Fueron muchas horas de viaje y ya estaban de regreso en la Ciudad de México, lógicamente estaban muy cansados. Llegaron a la central y comenzaron a bajar sus maletas, los cuatro adultos miraban a sus hijos.
-Parece que nuestros hijos lograron llevarse muy bien- dijo la mamá de Oscar.
-Si- dijo Joaquín-. Parece que la amistad de ellos será inseparable, así que pueden visitarnos de vez en cuando.
-Por supuesto, ustedes también pueden visitarnos cuando quieran- dijo el papá de Oscar.Ramiro y Giulietta ya se habían despedido de Oscar, así que se alejaron para dejarlo solo con su hermano porque necesitarían estar solos. Oscar y Sebastián se miraban de una tierna manera, el primero acarició su mejilla y notó su preocupación.
-Tranquilo, verás que todo va a salir bien- dijo Oscar-. Oye, ¿te late si salimos después?
-Claro, es buena idea- dijo Sebastián-. De verdad no quiero dejar de verte, Oscar.
-Yo tampoco, Sebas. Te has vuelto en alguien especial en mi vida.Ambos se dieron un abrazo, Oscar le dió un tierno beso en la mejilla y se fueron con sus familias, un nudo se formó en su garganta pero era por lo que pasaría al regresar a casa, Ramiro y Giulietta al notar eso abrazaron a su hermano.
-Tranquilo, hermano- dijeron-. Vamos a estar para apoyarte en ese momento.
-Gracias hermanos, no saben lo importante que es esto para mí- dijo Sebastián.Llegó el Uber que los llevaría a casa, durante el camino Emilio miraba por el retrovisor y miraba a su hijo Sebastián quien se mostraba triste, eso ya era extraño.
-Hogar dulce hogar- dijo Joaquín cuando llegaron a casa-. Muy bien niños, a bajar maletas.
Todos bajaron sus maletas y comenzaron a entrar a la casa, ya se sentía muy diferente el ambiente. Sebastián al entrar sintió la falta de aire y no pudo contener las lágrimas que salió corriendo a su cuarto.
-¿Qué tienes, hijo?- preguntó Joaquín y el joven se encerró-. Hijos, ¿saben qué le pasa a su hermano?
-Si, pero es mejor que lo escuchen por parte de él .
-Bueno, vayan a desempacar y su ropa sucia la echan al cesto.El resto de la tarde estuvieron desempacando hasta que cayó la noche. Joaquín había encendido la chimenea de la sala y Emilio llegaba con dos tazas de café, pasarían un ratito solos después de unos días fuera de casa.
-¿Ya se durmieron?- preguntó Emilio.
-Cayeron rendidos, más que cuando estuvimos en la playa m- dijo Joaquín-. Mi amor, de verdad tenemos que hablar con Sebastián, está bien, pero me preocupa lo pasó cuando llegamos.
-Ya lo sé, mi amor. Hay que darle tiempo, mientras dame un beso.Joaquín sonrió y se fueron un beso, ya estaban en casa.
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Familia Halcón
FanfictionEmilio y Joaquín lograron formar una bonita familia junto a sus trillizos. Pero ahora sus aventuras les tocará vivirlas junto a ellos