capitulo 40

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-¿Desaparecer?

-Asi como lo oyes. Él desaparecería de manera permanente de entre todas las realidades existentes.

-¿No habría otra opción?

-Al menos que decidas amar al soberano. -Interrumpio Colette-

-De igual manera, todo implica a que se debe usar algún sentimiento romántico, pero que provenga de ti. -Menciona Dexter-

Alastor dirigió su mirada hacia su propia sombra, quien parecía estar pensando lo mismo que él.

Esto era una pésima idea.

Si bien le era fastidiante tener que lidiar con él la mayoría del tiempo, también era quien le ayudaba y sobre todo le apoyo en muchos momentos donde simplemente el sentía que se rendiría.

Y aún que no quisiera admitirlo, también le tenía gran cariño.

-No puedo simplemente deshacerme de él. Es quien posee la mitad de mi poder y siendo honesto, es quien más me ayuda referente a cuando debo enfrentarme contra alguien.

-Puedes estar seguro de que tú poder no desaparecera. Puedo hacer que todo lo que él tenga sea transferido hacia tu alma, no es un conjuro complicado de realizar, así que no habría mucho problema. -Dice Dexter-

Alastor se quedó mirando un punto fijo.

Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa, sabía que ese anillo debía ser destruido de una vez, o con el tiempo se volvería un peligro que en cualquier momento se le saldría de las manos.

Ese anillo que debió ser un arma, estaba siendo una pero en su contra.

Se negaba rotundamente a deshacerse de aquel ser sombrío que le ayudo llegar al puesto que tenía como overlord.

Lamentablemente sin él no era nada.

Aún que su deseó y desesperación estaban comenzando a impulsarlo a tomar la decisión de aceptar lo que se le estaba ofreciendo.

Por otro lado, su sombra parecía estar teniendo su propia lucha interna. Desaparecer sería un alivio que siempre ha pedido, puesto que era la única manera de no estar a lado de su dueño.

Pero no podía y tampoco quería irse dejando a su querido Lucifer en manos de Alastor.

Habían muchas cosas que lo preocupaban, el no saber lo que pasaría en un futuro con el soberano era el principal pensamiento que lo estaba atormentando.

Le aterraba la idea de que Alastor en algún cierto punto logré su cometido. Debía hacerlo cambiar de opinión, ese siempre había sido su objetivo que él solo se había puesto.

Y ahora que no estaría, no podría cuidar de quien por primera vez, le hizo sentir amor.

A pesar de que Lucifer amara a Alastor ciegamente, él lo amaría, no necesitaba un alma o un corazón para sentir ese sentimiento afectuoso. Y eso era tal vez lo que le dolía.

El amor se sentía tan bonito, pero también era tan doloroso.

Podía sentir la determinación de su dueño, y sabía que la decisión estaba tomada. Finalmente podría decir, que aceptaría el destino que le esperaba.

Si eso implicaba al menos liberar a Lucifer de ese anillo, entonces daría su sacrificio de corazón.

Por qué no había nada más que le importará, más que el bienestar de su lindo Ángel caído.

-Bien, solo espero que mi poder siga manteniendose tal cual.

-Te lo aseguro, yo me encargaré de que todo salga perfecto. -Dijo Alistair-

𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝑳𝒊𝒆 || ʀᴀᴅɪᴏᴀᴘᴘʟᴇ ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora