"Corazón podrido"
Estaba sentado con una taza de té en manos, delante de él había una mesa redonda y una silla al otro extremo donde una mujer de mirada triste veía su propio reflejo en el té amargo.
— ¿Disfrutando del té, querida? — Cuestiona el locutor con voz elegante.
La mujer no le voltea a ver, en cambio dirige su mirada hacia un lado donde se observa la ciudad hecha un desastre y a los pocos habitantes restantes del barrio de la mafia siendo llevados como prisioneros por otros pecadores como ella de ojos negros.
Alastor y Rosie estaban a lo alto de un edificio, observando desde la cima lo que ambos habían logrado... Lo que Alastor había hecho.
— ¿Te sientes bien, Rosie? — Alastor le pregunta al ver como al mujer solo se veía más deprimida a cada segundo.
— No fue por esto que funde el barrio... — Ella murmura, lo suficientemente fuerte para que Alastor sea capaz de oírla.
— Hmmm... ¿Otra vez con eso? — Alastor se queja. — Ya hablamos muchas veces sobre esto, Rosie.
— Lo sé, pero... — Rosie hace una pausa para observar abajo donde alguien del barrio caníbal está comiendo los restos de algún otro pecador. — Esto se ve mal... — Dice, viendo el comportamiento salvaje y algo errático de los miembros de su barrio.
— Yo los veo bastante felices. — Comenta con una risita, viendo al igual que Rosie como varios miembros del barrio canibal devoraban con hambre a otros pecadores muertos.
— Esto es... asqueroso.
— ¿Asqueroso? — Alastor pregunta, divertido. — ¿Te asquea ver como tus hombres comen a otros pecadores? Querida, eso es lo que hacemos todo el tiempo. La única diferencia entre la cena que tuvimos el día anterior y lo que está pasando ahora es la mesa elegante y las copas de vino que compartimos.
— Eso no es así... Nosotros compramos la carne, aquí están matando a gente y...
— ¡Ooh, por favor, Rosie! — Alastor dice, fastidiado por la actitud de la mujer. — ¿Cómo crees que consiguen la carne que te comes? Ellos no llegan con un grupo de pecadores y dice "Oye, ¿Quieres ser la cena de alguien?"
— Bueno, no pero...
— ¿Qué 'pero'? Esto le dará de comer a tu gente por meses. — Alastor dice antes de llevar la taza de té a su boca y beberla toda de un sorbo.
— Te estas comportando extraño últimamente. — Rosie dice, mirando a Alastor con expresión seria.
— Ahh. — Suspira. — Rosie, lo siento. — Él dice, dejando la taza en la mesa y parándose para caminar hasta Rosie y arrodillarse cerca de ella. — Últimamente esto me está causando mucho estrés, ¿Sabes? Quiero priorizar la seguridad de nuestra gente y sobre todo la tuya, pero algo difícil y estresante con tantos enemigos tras nosotros. — Alastor admite, mientras toma la mano de la mujer para luego depositar un suave beso en el dorso. — Lamento mucho haber actuado así contigo.
Rosie desvía la mirada, de nuevo hacia la ciudad destruida. Ella quiere decirle algo a Alastor, mandarlo a la mierda sería bueno o al menos un reproche, pero cuando voltea para verlo a los ojos y mira esa cara de arrepentimiento tan adorable... con sus orejitas agachadas y sus ojos cristalinos, Rosie simplemente es incapaz de explotar contra el hombre.
La mujer de ojos negros se inclina hacia Alastor, lo toma de las mejillas y lo acerca hacia ella para dar un pico en los labios.
— Está bien... Supongo que también es mi culpa. — Ella dice, tratando de quitarle algo de peso encima a Alastor. — Te estoy dejando todo esto a ti solo y en vez de ayudarte te estoy reprochando cosas...
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.