CAPÍTULO 20

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Maratón 1/3


El día de la velación había llegado.
La pelirroja no sentía fuerzas en su cuerpo para ver a su castaña fría dentro de una caja, pero por amor a ella, a como pudo, se levantó de la cama y comenzó su aseo personal, se puso ropa adecuada por el momento y salió.

La madre de Nam y su hija ya la esperaban en el auto para dirigirse al lugar.


Al llegar allí, estaba el padre de la castaña al lado del ataúd llorando a mares viendo a su hija a través de aquel cristal, y sus amigos con la mirada perdida y sus ojos cristalinos.
Solo basta verlos una sola vez rápidamente, y es muy notorio el cansancio y tristeza que delatan sus ojos.

Freen y Nam se acercaron a ellos para saludarlos, haciendo que sus miradas regresaran a la realidad y corresponder al saludo.

La pelirroja levanta la mirada y no siente la valentía de acercarse al padre de Becky.
Su temor por verla allí dentro era gigante.

Aún le cuesta asimilar que no estará más a su lado.

Tomó las fuerzas de sus entrañas y se acercó. Pero verla así, destruyó su alma por completo.
Freen estaba devastada al igual que todos los presentes.

El señor Armstrong se alejó un momento para darle espacio a la pelirroja con su "novia".

Freen: (Hablándole a Becky) Si tan solo pudiese haber estado a tu lado más tiempo, en lugar de perderlo en discusiones.
Si tan solo hubiese estado a tu lado, no estarías hoy así.
Estaría viéndote sonreír, escuchando tu dulce voz.
Viendo esos hermosos ojos marrones que me encantarán toda la vida, y que jamás volveré a ver otros igual. (Abrazaba el cajón)
Tienes que despertar de ese sueño en el que estás, Becky.
Tienes que despertarme, abrazarme y decirme que solo fue una pesadilla, nada más. (Rompe en llanto nuevamente)

Y así sucesivamente, los presentes se acercaron a hablarle, con la seguridad de que ella los escuchará.


Luego de unos minutos, Heng llegó.
No había podido llegar antes porque tubo que acompañar a su padre en el trabajo.

Se acercó cuidadosamente a Nam que abrazaba por la espalda a Freen mientras lloraban.
Estas se giraron y se abrazaron a él.


Al caer la noche, fueron a casa a intentar descansar.
El padre de Becky les pidió que lo hicieran.
Quería quedarse a solas con su hija, y así lo hicieron...


Freen veía por la ventana sintiendo el viento golpear su rostro húmedo., recordando aquella vez, que, por primera vez, estuvo en la motocicleta de Becky abrazada a su cintura por el temor a este vehículo.
Pero su castaña la hizo sentir tan segura, que en la segunda ocasión su miedo mermó, permitiéndole disfrutar del paseo con ella.

No supo en qué momento llegaron a casa.
Tenía su mente tan sumergida en los pocos recuerdos recuerdo con Becky, que no pudo escuchar que Heng, Nam y su madre le hablaban, indicándole que ya estaban en casa.

Así que su amigo procedió a tocar su hombro y moverla sutilmente para tener su atención. Y así fue.
Una vez bajaron del auto y entraron a casa, la madre de Nam les pide acercarse a la mesa...

Sra. Poonsak: Chicos.
Perdonen si me equivoco, pues poco los conozco. Y la chica que falleció, no la conocí en lo absoluto.
Aun así, quiero que sepan que aquí está mi hogar para que compartan y no se permitan estar solos.
Desconozco el motivo por el que todo esto sucedió, pero estoy segura de que, si tenía personas maravillosas como ustedes a su lado, los chicos que vi alrededor de su cuerpo y su padre, estoy segura de que ella esparcía amor por montones a donde quiera que fuese.
Y ustedes, deben saber que ella ahora está en un lugar mejor.
Donde toda la maldad e injusticia que hay en este mundo, pueda tocarla.
Recuérdenla por su sonrisa, o lo maravillosa que fue con ustedes.
No desfallezcan.
Sean fuertes. Por ustedes mismos, por las personas que los queremos y por ella.
Que estoy segura de que en este momento puede estar viéndonos con una sonrisa enorme en su rostro. (Los abraza fuertemente)
Prepararé algo para que coman.
No pueden enfermar.
Heng, puedes quedarte a dormir si así lo deseas.
Es muy tarde ya para que regreses a casa. (Este asiente solamente y le regala una sonrisa amable)
Bien, regreso luego para cenar.

Una vez la madre de Nam va a preparar la cena, la pelirroja se excusa un momento y sube a la habitación. Pero una vez entra, cierra la puerta rápidamente, entra al baño y se deja caer en una esquina de este para llorar a mares.

