"Rojo y azul"
No sabías quién era Sera, pero por la manera en que Lucifer había reaccionado cuando San Pedro la nombró te hace pensar que ella es alguien importante.
El guardián de las puertas del cielo los guió de nuevo por las calles, solo que esta vez tomó un camino diferente y más largo hasta las afueras de la ciudad principal. Llegaron a lo que parecía ser una pequeña casa de abuela, con un gran patio lleno de flores y un estanque donde revoloteaban una mamá pato con su polluelo.
Cruzaron un camino de piedras de blancas hasta llegar a la puerta principal que San Pedro abrió para dejarle pasar a ti y a Lucifer, una vez que ustedes entraron el guardián cerró la puerta detrás de ustedes, dejándolos solos en lo que parecía ser la sala de la casa, al menos lo intuyes por los sillones y la chimenea de ladrillos que estaban ahí.
A pesar de tener todo un estado antiguo y casi abandonado, era agradable de cierta forma. Tenía ese típico aspecto hogareño y viejo que ha prevalecido más o menos intacto a pesar de los años.
Observas a tu alrededor con curiosidad. Había muchos jarrones con flores frescas del patio, muebles seguramente con más años de los que tú llevas existiendo y un montón de marcos y pinturas colgados en las paredes.
Te acercas con cuidado a un pequeño cuadro colgado sobre la pared, era uno que te había llamado la atención pues desde lejos parecía ser un retrato de Charlie. Te extrañaste cuando lo viste, pues no entendías porque alguien en el cielo tendría un retrato pintado a mano de la princesa del infierno. Sin embargo, al momento de tomar la pintura entre tus manos y analizarla te diste cuenta de que no se trataba de Charlie, sino más bien de un niño pequeño muy parecido a ella, con la diferencia de sus ojos azules y las seis pequeñas alas en su espalda.
— Hmmm... — Tarareas, analizando con curiosidad la foto.
Subes la mirada de la pintura en tus manos hacia la pared donde hay colgadas muchas más cosas, como algunos dibujos infantiles enmarcados y más pinturas del mismo niño en diferentes etapas de su vida.
Te giras hacia Lucifer para preguntar si él sabía la identidad del pequeño niño que fácilmente podía hacerse pasar por gemelo de Charlie, pero él está concentrado en un retrato colgado sobre la chimenea. Lo intentaste llamar una, dos y tres veces, pero cuando fue evidente que él no te estaba escuchando decidiste mejor acercarte y averiguar qué era lo que tanto veía.
Dejas el retrato de vuelta donde la habías tomado y luego das media vuelta para empezar a caminar hacia Lucifer y la pintura que lo tenía tan entretenido.
Te paras junto a él y ves la gran pintura sobre la chimenea. En la pintura hay una alta mujer morena, de cabello grisáceo, ojos grises más oscuros y seis alas blancas saliendo de su espalda. Al lado de la mujer está un joven adulto que reconociste como el mismo niño del retrato, con sus ojos azules brillantes, pelo rubio, mejillas rojas y las seis alas de tonos azules saliendo de su espalda. El chico en la pintura esta sonriendo lleno de felicidad mientras carga a un patito amarillo en sus manos, por otro lado, la mujer esta parada a su lado sonriendo de manera orgullosa.
Debajo de la pintura notas una placa con una inscripción que dice: "Mi primera criatura ha sido aceptada. ¡Ahora la tierra puede disfrutar de la criatura más maravillosa de todas; el pato!" Firmado por Lucifer Morningstar.
— ¿Ese eres tú? — Giras la mirada con sorpresa hacia Lucifer.
— Lo era... antes de ser desterrado. — Responde con simpleza, parpadeando un par de veces antes de mirar alrededor de la habitación. — Esta era mi casa... Aquí fue donde me crié hasta mi adultez.
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Por alguna razón || Lucifer x T/N
FanfictionLos detalles son confusos. No recuerdas claramente como terminaste trabajando en la mansión Morningstar, pero terminaste siendo niñera de la hija de Lucifer. ¿El rey del infierno tiene una hija? Si, y aparentemente eras una de los pocos que lo saben.