CAPÍTULO 21

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Maratón 2/3


Mientras el cura daba las palabras correspondientes, la pelirroja tenía una rara sensación.
Se sentía observada desde que llegó al lugar.
Y así es. No se equivocaba en eso, pero ella no lo sabía a ciencia cierta.

Una vez el señor Armstrong dijo unas palabras para su difunta hija en un mar de lágrimas, el cura preguntó si alguien más quisiera hacerlo.

Sus amigos se levantaron y dijeron unas hermosas palabras a su amiga, completamente destruidos.
Y para Finalizar, una Freen, que tuvo que esperar unos minutos mientras su llanto cesaba.

Freen: Quiero comenzar con agradecimiento a ese hermoso ser humano que llegó a revolucionar mi vida, haciéndome sentir algo que jamás sentí.
Si bien, mi vida ha sido gris, pero ella llegó con esa hermosa sonrisa y esos ojos marrones para hacer de mi mundo un color rosa.
Donde quiera que estés, formarán una fiesta al ver un alma tan hermosa como la tuya.
Harás mucha falta aquí, ¿sabes?
Se queda un vacío en este lugar.
Cada cosa nos recordará a ti.
Como la primera vez que me llevaste en tu motocicleta disipando mi miedo. (Sonrisa triste)
Te agarré tan fuerte por miedo a caer, y tú te limitaste a conducir a paso de tortuga solamente por mí.
Nunca olvidaré cuando me llevaste a tu lugar favorito. Que estoy segura de que te visitaré en cada uno de los lugares que frecuentabas porque te hacían muy feliz.
Allí me verás, y sé que ahí estarás abrigándome con tu compañía.
Que, aunque no pueda tocarte, sé que estarás presente llenándome de calma, serenidad y tranquilidad.
Porque una persona como tú, solo puede generar cosas bonitas en los demás.
Nos faltó demasiado por vivir y compartir.
Te veré cuando la vida así lo quiera, mi ángel.
No merecías algo como esto, y sé que quien lo haya hecho, lo pagará.
¿Porqué la vida cobra a quienes dañan y lastiman almas puras y divinas?
Nos faltó tiempo. (Su voz se quiebra completamente) Nos faltó tiempo para crear la historia de amor más grande de todos los planetas y anexas.
Te quiero, y siempre lo haré.

Estas palabras conmovieron a todos los presentes.

Si bien sabían que no eran una pareja, excepto el señor Armstrong, notaron a la perfección que esas palabras realmente las sentía desde lo más profundo de su corazón.

El cura, finalizó con unas palabras para comenzar a introducir el ataúd en el respectivo hoyo.
Mediante este se hundía cada vez más, las lágrimas y lamentos no cesaban.

Lanzaron las rosas para despedirla, pero su padre que ya no tenía ganas de vivir quiso que lo enterraran junto a su hija.

Acto que Freen le impidió al agarrarlo con todas sus fuerzas.


Los minutos pasaron y las personas comenzaban a marcharse.

El señor Armstrong no quería irse aún, al igual que la pelirroja.

Nam y Heng trataban de llamar su atención, pero era inútil.
Freen estaba sumergida en sus pensamientos, y no había nada que pudiese distraerla.

Freen: Chicos, (le habla a sus amigos) ¿pueden regalarme un momento a solas?

Heng: No tardes.
Tenemos que ponernos en marcha. (Es interrumpido)

Nam: Y más ahora.

Freen: (Con el ceño fruncido) ¿A qué te refieres?

Nam: No lo sé, tengo una rara sensación.
Es como si...

Freen y Nam: Nos observaran.

Heng trató de observar para todos lados, pero no vio a nadie.

Freen: He tenido la misma sensación.
Solo espérenme un momento, ¿sí?
Procuraré no tardar tanto.
Vayan al auto.