La señora Poonsak, que aun no terminaba la cena, los chicos aprovecharon para subir a ver a Freen porque se estaba tardando.

Mientras tanto, esta estaba tan débil, que creía alucinar.

Su vista estaba nublada, borrosa. Tanto así, que creyó ver a la castaña al lado de la puerta del baño.

Rápidamente limpió sus lágrimas para asegurarse de si estaba alucinando o no, pero ahí estaba.
Ofreciéndole una sonrisa gomosa a su bonita.

Freen no sabía cómo reaccionar ante lo que está presenciando. Intenta levantarse, pero es como si su cuerpo no le respondiera a sus acciones.
Así que se limitó a hablarle...

Freen: Esto es un sueño, ¿verdad?
Estoy soñando, sí. Estoy soñando. (Cierra sus ojos fuertemente, y al abrirlos nuevamente, su chica de ojos marrones sigue ahí observándola con amor)
Por favor, háblame.
¡BECKY, POR FAVOR DIME QUE TODO ESTO ES UNA PESADILLA! (Rompe en llanto)
Dime que estás aquí. Que nunca te irás o me abandonarás. (Abraza sus piernas y apoya su cabeza en sus rodillas)
Necesito escucharte. Dime algo, por favor. (En la misma posición con la voz entrecortada)

Un par de minutos pasaron y sus lágrimas apenas cesaban.

Levantó la cabeza y ya no la veía. Así que se quedó en esa posición para tratar de calmarse, hasta que llaman a la puerta del baño, dado que al no responder cuando llamaron a la puerta principal, decidieron entrar...

Nam: Freen, ¿estás bien?
¿Podemos pasar? (Sin respuesta alguna)

Heng: respóndenos, por favor. (Escucha levemente los sollozos de su amiga en el interior)
Solo queremos estar para ti.
Vamos a entrar, ¿vale? (Abren la puerta y la encuentran en una esquina llorando como una niña a quien le han quitado sus juguetes)
Ven aquí. (Se agachan para quedar a la altura de esta, mientras se sientan uno a cada lado y la abrazan)

Estos chicos la escucharon hablar, y aunque tenían intriga por lo que habían escuchado, prefirieron esperar a que esta se los quiera platicar, o intentar preguntarle después...

La madre Nam, al terminar la cena, los llama.
Ponen los platos, los cubiertos y se sientan para degustar la comida.

La cena fue amigable.
Pues hablaron de distintos temas para que Freen no pensara tanto en lo que está atravesando.

Hubo risas, chistes y cómo van las notas en la universidad.

Al finalizar, los chicos se ofrecen a dejar la cocina limpia para que la señora Poonsak pueda ir a descansar, dado que, al día siguiente, debe trabajar muy temprano.
Y así lo hicieron.

Fueron al sillón mientras buscaban algún canal de televisión para entretenerse viendo algún programa. Pero como no había nada interesante en la tv, abrieron la aplicación para ver películas y buscaron una allí.

Heng: ¿Y pido comida a domicilio?

Freen: Comida Thai para mí.

Heng: Hay muchos platos Thai.
¿Cuál quieres exactamente?, ¿tu favorito? (Esta asiente con la cabeza)
¿Y tú, qué quieres princesa?

Nam: Quiero sushi, por fis. (Le hace pucheros provocando en él una sonrisa gomosa)

Heng: (Mientras tiene el celular en la mano pidiendo la comida) Y para mi... Hum...
Yo, compraré hamburguesa con papas fritas y salsas de McDonald's. (Clickea para confirmar la compra)
Listo.
Nuestra comida llegará en 15 minutos. Así que tenemos tiempo suficiente para elegir algo en lo que queramos ver todos...

Cuando finalmente decidieron la película que querían ver, esperaron un momento más en lo que las chicas fueron a la cocina a preparar bebidas, mientras Heng quedaba pendiente a la llegada del domiciliario.

Una vez hecho todo esto, procedieron a ver la película.

Disfrutaron mucho aquel momento juntos. Pero antes de dormir, platicaron sobre cuándo llevar a cabo el plan para hacer caer al padre de Freen, y finalmente, lo concretaron.
No querían perder más tiempo.
Lo harían al salir del entierro.


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El día de la despedida llegó.
Todos vestían de negro dado el momento. Solo que las prendas de Freen era más cómodas para poder llevar a cabo el plan al salir de allí, mientras Heng y Nam se encargaban del resto.

Freen, que pasó la noche en vela en medio de llantos, quiso intentar escribir unas palabras para decirlas en el cementerio para despedir a su castaña con unas lindas líneas. Pero no logró hacerlo.
Así que decidió queesperaría a que su corazón hablara en ese momento.

GOTTA BE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora