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Ya había pasado un mes de todos los acontecimientos con los Emiliaco y sus trillizos, el nuevo integrante de la familia ya se notaba un poco más.

Giulietta estaba con sus amigas platicando cuando escuchó sonar su celular, lo revisó y se emocionó al ver que era videollamada.

-¡Isaac me está llamando!- dijo emocionada.
-¡Contéstale!- dijeron sus amigas.
-Hola Isaac.
-¡Hola bonita!- saludó Isaac-. Perdón si estos días casi no hablamos bien, estuve demasiado ocupado.
-No te preocupes.
-Y justo ahorita te marqué porque te tengo una sopresa.
-¿Qué sopresa?

Isaac cambió la cámara y mostró el lugar, era la escuela. Giulietta quedó impresionada al saber que Isaac estaba en la Ciudad de México, lo buscó y a la distancia lograron verse.

-¡Ya te ví!- dijo emocionada.

Muy felices ambos corrieron a su encuentro, se abrazaron e Isaac dió un par de vueltas con Giulietta en sus brazos, sus amigas se emocionaron bastante.

-¡¿Qué haces aquí?!- preguntó Giulietta emocionada.
-La última vez que hablamos mi papá nos dió la noticia que nos mudariamos a la Ciudad de México, pero no pensé que me meterían a la misma escuela que tú- dijo Isaac-. ¡Estoy feliz de volver a verte!

Isaac y Giulietta estaban demasiado felices de volver a verse que no dejaban de abrazarse. Además de las amigas de Giulietta, muchos otros alumnos miraban emocionados esa escena porque la joven era una de las más populares de la escuela. Sebastián y Ramiro iban caminando con sus parejas, los hermanos vieron a su hermana.

-¿Ese es Isaac?- preguntó Ramiro.
-Si, me sorprende que esté aquí- dijo Sebastián-. Si es lo que me estoy imaginando, nuestra hermana va a estar súper feliz.
-Solo controlen sus celos de hermanos- dijo Hada.
-Amiga, si el bebé que viene es niña, ahí es cuando comienzan los celos de hermanos- dijo Oscar.
-En eso tienes razón, amor. Yo me pregunto, ¿con quién tendrá más cuñaditis?

Los cuatro rieron y continuaron caminando, ya que surgieran las cosas lo saludarían. Giulietta e Isaac estaban sentados un momento, el joven tomaba sus manos y no dejaba de mirarla con amor.

-Ay bonita, no dejé de pensar en ti todo este tiempo- dijo Isaac.
-Yo tampoco dejaba de pensar en ti- dijo Giulietta-. Tú eres la única persona que me ha hecho muy feliz.
-¿Quieres ser mi novia?
-¡Claro que si, Isaac!

Ambos se abrazaron con mucha alegría y se dieron su primer beso.

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