Heng: Ni loco.
Si ustedes sienten que alguien nos observa, tenemos que estar lo más cerca posible.
Así que, no tardes mucho.
Te esperamos en el árbol de allí. (Lo señala, la pelirroja asiente y estos se retiran)

Freen: Mi ángel.
¿Qué haré con estos sentimientos que no tuve la oportunidad de brindarte, ah?
Que injusta la manera en cómo te arrancaron de mi lado.
Merecíamos construir un amor bonito y vivirlo en plenitud.
Esos hermosos ojos, no los encontraré en otra persona. Y tampoco tengo el interés de buscarlos.
Porque la manera en que tus ojos marrones me veían, estoy segura de que nadie lo hará de igual manera.(Sonríe tristemente) No me dieron tiempo para decirte que estaba dispuesta a darme la oportunidad de quererte como te lo mereces, y recibir ese amor que seguramente estabas dispuesta a darme. (Suspira)
Quizás estoy loca, o no. Pero estoy segura haberte visto.
No sé si fue producto de mi delirio, dolor, o lo que sea, pero te vi.
Tu sola presencia da paz.
Y sé que donde estés, estás iluminando todo el lugar con tu hermosa sonrisa.
Mi ángel, debo irme.
No permitiré quede impune, así que debo hacerlo.
Por amor a ti.
Por tu padre que está destrozado sin entender porqué te hicieron eso a ti.
Guíanos y protégenos.
Te quiero de aquí, al cielo, al universo y anexas. (Besa su mano y toca la lápida con su nombre)

Al dirigirse a sus amigos, les indica irse.


Dentro del auto, proceden a esconderle el pequeño micrófono en la ropa de Freen con mucho cuidado, dado a la sensación de las chicas que aún no desaparece.

Una vez hecho esto, tomaron rumbo a la antigua casa de Freen.
Antes de llegar al lugar indicado, La pelirroja se bajó del auto y comenzaron a verificar que todo esté en orden.

Freen: ¿Me escuchan bien?

Heng: Espera acomodo el audio.
Ponte el tuyo, hermosa. (Nam y Heng se acomodan los micrófonos y auriculares)
Háblanos nuevamente, Freen. (Esta lo hace)
Se escucha perfecto.
Vincularé la transmisión para que no se escape nada de la grabación.

Freen: ¿Tardas en hacer eso?

Heng: Solo unos segundos. (Mientras teclea en el computador)
Listo.
Háblame de nuevo. (Lo hace nuevamente)
Perfecto, el audio está bastante claro.
Ve.

Freen avanza.
Se acerca cada vez más en aquella casa con algo de temor.

Si bien sabe que todo lo que está por hacer, es para hacerle justicia a Becky, no puede evitar tener miedo.
Conoce los alcances de su padre, y eso le inquieta mucho.

Llamó a la puerta principal, y la señora Christine abrió la puerta recibiéndola amablemente, permitiéndole el paso.

Christine: Mi niña, ¿qué está pasando?
Has estado actuando muy extraño últimamente.
Recuerda que puedes confiar en mí.

Freen: Espero tener el momento para decirte todo, nana.
¿Will está aquí?

Christine: (La mira con el ceño fruncido) Tu padre está en el despacho.
El ambiente en esta casa está extraño, mi niña.
He tenido que callar por temor a los ruidos de tu padre maltratando a tu madre, cada vez que tienen diferencias.
Desde que te fuiste, todo está extraño.
Por favor, dime qué sucede. Porque desde la última vez que estuviste aquí, me dejaste muy preocupada.
Y si me estimas, creo que lo lógico es decirme lo que ocurre porque me siento como si estuviera en peligro, o algo vaya a sucederme.

Freen: No te preocupes, todo esto pasará muy pronto.
Debo ver a Will. (Se levanta y se dirige al despacho)

Al tocar la puerta escucha un "adelante" del otro lado de la puerta e ingresa.
Su padre tiene su vista puesta en su computadora, por lo tanto, no sabe aún quién está delante de él, hasta que su hija rompe el silencio...

Freen: ¿Ahora si tendrás el valor de confesarme lo que le hiciste?
Porque estoy segura de que fuiste tú, querido padre. (Finalizó con ironía)

Sr. Sarocha: (Inmediatamente levanta la cabeza y la mira)
¿Y tú vas a seguir con esa estupidez?

Freen: Te conozco tanto, que no me sorprende como maltratas a mi madre, tus actitudes de mierda, tus agresiones.
Y estoy segura de que tú orquestaste lo que le hicieron.
Así que ten el valor de admitir las cosas tan atroces que haces.

Sr. Sarocha: Freen, vete si no quieres terminar como ella.

Freen: (Se asustó ante lo dicho por su padre tan fríamente) Entonces, ¿si fuiste tú? (Sus ojos comenzaron a cristalizarse)

Sr. Sarocha: ¡¡QUE TE LARGUES DE AQUÍ!! (Gritó asustando a su propia hija)
Para evitar que lasituación fuese violenta, salió rápidamente de aquel lugar...

GOTTA BE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora