"Una pequeña esperanza para cambiar el mundo en el que vivimos."
"Una Luz se está encendiendo."
....
By Bill.
-¡Mierda!.- Exclamó, cuando intento levantarme pero en el proceso me marea y un dolor lacerante se creó en mi estómago.
Me tocó la parte de abajo de mi estómago, pero rápidamente la quito ya que siento la zona doler más y es que tenía la zona sensible, que un simple toque me duele.
-¿Qué pasa Bill?.- El rubio entra a mi habitación.
-..No pasa nada Gustav, solo me eh mareado.- Digo lo que claramente es una vil mentira.
Pero ¡Vamos! que esto no duele tanto y no quiero preocuparlo por algo tan insignificante, y después veo como me las arreglo ahorita hay cosas más importantes.
-¿Estas seguro?, por que tienes una cara de enfermo intoxicado.- Ruedo los ojos y asiento.
-Si abuela estoy bien.
-¡Oh! No me compares con ella.- Gustav hizo cara de ofendido.
-¡Oye! Que es mi abuela.- Exclamó riendo por su expresión.
-Con justa razón.- Hago cara de desagrado por el comentario.
-Vale vale, dejemos quieta a la vieja
-Bien, y ¿Tú noviecito?.
-En su castillo creo...
-Umm la verdad es preocupante que no te venga a visitar y mucho más, ya que él viene en la noche a hacerte la visita conyugal.
En lo que Gustav comenzó a hablar ya nos encontrábamos bajando las escaleras, pero la repentina mención de las noches que Tom me vino a visitar me tomo desprevenido y un sonrojo se hizo presente en mis mejillas.
-¿Y tú cómo sabes eso?.
-Con el ruido que hacen es más que evidente.
»Y ¡chaval estamos que estamos compartiendo habitación, como Dios no voy a saber que Tom viene a visitarte.«
¡Maldito Gustav!, como es posible esto, ¡Dios que vergüenza!.
-Hey pero no es de avergonzarse, eso es normal, aunque cuando estáis cogiendo ya no lo es.
-¡Cállate!.
-Por que la verdad es preocupante, y con tus gritos es peor parece que te están desgarrando o peor te están ¡matando!.
-¡Silencio!, lalala tengo orejas de ¡pezcado!.- Comienzo a gritar desesperado, ya que no quiero oír ni una sola palabra más.
Voy a matar a Tom y también a Gust....
-Es bastante terrorífico, juro que en una de esas me voy a traumar, si no lo estoy ¡ya!.- La cara se me puso roja pero no de vergüenza si no de cólera, sentí que la ira comenzó a carcomer cada fibra de mi ser.
De pronto los objetos comenzaron a moverse bruscamente.- ¡Cállate!, TE DIJE QUE TE CALLARAS, ¡POR LA PUTA MIERDA!.- Y pronto todo paso demasiado rápido.
Me encontraba siguiendo a Gustav, para cogerlo y cascarlo, para que dejara de ser muy bocón y cotilla.
-Pero Bill detente, ¡Chaval que eso es normal!.
-¡Por la santa mierda cállate!, pedazo de animal sin corazón.
Y cuando estaba apunto de agarrarlo, un dolor atravesó todo mi cuerpo, de pronto me sentí muy mareado, con mucho sueño y la parte de mi vientre comenzó a arder.
-¡Agh!.- Di un medio grito desgarrador, se sentía estar en el mismo infierno.
Vi como Gustav detuvo su correr abruptamente, volteo a mi y se horrorizó cuando me miró de rodillas en el suelo sosteniendo mi vientre, corrió hasta mi y me sostuvo.
-¡Bill por Dios!, ¿Que ha pasado?.
-..N..no lo s..se.- Hablaba entre jadeos.
-Ven siéntate aquí.
-Ugh, más despacio bestia.- El malparido solo me tiró al intento de sofá que había.
-Perdon príncipe, ¿Le dolió algo?.- Uff ¿¡es en serio Gustav!?, este preciso momento no es para hacer tus bromas estúpidas, cara de culo.
Queria decirle pero mejor me contuve y solo le lanze una mirada acusadora.
-Vale esta bien.- Alzó las manos en estado de paz.
-Te revisaré para ver qué es lo que tienes, pero tienes que concentrar tu magia, justo en el lugar que te duele.
-Vale.
Gustav comenzó a revisarme, sus manos estaban a un espacio considerable de mi vientre, en un descuido, un ciervo estaba alado mío viendo con sus ojos espesante como Gustav estaba trabajando, y de pronto Gustav dijo algo que me dejó con la piel helada.
"La luz comienza a renacer."
"No hayo el momento indicado de conocerte."
Espero y les guste.
Perdón por los errores ortográficos.
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My Demon....
SpiritualLa Diosa celestial tuvo a dos gemelos maravillosos con el Dios del abismo, era un amor prohibido que ninguna de las deidades y de más dioses aceptaban pero eso no les impidió seguir con su amor y cuidar de sus hijos. Pero eso acabó, cuando uno de lo...