4

216 20 11
                                    

El autobús ya había llegado a la central de Cancún. Todos los pasajeros comenzaron a bajar para ir a sus hoteles donde se hospedarían. Ya era noche así que casi que llegarían a dormir.

-Sebastián, me dió mucho gusto conocerte- dijo Oscar estrechando su mano con la de él.
-También me dió gusto conocerte, Oscar- dijo Sebastián tratando de no sonrojarse-. Espero volvamos a vernos pronto.
-Lo mismo digo.

Oscar se fue junto con su familia y Sebastián apresuró el paso para alcanzar a los suyos, pero casi enfrente de él estaban sus hermanos cruzados de brazos con una sonrisita chistosa.

-¿Qué?- preguntó Sebastián.
-¿Quién es tu amigo?- preguntó Giulietta.
-No es mi amigo, solo coincidimos en el mismo camión.
-¿Y por qué te pones rojo?- preguntó Ramiro.
-Papá Joaquín, aplaca a mis hermanos.
-¡Niños!- se escuchó la voz de Joaquín.

Riendo se fueron a alcanzar a sus papás, pero aún no querían que el secreto de Sebastián fuera descubierto. Tomaron un Uber y se fueron directo a su hotel. Emilio y Joaquín sonreían al ver a sus hijos muy felices mirando el paisaje a pesar de que ya era noche.

Llegaron al hotel, Emilio y Joaquín fueron por las llaves de la habitación para ya subir junto con sus hijos. La habitación era bonita, tenía una cama matrimonial en la que dormirían los Emiliaco y una litera triple donde dormirían los trillizos.

-¡Wow papás!- dijo Giulietta-. Pensaron en todo.
-Pensamos más en ustedes- dijo Emilio-. Queríamos que los cinco estuviéramos juntos.
-Y descuiden papás, cuando quieran tener privacidad nosotros nos salimos- dijo Sebastián y los otros dos se reían.
-¡Hijo!

Comenzaron a acomodar sus cosas y los Emiliaco ordenaron algo para cenar en la habitación. Sebastián acomodaba unas cosas cuando fue abrazado por sus hermanos y correspondió.

-¿Por qué tan cariñosos?- preguntó Sebastián.
-Ay hermanito, si aún no te sientes preparado no te atormentes mucho y trata de disfrutar mucho las vacaciones- dijo Giulietta.
-Si hermano, tal vez estos días junto a nuestros papás te ayuden a tomar más valor para decirles- dijo Ramiro.
-Tienen razón, eso me ayudará. Es bonito tener unos hermanos como ustedes.
-Niños, ya llegó la cena- avisó Joaquín.

Los cinco cenaban en la cama riendo y platicando de cualquier cosa, lo bonito era que estaban comenzando sus vacaciones en familia.

Familia Halcón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora