que ella fuera parte del buffet.
Tal vez está estudiando abogacía por agradecimiento, ya que lo que en realidad le gusta es la fotografía, sea cual sea el caso la apoyaré.
La vi salir del baño envuelta en una toalla, no pude evitar repasar todo su cuerpo, mucho más esas partes visibles. Al llegar a su rostro estaba sumamente roja y con los labios presionados.
El hecho de saber que bajo de esa toalla no hay nada más que la cubra, la incomodidad en mi pantalón se hace presente, por lo que camino a la salida.
Lo que menos quiero es qué piensas que soy un enfermo, que no puedo controlar sus más bajos instintos.
—Usa algo cómodo, quiero llevarte aun lugar—. Logro decir antes de salir y la veo afirmar, sumando una sonrisa.
Nunca en la vida de mi adultez, me había pasado, el deseo, las ganas de hacerla mía están consumiendo, pero, por primera vez quiero actuar cómo un hombre y no un desgraciado que sólo piensa en su único placer.
Bueno, en mi defensa siempre fui sincero con las mujeres con las que me acosté, ellas sabían lo que buscaba, placer por una noche y nada más.
Luego de una necesitada ducha fría, la espero fuera.
En verdad pensé que saldría en uno de sus usuales vestidos, no me desagrada, por lo contrario. Ella se ve hermosa con todo lo que use.
Sale con unos pantalones y una blusa de tirantes, se ve sencillamente hermosa. Su sonrisa y el carmis de sus mejillas, hacen que mis piernas tomen vida propia, llegando a ella besando sus labios.
—¿Adónde nos dirigimos? — curioso.
Luego de unos minutos conduciendo, pregunta curiosa, su verdosa mirada tiene ese brillo tan particular que posee.
—Pronto lo sabrás — asiente.
Luego de casi una hora llegamos a la casa del lago donde solíamos venir con mis padres y mi hermano los fines de semana. Hay tantos momentos hermosos que recuerdo y atesorare por siempre.
—Es hermoso aquí—dice al salir del coche, mira a su alrededor encontrándose con mi mirada—debe tener muchos recuerdos hermosos en este lugar ¿Verdad? — No fue una pregunta si no una afirmación.
Yo pensando en no hablar de mis recuerdos para no incomodarla.
—Si, muchos...
Desayunamos juntos sin musitar palabra, un silencio acogedor, los dos sentados frente al lago. Le doy gracias a Doris por preparar estas delicias.
—Estudias abogacía por papá O ¿Me equivoco? —Sus ojos se abren a más no poder.
—Hay un poco de eso, pero la verdad le tome gusto a medida que la estudiaba, de lo que me arrepiento es no habérselo dicho —. Un tinte de tristeza se percibe en sus palabras.
—Bueno, no creo que se lo hayas ocultado muy bien, si yo lo descubrí tal vez el igual.
—¿Lo crees? — El asomo de una sonrisa se dibujó en su rostro, reflejando el acto en sus ojos.
Me encogí de hombros, dejando esa posibilidad abierta.
Las charlas con Celeste a pesar de que somos de edades diferentes son entretenidas y con sentido. No vacías y frívolas.
ESTÁS LEYENDO
LA PUREZA DE SU MIRADA
Short StoryUna mirada inocente, puede llevarte a pensar en los más puros pensamientos hasta los mas oscuros, arraigando sentimientos inimaginables por esa persona. ¿Pobra más el amor que el rencor infundado? ¿Será la dulzura, la ingenuidad el arma más poderosa...