CAPÍTULO 15

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Maratón 1/3

Durante el trayecto a casa de Nam, no dijo palabra alguna.
Sus pensamientos traicionaron su mente haciéndole creer que ahora es ella quien está siendo utilizada.

Ese momento en el baño que, aunque no pudo avanzar más, creyó que solo podía tenerlo con ella, pero parece que se equivocó.
Pues la manera en que esa chica se lanzó a los brazos de la castaña y besarla, dejó mucho que desear.

Nam no se atrevía siquiera a murmurar al ver el rostro molesto de Freen por el espejo retrovisor.

En cuanto llegaron a la casa, se bajó de este dándole las gracias a su amiga, y entraron en un completo silencio.

La pelirroja se dirigió a la habitación, cayendo sentada en el borde de la cama.
Y de manera inconsciente, un par de lágrimas derramó, pero que rápidamente limpió.

No quería pensar en ese pequeño momento. Así que tomó una ducha y salió mucho más temprano a su trabajo parcial, como fotógrafa de productos.
Permitiéndose quedarse unas horas más de lo habitual para evitar pensar en la castaña al llegar a casa.

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Becky: Espérenme aquí, chicos.
La llevaré a casa y regreso.
Pueden comer lo que quieran.

Friend: No hay mucho, pero está bien.

Irin: Cuando llegue Nop, vamos juntos al super.

Becky: Está bien, ya regreso.

Y fue así como tomaron rumbo a casa de Vanessa, dejándola en la puerta.

Pero aquella chica, que continuaba con las insinuaciones hacia Becky, sin previo aviso, la tomó de su antebrazo al notar que se marcharía. La pegó a su cuerpo comenzando un beso intenso.

La situación estaba prevista para tener sexo en ese momento y en ese lugar, pero al besarla nuevamente, no pudo evitar sentir y pensar en su beso con la pelirroja que es quien realmente hace latir su corazón con fuerza y despierta deseo en ella.
Así que rápidamente se apartó de Vanessa, dejándola desconcertada por la actitud.

Becky: No Vanessa, lo siento, pero no.
Debo irme.

Vanessa: (La detiene del brazo nuevamente) ¿Qué pasó, Becky?
Veníamos días besándonos intensamente, y aunque no llegamos más allá, se supone que hoy sucedería.
Lo hablamos por teléfono, ¿lo olvidas?

Becky: No lo olvido.
Solamente no puede ser.
Mira Vanessa, quiero ser sincera contigo.
Aunque tú ya sabías que mi corazón le pertenece a otra persona. Fue tanta tu insistencia después de platicar como me sentía por lo ocurrido con ella, que me dejé llevar por el enojo.
Y si, yo también tengo responsabilidad en esto porque permití que me besaras la primera vez y seguí tu juego, pero en realidad no eres con quien deseo estar sentimentalmente, ni sexualmente.

Vanessa: Becky, yo sé lo que hablamos, y estoy muy clara con eso.
Es solo que por primera vez accediste a mis coqueteos después de tanto tiempo detrás de ti, que me cegué ante el momento y casi te forcé a que quisieras estar íntimamente conmigo.

Becky: (Suspira lentamente sintiendo alivio ante lo escuchado) ¿De verdad lo entiendes?

Vanessa: Si Becky.
Está todo bien. (Le brinda una sonrisa fingida)

Becky: Está bien.
Eh, debo irme, ¿sí?
Te veo en las prácticas.

La chica asiente y la castaña se marcha.
Al darse la vuelta para salir del lugar, un rostro lleno de rabia la sigue con la mirada

-Esto no se va a quedar así, Becky. (Pensó Vanessa)

En cuanto Becky regresa a su casa, los chicos veían una película en la TV.
Los saludó y fueron al super en el auto de Irin.

La música resonaba en el interior del vehículo mientras este grupo de amigos cantaban animadamente, mientras Irin buscaba un lugar para parquear el auto.
Y una vez hecho esto, descendieron de este, e ingresaron al supermercado.

Becky: Okey, repartamos las tareas para que vayamos rápido a casa.
Irin, ve con Nop por las pastas, huevos y vegetales.
Friend, tú y yo, vamos por algunos enlatados, carnes y lácteos.
Cuando tengamos todo, miramos qué nos hace falta, lo tomamos antes de irnos y compramos algunos paquetes mientras vemos películas, ¿está bien?

Estos asienten y dividen sus caminos para hacer lo indicado por la castaña.

Un buen rato pasó para que terminaran sus compras.
El supermercado estaba a reventar con tantas personas haciendo sus respectivas compras.

Así que cuando lograron salir de ahí con éxito, regresaron a casa, y pasaron una tarde increíble juntos.

La castaña, que esperaba el mensaje de Freen, recordó que no pudo darle el número de teléfono maldiciéndose por aquella torpeza.

Si la pelirroja quedó de enviarle la ubicación desde el teléfono de Nam, debe ser que estarán juntas, pero, tampoco sabe dónde vive Nam, dejándola atada de manos por un momento, hasta que recordó que podía ir a su casa a buscarla. Y así lo hizo.

Tomó las llaves de su motocicleta, dirigiéndose allí.
Al llegar, llama a la puerta principal, siendo abierta por la señora Christine

Becky: Hola, señora.
¿Se acuerda de mí?

Christine: (Intenta recordar un momento hasta lograrlo) ¡Oh, si!
La chica que vino cuando la señorita Freen no estaba bien. (Responde animadamente)

Becky: Esa misma.
Disculpe señora, ¿Freen está aquí?

Christine: (La mira con tristeza mientras baja la mirada) Mi niña Freen ya no está viviendo aquí.

Becky: (Con el ceño fruncido) ¿Cómo que ya no vive aquí?
¿A dónde fue?

Christine: Yo personalmente no lo sé.
Solo espero que donde esté, se encuentre bien, coma bien y descanse bien.

La castaña no sabía cómo llegar a ella ahora.
Le toca esperar todo el fin de semana para verla en la universidad.
Antes de retirarse, agradeció a la señora por su amabilidad y se marchó.

Solo se tranquilizó porque si estaba con Nam, seguramente estaría bien. Tomando rumbo hacia la bodega para continuar perfeccionando las coreografías para la competencia.

Pues cada vez el tiempo era menos para que ese día llegara.

●●●●●●●

La pelirroja llegó a casa de Nam, mientras esta la esperaba un poco preocupada.

Nam: (La recibe con un fuerte abrazo) Mi mente creó una horrible escena al ver que no llegabas.
¿Estás bien?

Freen: (Corresponde a su abrazo con una sonrisa en el rostro) Tranquila.
Solo quise quedarme unas horas más para despejar mi mente.

Nam: ¿Ha pasado algo?
Ya sé, tu padre volvió a buscarte, ¿es eso?

Freen: No, es por lo que vimos antes de salir de la universidad.
Aunque, (hace una pausa y piensa) es raro el silencio de mi padre, Nam.
Y eso no me gusta para nada.

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Chris: Eso fue todo por hoy, chicos.
Fue un increíble entrenamiento.
Y como ya casi tenemos todo perfecto, tomemos este fin de semana para descansar.

Todos se acercan a tomar sus mochilas para despedirse de sus demás compañeros.

Y una Becky exhausta se dirige a su motocicleta para marcharse a casa. Pero al llegar donde la dejó parqueada, se encuentra con una situación extraña y peligrosa.

GOTTA BE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora