Familia Halcón

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Las cosas iban de maravilla en la familia Osorio Bondoni, Sebastián se sentía mucho más libre y como lo dijeron sus padres, ser gay no cambiaba su personalidad. Ramiro era muy feliz estando a lado de su novia Hada, y Giulietta platicando a distancia con Isaac pero comenzando a enamorarse.

Sebastián se encontraba en su cuarto sonriendo mientras miraba su celular ya que mensajeaba con Oscar.

-Hola hijo- saludó Joaquín al entrar.
-Hola papá- devolvió el saludo Sebastián-. ¿Y mis hermanos? Tiene rato que no los oigo.
-Tu hermano ya sabes que con su novia y tú hermana fue a comprar unas cosas.
-Lo bueno que ya casi entramos a clases.

Joaquín estaba orgulloso de su hijo, desde aquel día lo notaba más feliz. Un mensaje llegó al celular del joven y una sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Y esa sonrisa a qué se debe?- preguntó Joaquín.
-Papá, ¿me dejan salir mañana con Oscar?- dijo Sebastián.
-Claro, hijo. Uy, esto ya me huele a amor.
-Ay papá, ¿cómo crees?
-No te hagas que bien los vimos en la playa. Dime la verdad, ¿te gusta?
-Solo porque tú siempre nos sacas la verdad pero... ¡Si me gusta!

Joaquín se emocionó y abrazó a su hijo, pues era notorio los sentimientos de ambos, Sebastián ahora se sentía mucho más feliz que ya no tendría miedo de estar con Oscar que incluso le podría confesar sus sentimientos. Sebastián no se soltaba del abrazo de su papá, pues sentía esa protección que le daba cuando era pequeño.

-Ay hijo, ahora entendemos a tu tío Poncho cuando nos dijo que siempre íbamos a querer que se quedaran bebés- dijo Joaquín-. Que rápido crecieron.
-Pero siempre vamos a ser sus bebés, papá- dijo Sebastián y miró a su papá-. Aunque sería bonito que tuviéramos otro hermanito.
-¿Papá de nuevo? Tampoco soy tan joven, hijo.
-Nunca es tarde para eso, papá.
-Andale, mejor ayúdame a poner la mesa para ahorita que lleguen tu papá y tu hermana, tu hermano comerá en casa de Hada.

Joaquín reía por las ocurrencias de su hijo, pero se quedó analizando aquello y se imaginaba lo lindo que sería volver a tener otro hijo.

La mesa ya estaba acomodada y ya comerían, Giulietta también ayudaba cuando llegó, justo en ese momento llegó Emilio.

-Hola mis amores- dijo al entrar.
-Hola papá- saludaron Sebas y Giulietta.
-Hola mi amor- dijo Joaquín dándole un beso.
-¿Por qué está tan sonriente mi esposo?
-Te platico al rato, es algo bonito.