❛ 𝗯𝗿𝗮𝘁𝘁𝘆 bottom ❜ 𝓒𝓱𝓪𝓰𝓰𝓲𝓮𝓵𝓾𝓽𝓮

𝘃𝗶𝗶𝗶

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El silencio permaneció entre ellas por un rato, hasta que el hotel apareció a la vista.

⁠ーQuiero el brazo.

⁠ー¿Sí?

⁠ーSí.⁠ ー Lute volvió su mirada hacia la Princesa del Infierno. ⁠ーSoy más eficaz con ambos brazos. No queremos que le pase nada a tu precioso proyecto, ¿verdad?

Charlie sonrió, no condescendiente ni engreída, ni triunfante. Simplemente... ¿alentadora? ⁠ーSe lo haré saber a Belphegor.

⁠ーY esa es…

⁠ー¡Pereza! Pero ella también tiene dominio sobre cualquier curación que ocurra en el infierno⁠ー. Una mueca de dolor. ⁠ーComo. Curación física. La curación emocional y espiritual es... un poco más complicada.

⁠ーNo, esas son claramente tu fuerte⁠ー. Señaló con la barbilla hacia la ventana. ⁠ーDe eso se trata todo esto, ¿no?

⁠ーQuiero decir, supongo que podrías verlo de esa manera⁠ー. La expresión de Charlie vaciló brevemente. ⁠ーUh... todavía no sé si es posible redimir un alma.

Y aquí tenía otra opción.

Pero no era gran cosa.

⁠ーLo es⁠ー, dijo Lute, moviéndose ligeramente cuando la mirada del demonio se fijó en ella. ⁠ー¿Esa serpiente amiga tuya? Él está en el cielo ahora mismo. Simplemente… apareció allí en algún momento. Cuando me enteré... bueno... Sera no podía permitir que continuaran los exterminios si tenías razón. Emily ya le estaba mostrando al tipo el Cielo; no tendría manera de justificarlo. Y yo no tendría ninguna posibilidad de venganza…

No tenía sentido mantener la información en secreto. Había asumido que Charlie ya lo sabía, de ahí su dedicación a reconstruir el hotel, pero… no, aparentemente, no lo sabía. Sólo una esperanza ciega la impulsó a superar todo. Fue una virtud admirable.

Y tal vez las líneas entre el Cielo y el Infierno no eran tan claras como Lute siempre había creído.

Sin embargo, esperaba la fuerte reacción; los ojos de Charlie se pusieron brillantes, sus cuernos aparecieron mientras su cabello se arremolinaba como un mar tumultuoso y su cola azotaba detrás de ella. Tenía que estar furiosa por que le negaran el conocimiento... y había mostrado demasiada gracia al asumir que Lute no sabía que era un secreto que había estado guardando sin querer. Al menos ella tenía su espada para defenderse cuando la Princesa-

⁠ー¡LO SABÍA!ー Gritó, lo suficientemente fuerte como para sacudir la limusina mientras levantaba las manos en el aire, con una sonrisa con colmillos abriéndose ampliamente mientras su cola se azotaba detrás de ella. El vehículo se detuvo y apenas lo hizo, Charlie saltó, haciendo… ¿un… baile? ⁠ー¡LO SABÍA, LO SABÍA, LO SABÍA, CARAJO!