"Ella, la que destrozó"
Llegas a la habitación y cierras la puerta detrás de ti.
Tienes la respiración agitada y un gran sonrojo, puede que también estés un poco en shock ya que casi besaste a Lucifer.
El recuerdo de sus labios rozando los tuyos y su respiración haciéndote cosquillas te provoca un hormigueo en el estómago. Era la primera vez que te sentías así, como si tuvieras mariposas en el estómago (más bien lombrices). La sensación no era desagradable, pero te resulta extraño.
Una risas infantiles te llaman la atención, cuando subes la mirada para averiguar quién estaba ahí viste a Charlie. La pequeña manzana sonreía divertida, su sonrisa solo tenía dos dientes superiores lo que le hacía ver cómica y adorable.
— Charlie, ¿Cuando te salieron los dientes?
Te acercas a Charlie para revisar las dos pequeñas manchas blancas en sus encías. Los dientes apenas salían, todavía les faltaba bastante.
— Ay... ¿De cuanto me perdi? — Susurras con algo de amargura.
Te preguntas por un momento que hubiera pasado si tardabas más en regresar o si nunca regresabas. Seguramente sería desastroso. Lucifer hubiera colapsado de tanto estrés y Charlie hubiera terminado enferma. Era solo una posibilidad, pero una muy triste.
Pensar en que hubiera pasado si no volvías te lleva a pensar en las palabras de Lucifer. El había dicho que por un tiempo pensó que lo habías abandonado, cosa que se parecía así por la manera tan repentina en que habías ido, pero luego de comprobar que no hiciste y jamás harías eso se disculpó por creer que eso de ti y por creer que serías como ella...
¿Quien era ella?
Era la primera vez que Lucifer la mencionaba, pero por el tono que había usado y la manera en que había reaccionado te hace pensar que fue alguien importante para él, tal vez algún familiar o una amiga cercana. No quieres ponerte a investigar a Lucifer, pero la curiosidad te está matando y tu eres un gato.
Decides dejar ese tema para más tarde, lo principal ahora es limpiar la mansión y volverla de nuevo a lo impecable que era antes, o al menos intentarlo. También debes encargarte de que Lucifer duerma, con esas ojeras que se carga seguro que no ha dormido en días, lo cual sospechas es el caso.
Te llevas a Charlie fuera de la habitación y hacia la cocina. Ambas deben conseguir algo de comida. Estás llegando, pero te detienes en el arco que separa a la cocina del comedor. Y es que la cocina es el mayor desastre que has visto jamás y mucho decir considerando que estuviste en el barrio destruido, que la pequeña explosion del barrio no se comparaba a la bomba nuclear que era esa cocina.
Los platos sucias tenían manchas negras de comida podrida, había restos pegados al techo por alguna razón, en una esquina estaban apiladas bolsas de basura que probablemente tenía vida propia y la estufa estaba en llamas, literalmente.
Dejas a Charlie en su sillita para comer y te apresuras a apagar la estufa que es lo más peligroso.
Ves todo el desastre a tu alrededor mientras lentamente desciendes en la locura. Esto no iba a ser nada fácil de limpiar.
[...]
Lucifer se encierra en su oficina, es un desastre aún peor que el resto de su casa, pero seguía siendo su lugar seguro.
Pasa caminando sin ganas hasta su escritorio, no le importa pisar los papeles en el piso. Llega hasta su escritorio y se sienta mientras deja escapar un suspiro.
Está agotado, quiere dormir, pero no puede. Había estado durmiendo bien desde que TN llegó a su vida, pero cuando ella se fue sus viejos traumas y pesadillas volvieron. Esperaba que con ella de vuelta las cosas mejoraran, pero no podía evitar despertar de repente con miedo de que lo hayan abandonado nuevamente.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.