9

224 22 9
                                    

Giulietta había salido del lugar y se sentó bajó una palmera a romper en llanto.

¿Cuál era el motivo? Sus amigas le habían mandado una foto donde Victor (el chico que le gustaba) besaba a una chica de su misma escuela y presumían que ya eran novios. Le rompió el corazón porque fue el chico que le gustaba desde que entraron a la preparatoria.

-¿Estás bien?- le preguntó alguien.

Giulietta levantó la mirada y vió a un chico de lindos ojos parado frente a ella, a pesar de ello se siguió sintiendo mal y continuó llorando. El joven ya preocupado se agachó a la altura de la chica y levantó con delicadeza su rostro.

-Oye, ¿segura que estás bien?- preguntó nuevamente el chico.
-Perdón, solo que me acabo de enterar que el chico que me gusta ya anda de novio con alguien más- dijo Giulietta-. Y yo me siento culpable porque no tuve el valor de nunca acercarme y hablarle.
-Tú no tienes la culpa de nada y es normal que sientas timidez. Ese muchacho no sabe que perdió la oportunidad de conocer a una linda niña.

Giulietta tenía suerte de que fuera de noche si no aquel chico hubiera notado su gran sonrojo. Por ser la más bonita de su escuela recibía muchos halagos, pero ninguno la había sonrojado hasta ese momento. Ambos cruzaron miradas y se regalaron una sonrisa.

-Gracias, ya me siento más tranquila- dijo Giulietta.
-Así siempre debes estar, con una linda sonrisa y no llorar por alguien que no vale la pena- dijo el joven-. ¿Quieres ir a bailar?
-Claro.

En silencio pero sonriendo regresaron al club nocturno, la presencia del muchacho hicieron que Giulietta se olvidara del asunto de Víctor.

-Ay, que maleducado soy- dijo el joven y ambos rieron-. Me llamo Isaac.
-Yo me llamo Giulietta- dijo la joven.
-Que lindo nombre, único como tú. Perdón, yo diciendo tantas cosas lindas y apenas nos estamos conociendo.
-Descuida, ya estoy acostumbrada.

Entraron al lugar y antes de irse a la pista Giulietta fue con sus hermanos para no angustiarlos, al verla la abrazaron y eso la hizo sentir mucho más tranquila.

-¿Estás bien, hermanita?- preguntaron.
-Descuiden, estoy bien- dijo Giulietta y miró a Oscar-. Perdón, mi hermano ya no me pudo presentarte.
-Descuida, entiendo que te sentías mal- dijo Oscar.
-Para olvidar esta situación vámonos a bailar- dijo Ramiro.

Sebastián bailaba con Oscar, Giulietta con Isaac y Ramiro con alguna que otra chica, pero su corazoncito ya le pertenecía a alguien muy especial.

Familia Halcón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora