"Ella"
Tuvo que moverse a un lado para esquivar al repentino ataque, sin embargo, la persona que se había lanzado a atacar rápidamente se dio la vuelta con un tajo alto de una lanza que casi le arranca un brazo. Afortunadamente, logró esquivar dando un vuelta y con su tacón en alto logro rebanarle el cuello a aquel pecador que murió segundos después cuando Carmina enterró su pierna en el pecho descubierto del hombre, haciendo papilla su corazón.
Todo el barrio de la mafia estaba bajo un ataque, la frontera había sido asediada por el barrio canibal quienes poco a poco fueron acabando con los asentamientos más lejanos al centro de la ciudad, donde reside la overlord de la zona, Carmilla Carmine.
Cuando la overlord escuchó del ataque a su territorio fue la primera que llegó, seguida de su armada y Zestial quien era el encargado de evacuar a las personas.
— ¡¿Qué mierda les pasa por la cabeza?! — Se quejo la de pelo blanco mientras mataba a algun tonto pecador que se le lanzo a quema ropa.
— Sin duda es extraño... — El siembre sereno Zestial comenta. — Sabía que el barrio caníbal se estaba expandiendo de manera apresurada, pero creí que estábamos en buenos términos...
— ¡Agh! — Carmilla gruñe, retrocediendo hasta Zestial quien se encarga de una docena de caníbales con su magia. — Voy a matar a esa traidora de Rosie cuando la vea...
Desde aquella desastrosa reunión hacía un par los movimientos del barrio de la mafia se habían detenido, pero cuando Carmilla logró hacer calmarse recibió una mano amistosa de la líder del barrio canibal, Rosie, quien estuvo dispuesta a negociar con ella para ayudarla a reponerse en esos días que estuvo distraída.
Carmilla les había vendido armas, armas que ahora mismo estaban utilizando en su contra.
— ¡Muevanse! — Carmilla grito a un grupo de sus tropas, que estaban justo debajo de un edificio a punto de derrumbarse.
Desde el edificio aparecen varios tentaculos negros que derriban la gran edificacion, cayendo sobre los drevenidos sujetos que no alcanzaron a reaccionar a tiempo a la advertencia de su lider.
Carmilla se pone alerta cuando el aura verdosa acompañada de tentaculos negros aparece. De detrás del edificio aparece cierto ciervo, pero algo en él es diferente. Alastor tiene al menos cuatro veces su tamaño, unos cuernos enormes y puntiagudos, además de una descomunal fuerza con la que es capaz de lanzar edificios abajo, como ya lo había hecho.
— ¡Buenos días, Carmilla! — Saluda Alastor con voz amplificada. — ¿No es esta una linda mañana?
Otro edificio es destruido, matando a más de su gente y haciendo que los caníbales empiecen a ganar ventaja.
— ¡Eres un...! ¡¿Que mierda significa esto, Alastor? — Carmilla interroga, poniéndose frente al gigante que se ríe de manera burlona mientras empieza a disminuir su tamaño.
— Vaya vaya vaya, Carmilla... Creí que recordarías mis palabras. — Dice él, volviendo a su apariencia habitual. — Este infierno está aquí, sin un verdadero rey que lo gobierne. Y yo no me puedo quedar de brazos cruzados... — Informa. — ¿No lo recuerdas? Solo me hacían falta un par de overlords para hacerme con el control de la ciudad, ¿Y adivina quién es una overlord?
Carmilla mira a Alastor con odio, mientras retrocede unos pasos para ganar espacio.
— Estas demente si crees que permitire esto. — Declara, poniéndose una en una pose de ataque.
— Oh, no no no. — Alastor niega con un dedo, como si estuviera reprendiendo a una niña pequeña. — Yo no haría eso si fuera tú...
— ¡Solo eres un hablador! — Ella insulta, más molesta a cada segundo que le veía el rostro a ese sujeto.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.