CAPÍTULO 46

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Para Becky y Freen, el fin de semana había sido más qué lindo compartiendo con sus amigos.

Y aunque la semana de receso continúa para el resto de los amigos, para estas dos chicas no, porque debían regresar a trabajar.

La señora Christine comenzó con sus tareas domésticas en casa de Becky.
El señor Armstrong estuvo de acuerdo, dado que ahora todos tenían un empleo, y necesitaban de alguna u otra manera, tener el espacio limpio.
A ellos no les quedaba el tiempo suficiente.

Aunque la madre de Freen aún trabaja desde la casa, su tiempo era limitado. Pues sus horas laborales, son las que comúnmente trabaja un empleado del común. Por lo tanto, sus descansos son cortos, y no le daba el tiempo suficiente para limpiar la casa y hacer la comida para cuando todos.

Y no. No es que ella fuese la empleada doméstica de la casa.
Es a ella que le nacía hacer este tipo de cosas. Por lo tanto, disfrutaba el poder hacerlo.
Se sentía una mujer realmente útil al hacer cosas que en el pasado nunca hizo, al estar detrás de un hombre que la maltrató en todos los sentidos.

El grupo de amigos continuaba reuniéndose para avanzar en sus proyectos.
Faltaba poco para poder presentarlo.

Meses después...

Era el momento del juicio del padre de Freen.
La pelirroja y su madre se encontraba muy nerviosas en cuanto a volver a verlo después de tanto tiempo.

Últimamente se la pasaban de juicio en juicio.
Primero, el señor Sarocha, y segundo, la señorita Jane. Que pocos días después de haber sido oficialmente apresada, declaró en contra de Billy.
Su cómplice en cuanto a lo ocurrido con Freen.

En cuanto al señor Will, ya sería el último día de juicio para darle una formal sentencia.

Hoy la señora Beatriz Sarocha, junto a su hija y su abogado. Estaban dentro de la sala esperando la formal sentencia para su Will.
En cuanto al juez, entró nuevamente. Comenzó leyendo. Los cargos. Que se lo imputaban, siendo este culpable de todos y cada uno de ellos.

Juez: Por lo tanto, señor Will Sarocha, es usted sentenciado a 85 años de prisión si derecho a fianza. (Golpeó su mazo oficializando su sentencia)

La señora Beatriz y su hija, lloraron de felicidad al saber que no duraría siquiera los 85 años en prisión porque posiblemente, para esa edad, moriría de causa natural, acorde a su vejez que se aproximaba.
Y aunque ellas nunca desearon el mal para nadie, incluso para él, de alguna u otra manera, sintieron la tranquilidad de saber que lo mantendría lejos de ellas, sin posibilidad de volver a lastimarlas ni ahora ni a futuro.

Días más tarde...

Becky y Freen, que estaban sentadas junto a su abogado Jakarin, estaban esperando la sentencia que el juez le daría a Jane junto a Billy, en cuanto a los cargos por los cuales fueron detenidos y apresados.

Si bien, Becky no era una persona que guardará rencor en su corazón.
Aunque muchas cosas le molestaran, le enojaran, no era una persona que sintiera odio o rencor hacia alguna persona.

Por mucho daño que le hayan hecho, en cuanto la vio entrar esposada sentándose del otro lado con su abogado de oficio, pudo notar el arrepentimiento de esta, y lo demacrada que se encontraba.

Freen no se quedaba atrás.
Es una persona llena de amor y bondad para todo el mundo. Por lo tanto, no pudo evitar sentir menos por ella al verla de esa manera. Con su rostro pálido, sus labios un poco resecos.
Y sobre todo esposada.

Estas dos chicas se sintieron peor al ver a su hijo en las gradas en brazos de una señora que no tienen idea de quién pueda ser, pero ahí estaba él gritándole a su mamá con lágrimas en sus ojos. Haciendo que este acto, les partiera el corazón a ambas.
Si bien, ya merecía pagar por el daño que hizo. No podía quedar impune.

GOTTA BE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora