"Un millar de estrellas"
Tus ojos se abren repentinamente, el brillo mañanero te golpea directamente por lo que te ves obligada a entrecerrar los ojos y parpadear para acostumbrarte a la luz en la habitación.
El alto dosel de la cama recubierto con telas de estampado de patitos te ayuda a reconocer en dónde exactamente es que estas, gracias a eso puedes relajarte un momento y volver a cerrar los ojos.
Te sientes más cansada de lo usual después de un largo sueño, tu pecho te aprieta un poco y no sientes la pierna, lo que no debería suceder normalmente, pero estás demasiado somnolienta para pararte a investigar, pero a pesar de tus deseos sientes que debes levantarte.
Tu cuerpo estaba pesado y no tenias muchas fuerzas, pero aun asi logras erguirte lentamente hasta estar sentada sobre la cama. Cuando quitas las sábanas de tu camino te percatas de un apretado vendaje sube tu pecho, además de tu pierna que está completamente momificada. Entiendes gracias a eso que será imposible, o al menos muy difícil, ponerse de pie.
Intentas ponerte de pie ayudándote de los muebles cercanos, solo usando una de tus piernas. De alguna manera llegas hasta la puerta, sales de la habitación y recorres el pasillo tan rápido como un caracol. Al llegar hasta la escaleras sueltas un suspiro. Te aferras al barandal con fuerza y bajas lentamente, asegurándote de pisar correctamente ya que lo último que necesitabas en ese momento era rodar desde el segundo piso.
Finalmente tocas la primera planta y de inmediato escuchas voces provenientes de la cocina. Te encaminas a ese lugar con curiosidad. Cuando llegas tus ojos se abren con sorpresa al ver a la multitud reunida. Ahí estaban todos; Carmilla y Zestial sentados uno al lado del otro mientras veían café, aun lado estaban Beelzebub y Mammon peleando por alguna razón mientras Asmodeo trataba de separarlos y por último pero no menos importante estaba Lucifer con Charlie en sus brazos. Esta última volteo en tu dirección y de inmediato sus ojos se iluminaron con felicidad.
— ¡Mami! — Exclamó la pequeña mientras extendía sus bracitos para intentar alcanzarte.
El llamado de Charlie hizo que todos voltearan en tu dirección, algunos te vieron con sorpresa y otros (Carmilla y Lucifer) te veían con preocupación.
— TN... deberías estar descansando. — Lucifer te dice, acercándose rápidamente hacia donde estás parada.
— Lo sé... Solo quería venir a ver qué pasaba. — Admites. — ¿Qué hacen todos aquí reunidos?
— Bueno, nosotros estamos aquí como apoyo emocional hacia nuestro hermanito. — Beelzebub dice con una cálida sonrisa.
— ¿Enserio? Creí que era porque querías evitar tus responsabilidades y no volver para hacer papeleo. — Mammon comentó mientras se rascaba la barbilla.
— ¡Agh! ¡Pendejo de...! — Gruñe mientras se abalanza sobre el desprevenido demonio.
Soltaste una risa ante las payasadas de los pecados.
Carmilla se acerco a ti poco después, parándose delante mientras te observa.
— ¿Estas bien?
— Me siento bien... Al menos no tan mal como antes. — Admites, sintiendo como el dolor de antes ahora solo son calambres. — ¿Cuánto tiempo estuvo dormida?
— Un par de horas.
— ¿Y qué ha pasado?
— No mucho. — Responde, encogiéndose de hombros. — La guardia real ha empezado a desplazar a los miembros del barrio caníbal de vuelta a su territorio y el barrio de la mafia vuelve a estar a manos de Carmilla Carmine, pero considerando los daños tardaran un tiempo en reponerse... — Lucifer explica con un encogimiento de hombros. — En verdad nunca he sido tan cercano a mi reino, así que... No sabría decir cómo irán las cosas. — El expresa con una mirada triste y algo arrepentida.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.