"Puesta de sol"
— ¡¿Qué haces aquí, pecadora?! — No te perdiste el tono alterado y casi histérico de la mujer.
Levantaste las manos en señal de no ser una amenaza.
— S-solo estaba buscando el baño. — Explicas, tratando de calmar a la alterada mujer.
— Tú no deberías estar aquí... ¡¿Cómo subiste? — Continúa su interrogatorio, mientras camina hacia ti de manera amenazante causando que empieces a retroceder, eso hasta que tu espalda choca con una pared.
— Estoy aquí por una reunión con el cielo. — Dices, provocando que ella se sorprenda por un momento.
— ¿Una reunión con el cielo? — Repite sin creérselo. — Eso es imposible... ¡Jamás aceptarían ver a una simple pecadora!
— Bueno, no es a mí exactamente a quien aceptaron ver... — Admites con una risa nerviosa. — He venido como acompañante de Lucifer Morningstar.
El rostro de la mujer se pone pálido y sus ojos se abren aún más que cuando te vio. Puedes notar una mezcla de emociones en ella; miedo, inquietud, tristeza y emoción.
Ella se lleva una mano al pecho y la otra a su boca.
— ¿Lucifer? — Pregunta, con una extraña mueca.
— Si... — Respondes extrañada por el repentino cambio en la manera que ella actúa.
Ahora que la veías con más detenimiento, te das cuenta de que ella no tenía alas. Ese dato hace que te sorprendas. Hasta donde sabías y habías visto, todas las criaturas en el cielo sin excepción alguna tienen alas, lo único que varía de uno a otro era la cantidad que tenían o sus colores. Por un momento te preguntas si esa mujer es como Lucifer que puede ocultar sus alas a voluntad, cosa que sería extraña ya que no habías visto a nadie más ahí que hiciera eso.
— ¿Cómo... ? ¿Cómo está él?
Entrecierras los ojos ante la pregunta. Es extraño que pregunte por el estado de Lucifer considerando lo mucho que lo odiaban ahí, de igual forma que no perdiste el extraño modo en que lo pregunto, con ese tono de voz que te hace pensar que esa mujer conocía a Lucifer de antes.
— ¿Por qué le interesa saber? — Interrogas.
La mujer se sorprende por un segundo ante la pregunta, pero rápidamente se recupera y vuelve a esa expresión que tenía cuando te vio por primera vez.
— Mis asuntos no son problema tuyo. — Dice de manera grosera y muy a la defensiva. — Solo responde la pregunta y vuelve por donde viniste.
Miras a la mujer con el ceño fruncido, molesta por cómo ha estado hablándote. Normalmente no estarías tan molesta por que alguien te hablase de esa manera, después de todo era casi el estándar en el infierno, pero ese era el problema principal, no estaban en el infierno sino el cielo.
— ¿Se supone que así deberían actuar los residentes del cielo? — Preguntas, cruzándote de brazos.
La mujer te ve con severidad, lo que te hace pensar por un momento que tal vez no fue buena idea meterse con ella de esa manera. Ella parece estar a punto de desatar su ira en contra de ti, pero justo cuando está por decir algo la voz de Lucifer se escucha desde lejos, lo que hace que la mujer se paralice.
— TN, la reunión está por empezar. — Oyes a Lucifer decir mientras se acerca, al menos eso puedes deducir por sus pasos que se escuchan cada vez más cerca.
Quisiste ir con Lucifer y decirle sobre la mujer loca que preguntaba por él, pero ni siquiera diste dos pasos cuando fuiste tomada fuertemente por la muñeca y arrastrada lejos por la misma loca que segundos antes te había gritado.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.