Familia Halcón

17

Ya era el último día en Cancún, mañana al mediodía los Osorio Bondoni regresarían a la Ciudad de México así que disfrutarían de ese día al máximo.

-¿A dónde vamos, papás?- preguntaban los trillizos ya que iban con los ojos vendados.
-Ya verán, hijos- dijo Emilio-. Duerman un rato mientras llegamos.
-Uy amor, se van a divertir tanto en ese lugar- susurró Joaquín-. Pero, ¿será buena idea dejarlos solos?
-Si amor, ya tienen 16 años y saben cuidarse.

Joaquín sonrió, le dió un beso a su esposo y se recargó en su hombro para dormir un rato.

Luego de un rato de viaje llegaron, los Emiliaco con cuidado ayudaron a bajar a sus hijos y los guiaban, solo se escuchan risitas nerviosas.

-¿Listos para ver a dónde vinimos?- preguntó la pareja.
-¡Si!- dijeron los trillizos emocionados y las vendas fueron retiradas de sus ojos-. ¡No inventen!
-Si hijos, venimos a Xcaret.

Así es, el último lugar que visitarían sería Xcaret. Los trillizos muy felices abrazaron a sus papás, pues ese era uno de los lugares que más querían visitar. Los Emiliaco notaban mucho el entusiasmo de sus hijos que habían tomado una decisión.

-Bueno niños, sabíamos que les gustaría venir aquí por lo que su padre y yo decidimos algo- dijo Joaquín-. Solo por hoy pueden ir a divertirse solos.
-Pero mantenganse en comunicación con nosotros- dijo Emilio-. A las 6 ya tienen que estar en este punto.
-¡Son los mejores!

Los trillizos abrazaron a sus papás y antes de irse los cinco se tomaron una foto a la entrada del parque. Cerca de allí, Sebastián y Giulietta vieron a Oscar e Isaac con sus familias.

-¡Hola!- saludaron los hermanos.
-¡Hola!- saludaron los otros dos-. Es padre que los cinco estemos aquí.
-¿Quieren venir con nosotros?- preguntó Sebastián.

Oscar e Isaac fueron con sus padres para pedir permiso quienes platicaban con los padres de los trillizos, realmente querían el permiso.

-Está bien, hijo- dijeron los padres de Isaac-. Puedes ir.
-Puedes ir, pero coincido con los papás de tus amigos que estén aquí a las 6- dijo la mamá de Oscar.
-¡Gracias!

Los jóvenes emocionados se fueron a divertir, los adultos solo reían pero les encantaban verlos felices.

-Creo que nuestros hijos se van a llevar bien- dijo el papá de Oscar.
-Pues creo que nosotros también debemos divertirnos- dijo Emilio-. Por cierto, somos los papás de los trillizos.
-Nosotros somos los padres de Oscar.
-Yo nosotros los padres de Isaac.