𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑳𝒊𝒆 || ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ ||

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13

Antes de comenzar, en esta historia involucrare algunos personajes del universo de Helluva boss.

Disfruta la lectura <3

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Tal cual como dijo Charlie, Alastor se encontraba dando su caminata matutina por el pentagrama infernal.

No tenía ningún rumbo, tan solo caminar, cosa que alarmaba a cualquier demonio que lo viera.

Eso para Alastor era halagador.

Y se imaginaba aún más cuando estuviera en el trono.

Tenía ganas de borrar esa característica sonrisa suya por todo lo que tenía que hacer para lograrlo.

Tenía que ser el Rey.

Debía ser libre.

Oh sí, como extrañaba su libertad.

Maldecía con todo su ser aquel día donde se encontraba en su punto más vulnerable, más débil.

La desesperación siempre sería su enemigo, no por algo ahora su alma ya no le pertenecía.

Y no volvería a cometer errores.

Esa palabra había sido borrada de su mente desde aquel día.

•••

Al día siguiente, Lucifer se encontraba en la mesa acomodando varios documentos y carpetas dentro de un maletín.

Alastor se acercó a él con una pequeña taza de café en su mano, admirando el desastre que era el soberano en esos momentos.

-El día de hoy lo veo con mucha desesperación alteza.

-No empieces Alastor.

-Ouh ¿mi rey no se encuentra de buen humor?

-Tendré que tratar con fastidiosos problemas del infierno.

-¿Estará nuevamente activo con los problemas de su reino?

-Solo está vez, se trata de algo grave. -Dijo cerrando el maletín-

Alastor dejó su taza a un lado y se acercó a Lucifer tomándolo de los hombros.

-Siempre tan tenso majestad.

-Lidiar con problemas no es fácil.

-¿Cuál es el problema que lo tiene así?

-Los humanos.. al parecer lograron encontrar la forma de abrir portales desde su mundo al nuestro, estaré envuelto en líos si no voy y lo arreglo.

-Pero trate de relajarse. -Pidió comenzando a dar pequeños masajes- Usted siempre busca soluciones, las cuales hasta ahora siempre funcionan, y ahora me doy cuenta que Charlie saco eso de usted.

-¿Gracias?

Alastor lo jalo un momento hacia uno de los sofás de la sala e hizo que Lucifer se sentará entre sus piernas.

-De verdad tengo prisa.

-Ouh es usted el rey, puede llegar a la hora que le plazca, muestre su autoridad alteza.

-No me gusta hacer eso.. es cruel.

-¿Cruel?

-Mostrar autoridad, no sé, es algo que realmente no me gusta hacer..

Alastor sonrió acercando su rostro en el cuello del soberano quien ladeó un poco su cabeza para darle más accesibilidad.

-Eres tan lindo Lucifer.. -Dijo dando pequeñas caricias en su cintura, teniendo al contrario temblando bajo sus tactos- Es de admirar la amabilidad que siempre muestras.