Por alguna razón || Lucifer x T/N

Capítulo extra

"Tiempo de calidad con la familia"

TN y Lucifer habían salido muy temprano en la mañana con la misión de ir al cielo y conseguir que de alguna manera estos lo ayudaran. El resto de los pecados no estuvieron muy convencidos de ellos, pero si ya habían logrado que los dejaran entrar era suficiente para tener un poco de esperanza.

Como no había tiempo y estaban literalmente a contra reloj, la única opción para Lucifer era dejar a su adorada hija al cuidado de sus irresponsables y potencialmente idiotas hermanos a cargo de Charlie. Aunque no quería era la única opción ya que aunque no quisiera admitirlo eran las únicas personas en las que podía confiar en ese momento.

Lucifer se paró frente a sus hermanos, a su lado estaba TN cargando a Charlie mientras esta jugaba con uno de sus patitos de goma.

— ¿Y bien? ¿No se iban ya? — Beelzebub fue la primera en hablar, ansiosa por poder cargar y cuidar de su única sobrina la cual conocía hacía apenas unos meses.

Lucifer vio a sus hermanos con los ojos entrecerrados y luego a TN. La mujer solo se encogió de hombros, ella realmente no conocía a ninguno de los pecados, así que no podía decir si serían buenos niñeros o no.

Luego de un rato Lucifer finalmente se resignó, dando un suspiro.

— Si algo le pasa a Charlie en nuestra ausencia, juro que los matare. — Amenazó, antes de tomar a Charlie de los brazos de TN y pasarsela a su hermana.

— Si si si, lo que tu digas, hermanito. — Beelzebub dijo sin prestar atención realmente a lo que Lucifer decía.

Beelzebub recibió a Charlie en sus brazos, la pequeña parecía algo intimidada por la presencia y altura de Beelzebub, aunque también estaba algo curiosa por sus colores chillones y pelaje esponjoso.

— Volveremos lo más rápido que podamos. — Lucifer dice, él y TN comenzando a salir por la puerta. — Su fórmula está en los estantes de arriba, su juguete favorito está en su cuna y sus pañales en el mueble más cercano a la puerta. Procuren también no darle demasiados dulces o tendrá una sobrecarga de azúcar. Sobre el refrigerador está una lista de sus comidas y cuando deben dárselas, también tienen que...--

— Sisisi... — Mammon dice, empezando a empujar a su hermano y mujer fuera de la gran mansión. — Lo tenemos todo controlado, enano. Ya vayanse de aqui.

El pecado de la avaricia empujó a ambos fuera de la mansión antes de cerrar la puerta principal en sus caras, dejando a Lucifer con las palabras en su boca.

— ¡Saluden al idiota de Gabriel y Rafael de mi parte! — Grita desde adentro, burlándose un poco ya que podía escuchar perfectamente a Lucifer maldiciendo y amenazandolo de muerte.

En cuanto los tres se quedaron solos con la pequeña Charlie se miraron los unos a los otros sin saber qué hacer.

Siempre que pensaban en Charlie y en lo que harían con ella cuando tuvieran la oportunidad de cuidarla eran cosas como enseñarle de runas, llevarla de paseo a alguna fábrica de golosinas o enseñarle a pelear, pero no podían hacer nada de eso ya que estaban confinados en al gran mansión hasta que ambos padres regresaran y desde luego que Lucifer los crucificaria si algo le llegaba a pasar a Charlie.

— ¿Y qué haremos ahora? — Cuestiona Asmodeo.

— No sé... ¿Qué es lo que pueden hacer los bebés? — pregunta Mammon, viendo a Charlie quien se ha quedado completamente quieta observando la puerta principal. — Dudo que siquiera pueda hablar todavía.

— ¡Ya sé! — Bee exclama. — Podríamos enseñarle a hablar.

— No es mala idea. — Murmura el pino, rascándose la barbilla. — Anda, Charlie, ¿Puedes decir 'dinero'? Di 'dinero', Charlie.