quizás esta sería la mejor
venganza de todas...
al menos, probablemente
podría convencerse de ello
si se esforzaba lo suficiente.
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❝ Lute es la bottom má...
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Vaggie resopló y sacudió la cabeza. ーEn una pelea, tal vez.
ーNo en una pelea. Ahora mismo.
ーNo.
ー¿Qué quieres decir con no?
ーLuteー dijo Charlie, su voz atrapada en algún lugar entre un gruñido y una súplica mientras comenzaba a presionar besos calientes y con la boca abierta a lo largo de la mandíbula de Lute. ーNo te burles de mí… ¿por favor?
Inclinó la cabeza, dejó que sus ojos se cerraran y le dio a Charlie más acceso incluso mientras respiraba profundamente. ーNo… no estoy bromeando. Lo quiero.
ーNunca antes habías tomado una correa, Luteー, dijo Vaggie, y no había ningún juicio en su tono. Esta no era una crítica de su forma de lucha ni una evaluación de sus habilidades; fue una declaración llana de un hecho. —Quizás puedas elegir a una de nosotras y durar lo mismo que de costumbre. Pero no creo que dures mucho con nosotras dos.
ーEntonces entrenenme, maldita sea.
Probablemente había una mejor manera de decir eso, pero Lute era, en esencia, un ángel guerrero creado para un propósito singular que solo ocurría una vez al año mientras el resto de su tiempo lo pasaba entrenando. La idea de que había algo que quería hacer pero no podía significaba que sólo había un recurso: tendría que aprender. Entrenar significaba mejorar. Parecía lógico.
Pero ya sea la sugerencia o la elección de la palabra excitó a Charlie; el demonio mordisqueó ligeramente su oreja mientras sus caderas giraban hacia adelante, e hizo que Vaggie pusiera el ojo en blanco.
ーAmbas son incorregiblesー, dijo un momento antes de levantarse, torciendo las caderas, y Charlie se giró tan fácilmente y se llevó a Lute con ella, hasta que Vaggie se cernió sobre ambas con una sonrisa. Una mano en medio de su pecho la empujó hacia abajo, hacia el calor de Charlie, y la presión contra sus alas envió un escalofrío por su columna. ーDilo en voz alta, Lute. Dinos exactamente lo que quieres.
Tragó, con fuerza, pero cualquier cosa que pudiera haber dicho para prolongar la pelea se perdió en el momento en que Charlie (sus manos ya no estaban preocupadas por soportar su peso corporal) comenzó a explorar, dejando que las puntas de sus garras se arrastraran por la parte inferior del muslo de Lute, como para abrirla más, para dejar que Vaggie se empujara más hacia adentro.
ーQuiero... que ustedes dos... me follen... con sus correas…
ーBuena chicaー, dijo Vaggie con una sonrisa, inclinándose para darle un beso en los labios; una pequeña recompensa. ー¿Fue eso realmente tan difícil?
