𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑳𝒊𝒆 || ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ ||

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 7

Desde aquel día de la reunión, todos se veían más animados, en especial, la princesa quien puso manos a la obra para comenzar a promocionar el hotel.

Todo se sentía mucho más tranquilo, sin embargo en el cielo, este no era el caso, no para Lute ni Sera.

-Esto es grave Sera, Miguel acepto tal trato con esos asquerosos demonios. -Dijo Lute con desagrado-

-No veo de qué otra manera detener esto. -Respondió Sera mirando por el ventanal-

-¿No crees que es hora de hablar con ella?

-Me temo que es nuestra última opción, aún dudo mucho que cambie la visión de la hija descarriada de Lucifer.

-Pero es alguien especial que ambos esperan ver, probablemente esto funcione aún más.

Esto cambiará las cosas.

•••

Charlie y Alastor se encontraban en la mesa de la sala revisando varios papeles, los cuales todos eran planes de la princesa.

-Entonces.. El lunes será la entrevista con Katie, así que está todo organizado para esta semana, ya estoy ansiosa por empezar.

-Me alegra ver qué esto te ponga de buen humor, querida.

-Es que esto es increíble, por fin tenemos pruebas suficientes con este contrato. -Dijo mostrando una hoja de color azul brillante la cual estaba enrollada y acompañada de un listón dorado-

Alastor miró la hora en el reloj de la sala y se levantó.

-Bueno mi querida Charlie, ya es hora de irme.

-Cierto, tu transmisión, muy bien, al rato continuamos con esto.

Lucifer se encontraba mirando su celular casi sin ánimos, no había salido de su habitación en todo el día, su hija le había ido a preguntar si todo se encontraba en orden, a lo que este solamente dijo que si.

Pero qué gran mentira.

Hoy no era su día, se sentía más decaído que otras veces, sus pensamientos en dos personas.

Lilith.

Alastor.

Cada vez sus pensamientos lo estaban abrumando más, si bien los tratos de Alastor hacia él lo hacían sentir tantas emociones tan inexplicables, no faltaba el momento en que de pronto la culpabilidad llegará a su mente.

Sentía que todo estaba mal.

Se estaba enamorando de otra persona, cosa que él juró que jamás pasaría.

Revisó la hora en su celular y se levantó de la cama rápidamente.

Saco una pequeña radio que estaba en muy buenas condiciones.

Si, este mismo se lo había regalado Alastor.

Lucifer no era muy fanático de la radio a decir verdad, más bien, nunca se había tomado la molestia de escucharla.

Sin embargo está vez quería escuchar, escucharlo a él.

Encendió buscando la estación que Alastor le había dicho y esperó un momento, se volvió a acostar abrazando el peluche de patito.

-¡Saludos mis estimados oyentes de la radio! ¡Bienvenidos una vez más a una nueva emisión! Les habla su increíble locutor, donde hablaremos de las recientes noticias que rodean todo el pentagrama infernal, son exactamente las 7 p.m. pero antes de poder continuar con las recientes noticias, quiero mandar un cordial saludo a un ser demoníaco que me ha cautivado con su belleza y facciones tan angelicales..