GOTTA BE YOU

CAPÍTULO 1

Freen llega en la madrugada a casa empapada con su maquillaje arruinado, débil, sus ojos rojos de tanto llorar, y toma rumbo directo a su habitación.

Una vez dentro, se dirige al baño, llena la bañera e ingresa a esta sin quitar ninguna de sus prendas, y continúa llorando sin parar durante la madrugada.

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Era un nuevo día, pero para ella, era un día que le recordaría lo ocurrido la tarde del día anterior, haciendo de este, un día completamente gris.

Su habitación era un desastre.

La cama desordenada, el piso mojado y prendas de ropa esparcidas en todas partes, mientras ella, estaba sentada en un rincón de la habitación con bata puesta y su mirada perdida.

La empleada doméstica, quien es más como su nana, llamaba a su puerta, pero no recibía una respuesta.


FLASHBACK

Nana: Señorita Freen, (tocaba su puerta) señorita Freen, debe bajar a comer algo, puede enfermarse.

-Sin respuesta.

Minutos más tarde

Nana: (Tocaba nuevamente su puerta) Mi niña, debe comer algo, salir y tomar el sol. Puede enfermarse.

Sus padres llegarán y notarán su ausencia para la cena y eso los enfadaría nuevamente.

-Sin respuesta.

Freen sabía que ese no sería problema. Pues, sus padres, poco notaban su presencia.

FLASHFORWARD


Pasaron varios días, ella no supo cuántos. Solamente lo dedujo debido a que su empleada doméstica llamó a su puerta una vez más para recordarle que en un par de horas debía ir a la universidad, haciendo que Freen, aunque desanimada, se levantara de la cama y abriera la puerta para encontrarse con un rostro de preocupación, pero lleno de cariño para ella.

La empleada al notar el aspecto de esta, decide abrazarla fuertemente escuchando un par de sollozos, toma su rostro y le dice

Nana: (Rompe el abrazo y toma el rostro de la chica) No sé qué te ha sucedido mi niña, pero aquí estoy para ti cuando lo desees.

Freen: Gracias Christine.

La señora Christine la abraza nuevamente. Y al cabo de unos segundos, se separa de ella lentamente

Nana: Hoy comienzas la Universidad, debes ir o tus padres se enfadarán.
Ve a ducharte y ponte más hermosa de lo que ya eres y bajas a desayunar.
Te esperaré. No tardes, podría enfriarse.

Ella trata de ir a la cocina, pero siente una mano sostener su antebrazo girándose para verla.

Nana: ¿Ocurre algo, mi niña?

Freen: ¿Mis padres ya salieron a trabajar o siguen aquí?

Nana: Ellos salieron minutos antes de venir a llamar a tu puerta.

Freen asiente con la cabeza, suelta su antebrazo para entrar nuevamente a su habitación.

Abre su closet para buscar algo sencillo para vestir.
Entra a la ducha y la abre, permitiendo que el agua tibia recorra su cuerpo.
Lo intenta, pero no logra que un par de lágrimas recorran su rostro y se mezclen con el agua. No solo de pensar en lo ocurrido el día anterior, sino, al recordar su relación con sus padres.
Todo parecía acumularse.

Una hora más tarde, sale de su habitación, completamente arreglada. Pues tuvo que tomarse más tiempo para maquillar sus ojeras y el contorno de sus ojos para que no se notase su indisposición.

Al llegar al comedor, su desayuno ya se encontraba servido y puesto en la mesa para ella.
Le costaba comer, pero al cabo de unos largos minutos, terminó tomó las llaves de su auto y lo encendió tomando rumbo a la universidad.


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Al llegar ahí, muchos chicos no dejaban de murmurar sobre lo hermosa que era esa chica, cuestionándose de quién podría ser. Pues no la habían visto antes.

Ella no notaba esas miradas. Su mente estaba completamente en blanco, sin notar que, en el cruce del pasillo, podría chocar accidentalmente con alumno que iba corriendo a clases. Y solo así, pudo regresar sus pensamientos al lugar donde estaba.

Se agacharon a recoger los libros que este traía en sus manos, junto a unos papeles.

Alumno: Discúlpame, venía con mucha prisa y no me fijé que venías y terminé chocando contigo.
¿Te he lastimado?

Él la mira con preocupación, pero al ver un poco más su rostro, se sorprende

En tanto se levantan, esta le responde mientras arregla un poco su blusa y cabello desordenado por el choque.

Freen: No, está todo bien. (Le dice sin mirarlo)

Confirmó que era ella al oír su voz tan inconfundible

Heng: ¡¿Freen?!

Ella asiente, pero al levantar la cabeza y verlo, se sorprende de igual manera al encontrar un rostro conocido en aquel lugar nuevo para ella

Freen: ¡Heng! (No dudó un segundo más, y lo abrazó con efusividad)
¿Qué haces aquí?
Qué bueno verte

El chico, sin romper el abrazo, le responde

Heng: Bueno, me transferí a esta universidad. (Rompe el abrazo)
Busqué opciones para poder regresar a la ciudad, y vi que New York University Institute of Fine Arts era una opción para continuar mi carrera como escultor y bueno, heme aquí.

El brillo en los ojos de ambos era muy notable.
No lo veía hace un par de años, ya que, al irse de la ciudad por el trabajo de sus padres, su comunicación fue casi nula dado a que estaban al otro extremo del mundo y la diferencia de horarios no les permitieron continuar en contacto.

Freen: Me alegra mucho tener un rostro amigable aquí.
Me alegra mucho volver a verte.
¿Cuándo regresaste?, ¿por qué no me avisaste para que saliéramos a comer algo y platicar?

Heng: Llegué hace dos días, no pude avisarte porque perdí tu número de teléfono al cambiar mi celular

Freen: Apuntalo de nuevo

Heng: Te enviaré un texto para que platiquemos y cuadremos quedar en cualquier parque que decidas.
Aún recuerdo lo mucho que te gusta estar rodeada de la naturaleza.

Freen: Claro que si Heng, siempre.
Oye, no conozco la universidad, ¿tu sí?

Heng: Solo un poco, ¿por qué?

Freen: ¿Podrías indicarme el salón de Artes?

Heng: Claro.
Sube al bloque 4. Ese bloque cubre todo lo relacionado con el arte.
¿Qué clase exactamente?

Freen: Fotografía

Heng: El salón de fotografía es, (piensa unos segundos, pues no recuerda con exactitud, por lo que le dice el salón equivocado) la puerta número 2, creo.

Freen: Gracias, amigo.
¿Te veo en el recreo?

Heng: Claro que sí.
Que tengas buen comienzo de clases.

Y así ambos retoman sus caminos

Freen, al entrar al salón, mira a su alrededor.
Ya había estudiantes dentro de este y no pudo evitar su mirada de una chica castaña y ojos marrones que no dejaban de observarla como si estuviese hipnotizada.

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Hola chicos, me presento, soy Maggii.
Soy nueva en la plataforma.
Me gusta escribir, pero es la primera vez que escribo algo y lo publico.

Espero les guste.
Espero sus opiniones sobre qué les gustaría en una próxima historia.
Todas serán de mi autoría, pero si desean alguna adaptación, pueden decirme y con gusto lo haré.