𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑳𝒊𝒆 || ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ ||

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 22

-¡ALASTOR!

La voz del soberano se hizo oir desde su habitación y no se escuchaba de una manera contenta que digamos.

Alastor se manifestó como era de costumbre por medio de su sombra, sonriendo con cierta inocencia, pues sabía lo que su amado Lucifer le diría en estos momentos.

-¿¡Que mierda le hiciste a mi shampoo de fe patito!? -Lanzo la botellita hacia su dirección cosa que Alastor esquivó-

-No se de que me hablas cariño, yo he estado en la sala desde que desperté.

-No seas un mentiroso, entraste aquí solo para hacerle eso a mi pobre shampoo ¿Ahora con que me bañaré?

-Majestad, tienes poderes mágicos que te hacen tener todo lo que quieres, fácilmente puedes aparecer uno.

-No haré tanto esfuerzo para eso. -Responde cruzadose de brazos- Ve a comprarme uno.

-¿Disculpa?

-Si, tu lo echaste a perder, tu me das uno nuevo.

-No tienes pruebas querido para echarme semejante culpa.

-Eres el único que entra a mi habitación ¿Quien más podría ser?

-Probablemente Niffty.

-Eres un maldito mentiroso y un pésimo novio. -Dice cruzándose de brazos mientras le daba la espalda-

Alastor sonrió acercandose, tomándolo de la cintura a la misma vez que lo obligaba a mirarlo, acercando su rostro.

-Ouh cariño, siempre tan hermoso.

-No empieces con tus coqueteos distractores, está vez no va a fun-

Si, un beso siempre funcionaría.

Pero eso no significaria que está mini pelea se quedaría así, Lucifer aprovecho el momento del beso para tomar el micrófono de Alastor, empujarlo y salir casi disparado de la habitación.

-¡LUCIFER DEVUELVEME ESO! -Dice comenzando a seguirlo-

-¡Atrapame si puedes venadito! -Le responde de forma burlona-

Lucifer sentía como un golpe se aproximaba, así que no tuvo otra opción más que transformarse en un patito pequeño para que fuera sencillo esquivar los ataques de su pareja quien comenzaba a adaptar su forma demoníaca con cada paso que daba.

Y para mala suerte de Lucifer, por fin Alastor lo había logrado agarrar gracias a uno de sus tentáculos, obligándolo a volver a su estado original.

-Bien alteza, creo que ya se divirtió demasiado. -Dice atrayendolo hacia él-

-Ni aguantas nada cariño.

-Te has dado muchos privilegios.

-Tú fuiste el primero en arruinar mi shampoo, así que aquí el que se puso más privilegios eres tú.

Y este tipo de pelas eran muy comunes entre los dos desde que ambos habían comenzado su relación.

Se divertían a su modo, por qué si, ambos amaban molestarse, era una clase de competencia de quien molestaba más al otro.

-Creo que alguien deberá arreglar varias paredes y puertas. -Dice Lucifer bajando las escaleras-

-¿Paso algo papá? -Pregunta Charlie levantándose del sofa-

-Preguntale aquí al demonio radio quien hizo un desastre allá arriba.

-En mi defensa querida, tu padre fue quien comenzó.