"Madre."
Los días pasan de manera normal, más o menos.
Con ayuda de Lucifer han logrado limpiar la mansión casi en su totalidad, pero algo ha cambiado en la manera de cómo lo ves. Desde aquel día en que casi se dan un beso las cosas se han puesto un poco raras.
Es innegable la tensión que se ha generado entre ambos. Cosas que antes te resultaban normales ahora te hacen sonrojar y ponerte nerviosa; Antes siempre tenías a Lucifer cerca, llegándose incluso a tocar cuando tenían que compartir la tarea de cargar a Charlie; Ahora cualquier acercamiento al monarca te daba escalofríos, ya fuera fuera un roce, un choque accidental o un ligero toque de manos. A pesar de lo que el casi beso significo para ti, Lucifer no lo volvió a comentar y tu tampoco.
Tal vez fue sólo producto del momento, piensas, aunque te duele.
Has aceptado que te atrae Lucifer. Vamos, que no es muy difícil quererle considerando lo bien que te trata y lo guapo que es, aunque no sabes si el sentimiento es mutua o no. El lado más pesimista de ti repite constantemente que por supuesto que no es así, después de todo eres una simple pecadora y Lucifer es el rey, pero otra parte de ti, la enamorada, quiere creer que Lucifer de alguna manera también se siente atraído por ti.
Sin embargo, no todo es tan malo. Al menos te puedes distraer de tus sentimientos confusos gracias a Charlie. Y es que la pequeña diablilla ha aprendido a gatear increíblemente rápido. No podías dejarla sola un momento porque saldría huyendo a cualquier parte y eso sería peligroso si se topaba con las escaleras. Por suerte tenías la siempre confiable cuna, donde dejabas a la pequeña velocista a pesar de sus rabietas.
La Charlie que conociste cuando aún le costaba abrir sus ojitos ahora era una niña que estaba creciendo a pasos agigantados. Lucifer ha comentado que incluso ha dicho ya su primera palabra y que tenía que ver contigo.
Te entristeció enterarte que te perdiste la primera palabra de Charlie, pero al menos te consuelas en el hecho de que ella hablo sobre ti. Te preguntas si dijo tu nombre, TN, aunque es improbable porque en realidad nunca se lo dijiste. Tal vez lo escuchó de Lucifer o de alguno de los antiguos empleados.
En algún momento le preguntaste a Lucifer cuál había sido la primera palabra de Charlie, pero él solo se había encogido de hombros con una sonrisa juguetona.
"— Tendrás que esperar a que la repita." Había dicho, lo cual le valió un enojo de tu parte, pero como el alma bromista que era Lucifer simplemente se dio media vuelta para luego irse bailando de manera burlona.
Este último acontecimiento te impulsó a querer enseñarle a Charlie tu nombre, para que le sea más fácil llamarte en específico si lo quería.
— Vamos, Charlie, di "TN". — Dice mientras te apuntas con el dedo a ti misma.
Estas sentada en la alfombra junto a Charlie. Esta vez no están en la habitación sino en la sala, que es un lugar más espacioso donde Charlie puede andar.
— Charlie, mírame. Di "TN". — Repites tratando de que Charlie diga algo, pero ella solo ladea la cabeza de manera confundida.
Tu expresión decae considerablemente. Ya llevabas unos buenos veinte minutos tratando de que Charlie dijera tu nombre, pero la niña simplemente no cooperaba.
— Vamos, Charlie. Solo di "TN" y te daré una paleta. — Dices mientras levantas en el aire tu soborno.
— ¡Paleta!
— ¡Eso no, Charlie! — Lloras cómicamente.
A la sala llega Lucifer, que se queda viendo como su hija trata de alcanzar una paleta de las manos de una TN con una nube depresiva sobre su cabeza.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.