❛ 𝗯𝗿𝗮𝘁𝘁𝘆 bottom ❜ 𝓒𝓱𝓪𝓰𝓰𝓲𝓮𝓵𝓾𝓽𝓮

𝘃𝗶𝗶

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Sería muy fácil convencerse de que matar a la princesa arreglaría todo mágicamente. Hubo un tiempo en el que ella seriamente podría haberlo hecho.

Pero cuando el cielo rojo del orgullo estuvo sobre ellas, Lute se dio cuenta de que derramar la sangre de Charlie realmente no lograría nada.

Eso no evitaría el dolor de perder a Vaggie. O, bueno, eventualmente lo haría, porque no habría nada que impidiera que Vaggie persiguiera a Lute y le infligiera toda la agonía del infierno.

Eso no compraría su camino de regreso al cielo. Sera podría aprobarlo pero nunca lo admitiría; simplemente permitiría que Lucifer dictara cualquier castigo que considerara adecuado para el resto de las exorcistas abandonadas en el infierno.

Ni siquiera se sentiría bien. Charlie le había entregado el arma y no hizo ningún movimiento para detenerla. Incluso mientras la limusina avanzaba por calles llenas de baches, la Princesa del Infierno no hizo nada para alejar la espada mortal de ella.

Ella simplemente miró.

Dejó que Lute eligiera.

Y una exorcista no fue creada para ejercer el poder de elegir.

Finalmente, Lute sacó su espada y la deslizó de nuevo en la funda del paraguas, deslizando el mango falso de nuevo en su lugar con un clic.

⁠ーPor cierto, dijiste algo antes que me despertó la curiosidad.

Lute volvió su mirada hacia el paisaje exterior, pasando por escenas de matanza y escombros. ⁠ー¿Y qué sería eso?

⁠ーNo eres un ángel caído. Sin embargo, las que vinieron contigo se llaman a sí mismas caídas y Vaggie también se describe así. Tú la describes así. Creo que me falta algún matiz.

Odiaba poder ver lo que Charlie estaba haciendo. Fue una explicación sin preguntas, una clara expresión de curiosidad pero sin el peso de la expectativa. Otra opción, aunque no tan sencilla. ⁠ー¿Vaggie no te lo ha explicado ya?

⁠ーElla explicó su decisión (las demás también lo hicieron), pero no estoy segura de si ven el hecho desde la misma perspectiva.

Lute apretó los labios formando una fina línea. ⁠ーHay... niveles en ello. Matices, supongo. Yo... siempre asumí que ambas partes van de la mano: ser abandonado y caer. Cuando tu padre fue expulsado del cielo, eligió caer al infierno en lugar de deshacer lo que había hecho.

⁠ー¿Podría haber hecho eso?

⁠ーPor supuesto. El cielo es todopoderoso; podrían haber hecho borrón y cuenta nueva. Eso habría significado destruir el Edén, destruirlo todo, incluida Lilith. Él no quería eso. Cambió su halo por una corona para crear el Infierno, donde cumpliría su castigo eterno como su Rey. Y Vaggie... Adam tomó su halo; sólo un ángel de mayor rango puede hacer algo así, pero ella... bueno... supongo que no tenía muchas opciones. No le di ninguna⁠ー. Un suspiro. ⁠ーLas demás... probablemente ellas mismas se quitaron sus halos, ¿no?

⁠ーLo hicieron. Me los ofrecieron, por alguna razón, pero no me sentí cómoda con eso. Están asegurados en una bóveda en este momento.

⁠ーSe podrían fabricar armas poderosas con ellos⁠ー, dijo Lute, y no estaba del todo segura de por qué pensaba que era prudente mencionar eso. ⁠ーEl halo es celestial, más santo que incluso el acero angelical.

Incluso uno empañado.

⁠ーY es exactamente por eso que están guardados en una bóveda que sólo Keekee puede encontrar. Nadie en el infierno necesita más poder.

Lute levantó la mano y pasó los dedos por su propio halo. ⁠ーEl cielo me ha dado la espalda, he sido abandonada... pero caer es, en sí mismo, una elección. Es una elección que aún no he tomado.

⁠ー¿Quieres volver?

⁠ーNo me aceptarían.

⁠ーPuedo ser bastante convincente-

⁠ーNo, es sólo que- fui creada. Era una herramienta y tenía mi uso. No me gané mi lugar en el cielo⁠ー, dijo Lute, y las palabras le supieron a ceniza en la lengua.

Era algo tácito pero implícitamente conocido, algo que Adam había confirmado después de sus primeras incursiones más allá del recinto exorcista. La razón por la que sus Halos brillaban en negro. La suya era una existencia transaccional: cumplir las órdenes del Cielo y ser bienvenidas a él. Se les dieron Virtudes, pero ninguna de las inherentes a un alma mortal. Y, por tanto, el Cielo no tenía ninguna responsabilidad hacia ellas. ⁠

ーLo único que me gané fue mi puesto de teniente de un ejército ya desaparecido. Y no lo dejaré ir, pero no puedo volver atrás.

Su halo siempre estuvo empañado pero era suyo. Parte de ella tanto como su espada. Preferiría morir antes que renunciar a cualquiera de los dos voluntariamente.

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