❛ 𝗯𝗿𝗮𝘁𝘁𝘆 bottom ❜ 𝓒𝓱𝓪𝓰𝓰𝓲𝓮𝓵𝓾𝓽𝓮

𝗶𝘃

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Lute se acercó y agarró uno de los libros que le quedaban para leer; “tu pecado y tú” qué chiste, y lo arrojó contra la pared. El sonido podría atraer la atención de alguien.

La respiración de Charlie se había vuelto superficial. Incluso si Lute llamara la atención de alguien, probablemente estaba perdida, y el infierno olería a mierda a como después de un exterminio.

Algo sobre cómo el azufre comenzaba a cocinar los cuerpos de los difuntos, era un poco nauseabundo, y no quería estar atrapada en una habitación con una Princesa fallecida durante horas y horas. Golpeó con el pie, preguntándose si había alguien en la habitación debajo de ellas.

⁠ーOye, ¿ya estás muerta?

De nuevo, no hubo respuesta.

Lute tomó otro libro y lo arrojó contra la cama, soltando una carcajada cuando rebotó en el muslo de Charlie: un golpe directo.

Ella ni siquiera se inmutó... pero todavía respiraba.

Probablemente no tardaría mucho.

Entonces, sería un juego de espera hasta que Vaggie regresara.

Recordó cuando Adam casi mata a Charlie en lo alto del hotel, la ruptura en la voz de Vaggie, la forma en que ella había extendido la mano…

⁠ーDespierta, perra⁠ー, dijo, tomando otro libro y arrojándoselo a Charlie. ⁠ーNo seas una perra tan jodidamente débil. ¡Eres la princesa del maldito infierno, la mocosa de Lucifer y Lilith!— Su voz se hizo más fuerte mientras gritaba, dando todos los pisotones que le permitía dar su cadena. ⁠ー¡Actúa como tal!

El collar tiró de su cuello con fuerza, arrancando un gemido ahogado de su garganta, pero Charlie no se movió. A estas alturas, todo el lado derecho de su camisa previamente blanca estaba manchado de rojo oscuro. Puede que ella ya esté…

Lute levantó la mano y tiró de su cuello, tirando de la cadena; lo había hecho innumerables veces antes, pero al menos de esta manera habría intentado hacer algo. Sus alas batieron inútilmente; intentar volar había sido desastroso. Mientras la cadena permaneciera, ella era... impotente.

Odiaba ese sentimiento más que nada. Estando impotente y sin control, ella había trabajado duro para ganarse su posición en el Cielo, y lo había perdido todo para terminar aquí, atada a una cadena en el Infierno, viendo cómo la novia de su ex se desangraba en su cama.

No le importaba si Charlie había muerto o no (honestamente, que se joda la perra) pero había simplemente... algo... que la molestaba por todo eso.

Una cosa que aprendió en el campo de entrenamiento de exorcistas era que ella era una exorcista y que nunca sería otra cosa. No es que quisiera otro trabajo ni nada parecido, pero simplemente… no había nada más. Las cosas iban muy bien en el Cielo pero nada cambiaba.

Al parecer, las cosas sí lo hacían en el infierno. Alguien relegado al final de la lista simplemente había encontrado una manera de ser otra cosa, algo diferente, y Charlie apoyaba aquello. Ella incluso recibió una bala por eso. Quizás perdió la vida por eso.

Lute había pensado que todo el Infierno estaba detrás de su Princesa, mostrándole la misma lealtad inquebrantable que todo el Cielo le mostraba a Sera. Pero el infierno no funcionaba así. Ella estuvo librando una guerra en múltiples frentes todo el tiempo y eso exigía una cierta cantidad de... respeto. Pero no había nada.

Y si lo que dijo ese bastardo pelirrojo era cierto, Charlie tenía el poder, pero no lo usaba. Ella dejaba que la gente eligiera.

Y ese era su pecado.

No se mencionó al asesino. ¿Cuál fue el castigo por dispararle accidentalmente a la Princesa del Infierno? Considerando la situación actual de Lute y la falta de un nuevo compañero de cuarto, o el asesino se escapó (Charlie siquiera había mencionado algo sobre rastrear al cabrón, qué carajo) o alguien más se encargó de ello. El propio demonio era capaz de simplemente pedirle cortésmente al asesino que no volviera a hacer eso.

Tal vez estar en el infierno había deformado su forma de pensar. O tal vez simplemente estaba... cansada de estar enojada por todo. Era fácil culpar a los Pecadores por los Exterminios, apoyar a Adam para asegurar su posición, culpar a Vaggie por lastimarla, por caer, por elegir a Charlie en su lugar, pero lo único que eso hacía era enojarla.

Tal vez podría hacer algo además de matar pecadores y adular.

Porque si hubiera algo que enojaría más a Vaggie que la muerte de Charlie, sería que Lute fuera quien salvara al demonio.

Tiró de la cadena de nuevo y tropezó hacia adelante, mirando hacia atrás para ver que el revestimiento dorado se había desprendido de la pared. Ni siquiera quedaba una marca donde lo habían adherido. La cadena y el collar todavía estaban intactos, pero podría preocuparse por eso más tarde.

Lute caminó rápidamente hacia la cama, encogiéndose por la cantidad de sangre. Había visto mucho durante los Exterminios pero esto... valía al menos cuatro Pecadores. Ni siquiera pensó que Charlie tuviera tanta sangre en ella.

Al alejar la mano ajena de la herida, se revelaron las líneas irregulares del agujero de bala y el metal brillante incrustado en su interior. Con el ceño fruncido, metió la mano, sacó la molesta bala de su carnoso alojamiento y la examinó. Las exorcistas no usaban balas ni pistolas por esta razón específicamente: nunca se podía estar segura de qué tan gruesa era la piel de un pecador. La bala se había deformado, perdiendo toda capacidad de atravesarla; deshilachó la piel pero no profundizó.

Dejando la bala en la mesa de noche, miró la herida, observando cómo comenzaba a sanar ante sus ojos… lentamente. Demasiado lento.

Lute no era tonta. De vez en cuando vislumbraba un moretón persistente o una herida que se cerraba en el cuello de Vaggie por la mañana o cuando las dos llegaban de su habitación, siendo evidencia de que su actividad anterior había sido intensa. Pero nunca había visto nada de eso en Charlie, y dudaba que fuera porque Vaggie no fuera dura con ella también, Lute la conocía.

La princesa demonio tenía que tener una capacidad curativa superior, especialmente considerando que estaban literalmente en el infierno. Pero ahora no era lo suficientemente fuerte para curarse a sí misma, ya que la bala la había envenenado durante demasiado tiempo.

Afortunadamente, Charlie era un demonio y casi todos los demonios podían obtener más poder mediante algunos métodos estándar. Las almas eran el comercio común en el más allá, cuando todas las demás monedas fallaban, pero había otra disponible para los nacidos del cielo y los nacidos del infierno.

Puede que no tenga mucha, pero un sacrificio de sangre sin duda ayudaría.

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