"Manzana envenenada"
Un nuevo día empieza. Tu nuevo horario como niñera de Charlie era bastante errático, básicamente tu día empieza a la misma hora que la pequeña despierte, a veces demasiado temprano, otras veces más tarde. Era una rutina que venías siguiendo todo este tiempo, pero hoy por alguna razón te has levantado por tu cuenta.
Tallas tus ojos, mientras bostezas y lentamente te enderezas. Echas una mirada a tu alrededor para admirar los cambios. En lo que antes solo era una habitación polvorienta con nada más que una cama y un mueble mal trecho, ahora era una habitación más elegante, con cosas que ni siquiera en vida humana hubiera podido conseguir y que ahora tenía, todo cortesía de su querido rey infernal.
Te levantas de la cama, tirando de las mantas con fuerza, al hacerlo nota como algo sale volando y rueda por la alfombra recién instalada hasta parar casi en una de las esquinas. Con curiosidad busca la cosa, hallando una manzana perfecta y brillante. Se ve jugosa y le da hambre de solo verla, pero la curiosidad de saber cómo llegó la fruta hasta su cama impide que la devore nada más verla.
Regresa a la cama y busca entre las sábanas, pero no hay más. Finalmente, solo se encoge de hombros y da una mordida al fruto mientras busca entre las telas el uniforme que normalmente usa en el trabajo.
Sale de su habitación vestida para el trabajo e inmediatamente busca en la habitación de Charlie, pero la niña no se encuentra. En busca de respuesta buscas en la oficina de Lucifer, pero el demonio no se encuentra, incluso se atreve a mirar desde la puerta a la habitación del rey, pero tampoco está.
Bajas el primer piso, donde los empleados trabajan arduamente para mantener la mansión en orden.
–Ah... disculpe.-- Te diriges a la jefa de empleados, que tiene una cara peor desde que el despido de empleados le hizo tener más tareas a todos.
–¿Si, señorita TN?-- Pregunta con cortesía. Pobre de ella si te llega a hablar como lo hacía antes.
–¿Sabe que ha sucedido con el señor Lucifer y la pequeña Charlotte?
–Su majestad ha salido a una reunión con los otros señores del infierno y se ha llevado a su hija para presentarla.-- Ella responde. –Me sorprende que no lo supiera.
Haces una mueca. A decir verdad Lucifer no comentó que haría algo así, lo que es raro ya que Charlie se ha pegado como pulga a ti.
Suspiras –Bueno... ¿Hay algo en lo que pueda ayudarles?-- Preguntas a la mujer.
–Ya no tengo autoridad para ordenarle hacer nada, señorita TN.
Eso también cambió luego del despido de los empleados, Lucifer te había convertido en la figura de más poderosa en la mansión, después de él claro está.
–No le estoy pidiendo que me ordene hacer algo... solo quiero saber si necesitan ayuda.
La mujer niega con la cabeza.
–Estamos perfectos en este momento, señorita...– Notas su tono irritado. Esa pecadora es alguien orgullosa, lo habías sabido desde el momento en que pisaste la mansión. Ella llevaba muchísimos años trabajando ahí y que le hubieras superado de la noche a la mañana no le hizo nada de gracia.
–Entonces me iré.-- Murmuras sin ganas. –Si me necesitan de todas maneras... estaré arriba.
Detrás de ti oyes a la mujer lanzas un bufido y tiempo después el cómo empieza a chismear sobre ti. Ni siquiera esperó a que te fueras de la habitación.
Llegas a la escaleras que dan al segundo piso, donde dos pecadoras las están limpiando. Solo por curiosidad escuchas la conversación y te quedas sorprendida al escuchar el nombre de Carmilla.
–¿Ya escuchaste de los nuevos Overlords?-- Dice una de ellas.
–¡Si! Esa mujer, Carmilla, ha dejado muchos destrozos. Incluso escuche que se paseo con la cabeza de un antiguo overlords frente a otros pecadores solo para que vieran lo que pasaría si se rebelan contra ella.
–Estos nuevos overlords parecen todavía más despiadados que los anteriores, me preocupa lo que podrían hacer. Si son capaces de matar overlords, ¿qué pasará con nosotros?– La chica comenta de manera preocupada.
–No hay nada de qué temer, mientras hagamos bien nuestro trabajo, seguiremos bajo la protección de Lucifer.-- La otra mujer asegura. –Ellos podrán ser poderosos, pero su majestad sigue siendo el rey.
–Por supuesto.-- Suspira.
Escuchas atentamente la conversación. Por lo que puedes deducir, Carmilla se ha convertido en una Overlord, incluso logró matar a uno de los antiguos. Eso te sorprendió, aunque solo era cuestión de tiempo. Ya sabias que Carmilla tenía algún tipo de armas capaz de dañar demonios, lo que no tenías en mente era que Carmilla lograra matar overlords.
–¿Pero ya has oído la radio?
Tu atención vuelve a la conversación de las chicas.
–¿Los gritos? Claro que los escuche, todos en el infierno los están escuchando.
–¿Qué crees que sea?
–Sea lo que sea, seguramente ya está muerto.-- Ella responde, sin ninguna pizca de emoción. –Pero si he oído de los demás pecadores que ha aparecido un tipo extraño... Según la descripción que le dan es alguien alto, va vestido en su mayoria de color rojo y tiene la voz extraña.
–¿Qué hay con ese tipo?
–El aparece muy pocas veces ante el público y cuando lo hace es en territorios muy específicos. La última vez que lo vieron estaba en el territorio del este, justo antes de que el overlord de esa zona fuera asesinado.
–¿Me estás diciendo que ese tipo los está cazando?
–Por supuesto que no, solo te estoy contando lo que sé.
Sueltas un jadeo mientras te ocultas tras la pared. El territorio este... es donde vivías junto a Carmilla, si ese tipo extraño estaba buscando a los overlords, es probable que también estuviera tras ella.
Sin demasiado pensar sales corriendo a la puerta principal, ignorando los gritos de sorpresa que dan los empleados cuando los empujas a tu paso.
–Señorita TN, ¡¿a donde cree que va?! –Oyes el grito de la jefa de empleados a la distancia, pero lo ignoras. Tu mente está pensando únicamente en Carmilla, ni siquiera te detienes para analizar las palabras de aquellas mujeres, o para ver como un extraño sello brilló en la puerta cuando saliste.
[Fin del capítulo 7]
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.