Las vacaciones de verano fueron cortas, al menos para los hermanos Wayne quienes aún no querían volver a la escuela, sin embargo la vida nunca les da lo que quieren por lo que sus padres les obligaron a ir a comprar sus útiles escolares.
— ¿Entraras al equipo de Quidditch de Ravenclaw? - Preguntó Jason. - Obviamente le pregunto a Tim, ya sabemos que tu no vas a entrar.
— ¿Cómo estás tan seguro que voy a estar en Ravenclaw? - Respondió Tim con otra pregunta.
— Te apuesto lo que quieras, que el sombrero te deja en Ravenclaw. - Dijo Jason caminando hacía la tienda de libros donde iba a tener que tener que comprar sus libros.
— Hecho, el que pierde debe echarse la culpa de la primera travesura del ganador. - Contestó Tim con una sonrisa.
Entre esas risas y apuestas los hermanos entraron a la tienda en la que iban a comprar los libros de texto, encontrándose así con los Weasley y Harry, al mismo tiempo con Draco quien fue con su madre a comprar los útiles de ese año escolar.
— ¿Recuerdan que el año pasado dude de la capacidad de Dumbledore como director? - Preguntó Dick a los Gemelos mientras miraba a su egocéntrico nuevo maestro de defensa contra las artes oscuras.
— Si. - Contestó Fred con una sonrisa.
— ¿Ya te estás retractando? - Preguntó George con burla, a lo que Dick negó con la cabeza con una expresión cansada y aburrida.
— Todo lo contrarió, lo estoy afirmando, algún día ese hombre va hacer que nos maten a todos. - Dijo Dick mirando la larga fila esperando que les autografíen sus libros. - Jason, Tim.
Cuando el mayor llamó a sus dos hermanos, ambos se alejaron un poco del rubio con quien hablaba para saber qué quería su hermano.
— "B" nos dejó el dinero para los libros de defensa contra las artes oscuras, pero me temo que no lo necesitaremos y me sentiría fatal si tuviera que gastarlo en esos libros de segunda categoría. - Menosprecio Dick mientras abrazaba a sus hermanos por los hombros. - Propongo que utilicemos este dinero de una forma mejor.
Y mientras los tres hermanos se susurraban entre sí, cierto pelinegro de ojos verdes con gafas se acercó al rubio que había quedado en segundo plano, y por supuesto este no pasó desapercibido para él de ojos grises.
— Oh pero miren a quien tenemos aquí, la superestrella del mundo mágico, ¿Potter acaso no puedes entrar a una tienda sin llevarte toda la atención? - Preguntó Draco con sarcasmo mientras que miraba algunos libros de magia los cuales no eran autoría de su nuevo profesor.
— ¿Tu también viste lo qué pasó? - Obvio con vergüenza Harry mientras que bajaba un poco la cabeza.
— Yo y el resto de esta librería, mañana serás tendencia en el profeta. - Se burló el rubio sin mirarlo, dispuesto a ser el último comentario que le dirigiría a su compañero de escuela.
— Dios no me digas eso, ya es muy incomodo caminar por aquí y que todo el mundo me reconozca y sepa de mi vida. - Contestó el chico aun cabizbajo.
— Esa mi querido "elegido" es tu carga y como no planeo inflarte el ego como el resto del mundo mágico, que te aplauden por nacer. - Dijo como despedida para alejarse a ver libros.
Si hace un año después del monumental rechazo de Harry a Draco antes de la ceremonia de selección alguien le hubiese dicho a Draco que el orgulloso chico de la casa de los leones lo estaría siguiendo por una librería un año después para disculparse, él jamás lo creería. Sin embargo aquello era lo que estaba pasando en ese momento, y es que Draco no comprendía a ese chico de cabellos negros y ojos verdes escondidos tras unas horribles y casi rotas gafas. Draco dejó pasar por completo la forma tan grosera en que el otro chico había apartado su mano, dado a que entendía que este no entendía el mundo mágico y el orgullo de ser el heredero de un gran legado, sin embargo es por ese mismo orgullo que aún le guardaba algo de resentimiento al otro chico.
ESTÁS LEYENDO
WAYNE'S EN HOGWARTS
FanfictionEn un mundo mágico, donde 5 hermanos iban y venían de una escuela mágica a otra terminan entrando a su última opción, escuela Hogwarts: de magia y hechicería. Y por muy contradictorio que pareciera los hermanos quedaron en las casas más o menos espe...