"Cenando con el enemigo."
–¡Qué linda te ves, querida!-- Exclama Rosie mientras da aplausos emocionados.
Te giras hacia un espejo convenientemente colocado cerca de donde estas. Ahora tienes puesta una vestimenta más parecida a la de Rosie y sus amigas, además de un corte de cabello del cual no estuviste de acuerdo, pero no pudiste contra Susan y su habilidad con las tijeras de cabello. Tienes puesto un vestido largo en colores crema, unas botas a juego y flores en tu peinado.
Si no fuera por tus ojos te podrías camuflar perfectamente entre los caníbales.
–Esto es muy elegante para mí.-- Dices mientras ves el hermoso vestido. –Siempre llevaba mi uniforme del trabajo o ropa casual, nunca me había puesto tan elegante.
–Oh, no te preocupes.-- Dice Rosie, acercándose y agarrando tus manos. –Te ves hermosa.
Un pequeño sonrojo aparece mientras sonries timidamente y desvías la mirada. Nunca te habían dicho hermosa, algunas veces Carmilla te decía que te veías bien o algunos otros te decían bonita.
–Gracias.
–No agradezcas nada.
Rosie se aleja de ti y camina hacia la mesa donde cinco platos ya están puestos.
–¿Por qué hay cinco platos?-- Preguntas con curiosidad.
–Un amigo mío vendrá hoy a cenar.-- Responde Rosie con una sonrisa. –Te lo presentare y así tú también puedes ser su amiga.
–Bueno... supongo que no sería malo.
–¡SI! Te va a agradar.-- La amiga de Rosie exclama. –Alastor es tan encantador.
Te congelas en tu lugar al escuchar el nombre de Alastor. Inmediatamente la voz del comentarista viene a tu mente y tu espalda se tensa al recordar la escalofriante risa que tenía cuando te mencionó en sus noticias. Entiendes por instinto que no sería bueno encontrarte con él, sientes desde alguna parte de tu corazón una especie de miedo de que te encuentre.
–¿A-alastor?-- Tartamudeas sin darte cuenta, cosa que llama la atención de Rosie. Ella entrecierra los ojos cuando nota lo nerviosa que pareces, tú también notas como ella te ve y logra ponerte aún más nerviosa.
–Si... ¿Hay algo de malo con Alastor?-- Pregunta ella en tono casual, pero puedes sentir el atisbo de peligro en su voz.
Tragas seco mientras desvias la mirada. Tu cerebro trabaja duro para encontrar alguna excusa a tu nerviosismo, algo que te salve de ser tú la cena.
–Y-yo he escuchado sus transmisiones de radio.-- Dices solo unos segundos después de pensarlo. –Soy una gran fanática.-- Agregas con una sonrisa nerviosa. –Estoy un poquito emocionada y nerviosa por conocerlo.
Rosie dice con sus ojos entrecerrados y mirada dura, que se transforma en una sonrisa luego de escuchar tu respuesta.
–En ese caso parece que no serás la única emocionada.-- Rosie dice. –A mi querido amigo le encanta conocer a sus fans, apuesto que te podría llevar a conocer su oficina si se lo pedimos.
–¡No! Digo no no no.-- Exclamas. –No me gustaría interrumpir su lugar de trabajo, solo con hablar con él y tener su autógrafo me basta.-- Explicas. Rosie asiente ante lo que dices.
–Esta bien.
Terminan de poner la mesa, cosa en la que no te dejaron ayudar alegando que tú eras la invitada y no debias hacer nada de eso. Mientras terminan de colocar algunos detalles alguien tocan a la puerta.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.