Familia Halcón

5

A la mañana siguiente los Osorio Bondoni ya habían bajado a desayunar, a pesar de que el restaurante era buffet no comerían mucho ya que no querían ponerse mal del estómago.

-Que bonito es el lugar- dijo Giulietta mirando por la ventana del lugar donde se habían sentado.
-El hotel está muy pegado a la playa, entonces podemos estar en ambos lugares al mismo tiempo- dijo Sebastián.
-El día de hoy podemos hacer lo que sea y mañana comenzamos con una serie de actividades divertidas- dijo Emilio-. Lo importante es divertirnos.
-Y estar en familia- dijo Ramiro.

Los cinco se abrazaron y eso merecía una bonita foto familiar que Emilio subió a sus redes, le encantaba presumir a su familia.

Desayunaban tranquilamente, los trillizos reían al ver lo cursis que eran sus papás pero les encantaban verlos enamorados. Ramiro miró a algún punto en específico cuando reconoció a alguien.

-Sebas, ¿ese no es el chico con el que ibas en el camión?- preguntó el joven.

Sebastián volteó hacia donde le indicaba su hermano y si, ahí estaba Oscar sirviéndose algo de desayunar. Una sonrisita apareció en su rostro y disimuladamente se levantó de la mesa.

-¿A dónde va tu hermano?- preguntó Joaquín.
-Iba a servirse algo de beber- dijo Ramiro sabiendo a lo que realmente iba su hermano.

Sebastián ya estaba cerca, sonrió al ver lo guapo que se veía con su ropa fresca. Disimuladamente tomó un vaso para servirse algo de beber, Oscar sintió su presencia y sonrió al ver que se trataba de él.

-Hola Sebastián- lo saludó.
-Hola Oscar- devolvió el saludo-. ¡Wow, que coincidencia que nos hayamos instalado en el mismo hotel!
-¡Lo sé! ¿Cuánto tiempo te quedarás?
-Una semana ya que uno de mis papás quiere que visitemos muchos lugares.
-Espero que el tiempo que estemos aquí hagamos algo divertido, claro, fuera de los planes con tu familia.
-Claro, sería divertido.

Ambos jóvenes regresaron a sus mesas, Sebastián se sentó en su lugar y comenzó a tomarse su bebida con algo de nervios, sobretodo al sentir las miradas de su familia sobre él.

-¿Estás bien, hijo?- preguntó Emilio.
-Si papá, ¿por qué?- dijo Sebastián.
-Estás rojo, hijo- dijo Joaquín tocando la cara del joven-. Y no tienes temperatura.
-No es nada, estoy bien.

Emilio y Joaquín se miraron extrañados por lo que le sucedía a su hijo, Sebastián se sonrojó aún más al notar que sus hermanos lo miraban con picardía pues sabían que el destino quiso que Oscar se hospedara en el mismo hotel que ellos.

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Guapuritas, estos capítulos de las vacaciones van a ser extensos pero les van a gustar jeje.