Capítulo 26

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"Portador de la luz"

Sus ojos se abrieron de par a par repentinamente. El sonido insistente de golpes en la puerta fue el causante de despertarlo apenas teniendo tres horas de sueño a sus espaldas.

Lucifer se levantó exaltado, pues prácticamente sonaba como si quisieran tirar la puerta abajo.

— ¿Qué es ese sonido? — La voz a su lado preguntó.

— Quédate aquí... iré a ver. — Responde con tranquilizadora a la mujer que también había despertado a causa del sonido.

Salió rápidamente de la habitación con rumbo a la puerta principal. En el pasillo sorpresivamente se encontró con el pino de navidad, conocido además de su avaricia por tener el sueño más pesado que una ballena.

— ¡¿Quién mierda llama a esta hora?! — Refunfuña. — ¡Estaba soñando con Ricky!

Lucifer ignora la rabieta de Mammon y continúa su camino, siendo seguido de no muy lejos por el demonio quien tenía planeado un castigo bastante cruel para aquella criatura que se atrevía a molestar a esa hora.

Llega hasta la puerta principal, que se mueve violentamente ante los golpes dados desde afuera. Lucifer se adelanta y abre la puerta, listo para cualquier ataque. Lo que no esperaba el monarca sería que un pecador malherido cayera a sus pies, tosiendo sangre y con medio brazo izquierdo faltante.

— ¡¿Qué carajos?! — Mammon exclama, sorprendido un poco por la grotesca escena.

— Su alteza... — El hombre habla con dificultades. — N-nos... nos atraparon.

— ¿Los atraparon? ¿Quien?

— Alastor, señor. El demonio descubrió a los espías en las fronteras del distrito de la mafia. — Explica, haciendo que Lucifer abra los ojos con sorpresa.

— ¡¿Cómo lo hicieron?! Les dije que debían quedarse dentro del distrito de la mafia.

— Lo hicimos, señor... Alastor ha empezado a moverse más cerca de las tierras de Carmilla Carmine, estábamos por movernos de sitio cuando nos vimos rodeados por miembros del barrio canibal. Pensamos en hablar para solucionarlo, pero empezó una pelea y nos vimos en la obligación de utilizar las armas... Ellos reconocieron el logo real grabado en las armas y fue cuando el demonio de la radio apareció.

— Mierda... — Lucifer gruñe en voz baja. — ¿Qué hay de los demás?

— Todos en mi grupo están muertos, empalados por nuestras mismas armas. Y perdimos comunicación con el resto de informantes en las fronteras del distrito de la mafia. — El hombre termina de explicar, para luego toser escupiendo sangre. — ¿Cuáles son sus órdenes, señor?

Lucifer ve al hombre que parece a punto de desmayarse y endurece la mirada.

— Descansa por ahora. — Declaró, para luego chasquear los dedos haciendo que el pobre hombre desaparezca, probablemente siendo transportado a un lugar más tranquilo para descansar.

Lucifer cierra la puerta, empezando a morderse las uñas mientras camina a paso rápido por la sala.

— Mierda mierda mierda. — Habla en voz baja.

— Eso no se escuchó nada bien. — Comenta Mammon, haciendo que Lucifer recuerde que no estaba solo.

— Esto no es bueno. — Declara. — Ese cabrón ya está entrando en el distrito de la mafia.

— Espera, espera... — Mammon interviene, tomando fuertemente a Lucifer por los hombros antes de que entre en pánico. — ¿Espias? ¿Distrito de la mafia? ¡¿Quieres explicar qué está pasando?!

Por alguna razón || Lucifer x T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora